He tenido una relación intermitente con los objetivos. A veces, los consideraba distracciones inútiles, y otras veces, los perseguía como si todo dependiera de ellos.
Mi experiencia me permite ofrecer mis opiniones sobre cómo puedes alcanzar tus objetivos este año. A diferencia del holgazán que no se fija objetivos o se rinde ante el más mínimo inconveniente, o del triunfador cuyo último fracaso fue quedar segundo en los estatales en el instituto, yo soy el tipo que está en la arena. No solo lo he intentado, sino que también he pensado sin cesar en lo que funciona y además pregunté a mis amigos sobre sus propios éxitos y fracasos en este ámbito.
En resumen, he estado obsesionado con este tema durante más de una década, he leído todo lo que he podido y lo he analizado desde muchos ángulos diferentes. En otras palabras, me importa.
Aunque no puedo decir que lo tenga todo claro —por desgracia, mi vida aún no es perfecta—, logré llegar a algunas conclusiones personales muy firmes sobre lo que funciona y lo que no.
Por eso, quiero aportar mi granito de arena al eterno debate sobre cómo alcanzar los objetivos que uno se propone.
Diez maneras de alcanzar sus objetivos de Año Nuevo
Aunque no sean las primeras palabras que leerá sobre el tema, y desde luego tampoco las últimas, espero que estas ideas le resulten útiles para alcanzar sus objetivos.
1. Establezca un objetivo que tenga un 90 por ciento de probabilidades de poder alcanzar
Es natural que quiera ser más ambicioso, pero si es Ud. el tipo de persona que lee un artículo sobre cómo alcanzar "realmente" sus objetivos, probablemente debería aspirarse a conseguir una victoria. Además, los estudios han demostrado sistemáticamente que existe un sesgo de confianza que nos lleva a sobreestimar nuestras posibilidades, por lo que el 90 por ciento será bastante difícil para la mayoría.
2. Trabaje en un objetivo a la vez
De nuevo, con el exceso de confianza: la mayoría de las personas piensan que pueden lograr más de lo que realmente pueden, basándose en su propio historial. A menos que ya haya cumplido sus últimos cinco objetivos, ―en cuyo caso, tal vez debería estar escribiendo en lugar de leyendo este artículo―, conviene centrarse en una cosa a la vez y dejar que las cosas progresen a partir de ahí.
3. Transforme su objetivo en un proceso diario
Una vez que haya definido mentalmente su objetivo, es momento de dejar de pensar en él como un resultado puntual. Su objetivo puede ser completar una carrera de 5 km en menos de 25 minutos, pero ahora debe centrarse casi exclusivamente en cómo se traduce eso en el día a día. No siga pensando en el objetivo, piense en el entrenamiento diario.
4. Piense en cuándo y dónde progresará
¿En qué aspectos concretos del proceso diario debe enfocarse? Céntrese en cuándo y dónde lo hará. Esto es más fácil para los objetivos positivos y un poco más complicado para los objetivos que implican abandonar un mal hábito, pero puede adaptarse en la medida de sus necesidades. La mitad de la batalla consiste en aparecer a diario. Por lo general, las personas no fracasan en sus objetivos porque no hayan progresado lo suficiente cada día, sino porque hay demasiados días "en blanco", en los que ni siquiera da el primer paso.
5. Sea implacable a la hora de eliminar las barreras
Las pequeñas barreras cotidianas son ahora su enemigo acérrimo. Si su objetivo es dejar de picar después de cenar, plantéese cepillarte los dientes poco después de la cena. El simple hecho de saber que tendrá que volver a cepillarse los dientes es un disuasivo sorprendentemente eficaz, aunque sea pequeño. ¿Quiere escribir en su diario? Déjelo sobre la almohada con un bonito bolígrafo y una agradable luz de lectura ya encendida: hágalo lo más fácil posible.
6. No se trate como lo haría un sargento instructor
Una forma habitual de fracasar en sus objetivos es no lograr que su yo futuro acepte seguir el plan. Esto ocurre cuando uno empieza a tratarse como lo haría un jefe abusivo. En ese caso, tarde o temprano decidirá que no vale la pena soportar la infelicidad y lo abandonará. Así que fíjese objetivos que le importen, hágalos pequeños, deje mucho margen y espacio para la diversión.
7. Piense en cómo hacer que su nuevo hábito sea agradable
Hablando de diversión, conviene intentar que el nuevo hábito resulte apetecible, utilizando todos los medios necesarios. Obviamente, esto será un reto, porque si fuera divertido y no requiriera esfuerzo, ya lo estaría haciendo. La actitud y las expectativas influyen mucho. Baje sus expectativas lo suficiente como para que el simple hecho de cumplir ese día ya cuente como una victoria. No busque la calidad, busque la constancia. Deje que la calidad llegue de forma natural, con el tiempo.
8. Anticipe y anote posibles obstáculos
Todo plan orientado al éxito debe partir de una premisa honesta: el fracaso es posible, si somos sinceros. Anticipe los escenarios en los que podría no alcanzar su objetivo y analice las razones. Luego avance el siguiente paso y piense en cómo evitar esas trampas antes de que aparezcan.
9. Haga un seguimiento visible de su progreso
Para que un nuevo hábito se mantenga, es necesario que sea gratificante por sí mismo. Al comienzo, especialmente, la recompensa puede ser simplemente ver cómo se prolonga su racha de éxitos. Eso está perfectamente bien, e incluso es recomendable. El sentimiento de orgullo que experimenta aquí es una forma de motivación intrínseca. Está haciendo algo porque lo hace sentir bien y eligió hacerlo, y esa es la receta para una mayor motivación.
10. Considere la posibilidad de aumentar las apuestas
En un buen plan de motivación, tanto la recompensa como la sanación cumplen una función. En este caso, conviene reflexionar sobre cuál sería esa sanción. Dos de los incentivos más poderosos para el ser humano: el dinero y el estatus y ambos pueden jugar a su favor. Existen distintas formas de hacer "apuestas" con amigos que lo obliguen a pagar una penalización si no cumple su plan. Recomiendo imponer muchas penalizaciones pequeñas por los días que haya faltado, en lugar de una sola penalización grande por no alcanzar su objetivo. Además, tendrá la presión añadida de no querer quedar mal delante de sus amigos. También puede aprovechar estos impulsos naturales para bien, ya que sabemos lo poderosos que pueden ser.
