El presidente Donald Trump firmó un memorándum presidencial en el que ordenaba a las agencias federales que comenzaran a reubicar los sistemas gubernamentales de las frecuencias inalámbricas clave, una medida que, según la Casa Blanca, tiene como objetivo asegurar el liderazgo de EE. UU. en la carrera mundial por desarrollar las redes 6G de próxima generación.
El memorando, titulado "Ganar la carrera del 6G", considera que la tecnología inalámbrica de sexta generación es fundamental para la competitividad económica y la política exterior de Estados Unidos, ya que se espera que sus aplicaciones impulsen los avances en inteligencia artificial, robótica, sensores avanzados y tecnologías implantables, al tiempo que refuerzan la seguridad nacional y la seguridad pública.
"La política de Estados Unidos es liderar el desarrollo del 6G en el mundo", escribió Trump en el memorándum, que ordena a las agencias federales buscar el liderazgo mundial en 6G reforzando la influencia de Estados Unidos en las organizaciones de normalización y acelerando los esfuerzos para identificar el espectro adecuado para las redes 6G alineadas internacionalmente.
La administración Trump ha estado estudiando cómo se podrían reasignar múltiples bandas de espectro para uso comercial para el desarrollo de 6G sin socavar las misiones de seguridad nacional que se llevan a cabo dentro de esas bandas.
Los analistas afirman que el control temprano del espectro, las normas y la arquitectura de la red podría determinar qué países darán forma a la futura economía digital y al entorno de seguridad.
"El país que lidere el desarrollo y el despliegue de la 6G, la próxima generación de telecomunicaciones inalámbricas, controlará la infraestructura crítica que es fundamental para la competitividad económica mundial, la seguridad nacional y el funcionamiento de la sociedad", afirmó Sam Howell, miembro asociado del Center for a New American Security, en una nota.
"Por lo tanto, el 6G es un campo de batalla clave en la competencia tecnológica entre Estados Unidos y China".
Limpieza del espectro de banda media privilegiada
El núcleo de la directiva de Trump es una orden para comenzar a limpiar los sistemas federales de la banda de 7.125-7.4 GHz, definida como espectro "privilegiado" adecuado para las futuras redes inalámbricas de alta capacidad. Las agencias que operan en la banda deben determinar cómo se podrían reubicar sus sistemas, incluso en el rango adyacente de 7.4-8.4 GHz."Las entidades federales tienen 12 meses para presentar planes de reubicación que protejan las misiones de seguridad nacional y, al mismo tiempo, liberen este espectro privilegiado para la industria estadounidense", afirma una hoja informativa de la Casa Blanca.
Los planes que las agencias federales deben desarrollar y presentar a la Casa Blanca deben garantizar que cualquier reubicación no "perjudique materialmente" las misiones de seguridad nacional o las operaciones de la red eléctrica, según lo determinen el secretario de Guerra y el director de Inteligencia Nacional.
Ciertos sistemas están exentos, como los enlaces ascendentes de telemetría por satélite y las instalaciones de radioastronomía en emplazamientos geográficos fijos.
Trump también ordenó al subsecretario de Comercio para Comunicaciones e Información que iniciara inmediatamente el proceso formal, autorizado en virtud del Gran y Hermoso Proyecto de Ley, para identificar la banda de 7.125-7.4 GHz para su uso comercial con licencia a plena potencia, allanando el camino para su eventual subasta y despliegue.
Más espectro en revisión
Más allá de la banda de 7 GHz, el memorándum ordena nuevos estudios de dos rangos de frecuencia adicionales: 2.69-2.9 GHz y 4.4-4.94 GHz. El objetivo es determinar si partes de esas bandas también podrían reasignarse para uso comercial 6G a plena potencia sin socavar las operaciones federales existentes.La Casa Blanca dijo que los estudios tienen por objeto dar a las empresas estadounidenses y aliadas una certeza temprana sobre qué bandas pueden estar disponibles en última instancia, lo que les permitirá planificar la investigación, el trabajo de normalización y el desarrollo de redes con años de antelación.
Los grupos industriales llevan mucho tiempo sosteniendo el argumento que dice que el acceso a un bloque de espectro amplio y armonizado a nivel internacional es fundamental para la 6G, tanto para soportar velocidades de datos ultraaltas como para garantizar la interoperabilidad transfronteriza.
"Disponer de 2 GHz de espectro de banda media para 2030 es... fundamental", afirma un informe reciente de la Groupe Spécial Mobile Association (GSMA), un grupo industrial móvil global con sede en Londres que representa a los operadores de redes y al ecosistema inalámbrico en general.
La GSMA estima que la demanda de capacidad de redes móviles crecerá entre un 15 % y un 20 % hasta 2030, y advierte que los retrasos en la disponibilidad del espectro de banda media podrían provocar la congestión de la red en zonas de alta demanda, lo que reduciría la calidad del servicio y afectaría negativamente a la experiencia del usuario.
El memorándum de Trump también ordena al Departamento de Estado que intensifique la participación diplomática relacionada con el desarrollo de la 6G. Esto incluye la creación de una coalición de socios industriales y extranjeros para apoyar las posiciones de Estados Unidos en la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones en 2027, donde se esperan decisiones clave sobre las futuras asignaciones de espectro para 6G.
El dominio temprano en los organismos de normalización podría traducirse en una ventaja tecnológica y geopolítica a largo plazo, un ámbito en el que China se ha involucrado mucho durante la última década.
