La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dijo el 1 de diciembre que está recomendando la prohibición de viajes desde los países que están inundando a Estados Unidos con criminales y personas que dependen de la ayuda social, tras discutir el asunto con el presidente Donald Trump.
"Estoy recomendando una prohibición total de viajes de cada maldito país que ha estado inundando nuestra nación con asesinos, parásitos y adictos a las prerrogativas", escribió Noem en la red social X. "Nuestros antepasados construyeron esta nación con sangre, sudor y un amor inquebrantable por la libertad, no para que invasores extranjeros masacren a nuestros héroes, agoten nuestros impuestos ganados con tanto esfuerzo o arrebaten los beneficios que les debemos a los ESTADOUNIDENSES".
La propuesta para prohibir estos viajas sigue a los llamados de Trump para suspender toda la migración procedente de países del "tercer mundo" y reevaluar a cada inmigrante de Afganistán que entró a Estados Unidos durante la administración Biden, vinculando la política con el tiroteo de la semana pasada, presuntamente perpetrado por un inmigrante afgano, contra dos soldados de la Guardia Nacional, uno de los cuales falleció.
El 27 de noviembre Trump dijo que "suspendería permanentemente la migración procedente de todos los países del Tercer Mundo" y que expulsaría a los extranjeros que "son incapaces de amar" a Estados Unidos, calificando estas medidas como necesarias para permitir que el sistema estadounidense se recupere totalmente.
"Estos objetivos se perseguirán con el fin de lograr una reducción importante de las poblaciones ilegales y disruptivas, incluidas aquellas admitidas a través de un proceso automático autopen de aprobación no autorizado e ilegal", escribió en una publicación en Truth Social. "Solo la MIGRACIÓN INVERSA puede curar completamente esta situación".
El 26 de noviembre, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) dejó oficialmente de tramitar indefinidamente todas las solicitudes de inmigración relacionadas con ciudadanos afganos, incluidos los permisos de trabajo, solicitudes de asilo y refugio, naturalización y de beneficios familiares.
Desde enero la administración Trump ha hecho de la seguridad fronteriza y la aplicación de la ley de inmigración una prioridad máxima, centrándose en las restricciones de visas y en las iniciativas de deportación.
El 21 de noviembre Trump anunció que revocaría inmediatamente las protecciones temporales contra la deportación para los somalíes que viven en Minnesota, citando fraudes generalizados en la asistencia social y el crimen.
El 17 de noviembre, el Departamento de Estado revocó las visas e impuso restricciones a los ciudadanos nicaragüenses, incluyendo a los ejecutivos y propietarios de agencias de viaje y empresas de transporte que fueron acusados de ayudar a la inmigración ilegal a Estados Unidos. El comunicado del departamento destacó que estas entidades "prestan servicios para ayudar a los extranjeros que pretenden inmigrar ilegalmente a Estados Unidos".
El secretario de Estado Marco Rubio anunció en marzo las restricciones a las visas para funcionarios extranjeros por "facilitar a sabiendas la inmigración ilegal a Estados Unidos, incluyendo la falta de aplicación de las leyes de inmigración o el establecimiento e implementación de políticas y prácticas que a sabiendas facilitan el tránsito de extranjeros que intentan inmigrar ilegalmente a Estados Unidos a través de la frontera suroeste de Estados Unidos".
Rubio añadió que "las medidas continuarán hasta que estos funcionarios asuman la responsabilidad de asegurar que existan políticas y se apliquen las leyes vigentes para prevenir el tránsito de esas personas. Estados Unidos no cejará en la defensa de sus intereses de seguridad nacional".
Noem ha supervisado medidas como la cancelación del estatus de protección temporal para los venezolanos, aunque una corte federal de apelaciones dictaminó en septiembre que era ilegal, diciendo que violaba los procedimientos administrativos.
