El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció en un nuevo memorándum que suspende los tratamientos y procedimientos médicos para los soldados que se identifican como transgénero y para el personal con disforia de género (DG).
«Dentro del componente de atención directa, es decir, en las instalaciones médicas militares... Los miembros del servicio y todos los demás beneficiarios cubiertos mayores de 19 años solo podrán recibir atención de salud mental y asesoramiento para la DG», afirmó el Dr. Stephen L. Ferrara, subsecretario interino de Defensa para Asuntos de Salud, en el memorándum, fechado el 9 de mayo.
«Aparte de las consultas para el diagnóstico de la DG y la prestación de atención de salud mental y asesoramiento... el personal derivará al sector privado toda la demás atención (por ejemplo, la terapia hormonal cruzada) para la DG».
El Pentágono no respondió a una solicitud de comentarios antes de la publicación.
La disforia de género se refiere a cuando una persona cree que es de un género diferente al de su sexo.
El presidente Donald Trump, tras asumir el cargo en enero, afirmó en una orden que «expresar una identidad de género falsa que difiere del sexo de una persona no puede satisfacer los rigurosos estándares necesarios para el servicio militar».
Posteriormente, funcionarios de Defensa afirmaron que todos los soldados con antecedentes de disforia de género serían dados de baja, con excepciones limitadas. Ese proceso se detuvo tras las sentencias judiciales contra la política. El 6 de mayo, la Corte Suprema suspendió esas sentencias, lo que permitió a los funcionarios reanudar el proceso.
El 8 de mayo, los funcionarios dijeron que estaban dando de baja a unos 1000 soldados que se identifican como transgénero o que padecen disforia de género.
Ferrara dijo en el nuevo memorándum, que fue enviado al director de la Agencia de Salud de la Defensa y a los subsecretarios del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, que estaba proporcionando nuevas directrices a la luz de la sentencia de la Corte Suprema.
Entre ellas se incluye hacer hincapié en que los médicos militares no deben realizar ninguna cirugía que ayude a la transición de género, como la extirpación de senos.
Ferrara también dijo que todas las intervenciones quirúrgicas no programadas, programadas y previstas «asociadas con la facilitación del cambio de sexo para los miembros del servicio diagnosticados con DG» quedan ahora canceladas, al igual que cualquier exención previamente aprobada para las cirugías. Ferrara dijo que su oficina aceptaría las solicitudes de exención para la atención considerada médicamente necesaria para tratar las complicaciones quirúrgicas.
El ejército permite a los soldados con disforia de género que han estado recibiendo hormonas del sexo opuesto seguir recibiéndolas hasta que sean dados de baja, si un profesional sanitario recomienda esa vía «para evitar complicaciones adicionales».
Sin embargo, según el memorándum, el Departamento de Defensa ya no pagará las hormonas del sexo opuesto recién iniciadas, según las órdenes del secretario de Defensa, Pete Hegseth.
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