Un cirujano jubilado fue condenado a 20 años de prisión por abusar sexualmente de 299 víctimas, casi todas ellas niños, en el mayor juicio por pedofilia de la historia de Francia.
Vestido de negro y sin mostrar emoción alguna, Joel Le Scouarnec, de 74 años, escuchó el veredicto del juez en la sala del tribunal. En marzo se había declarado culpable de los cargos.
Fue declarado culpable de 111 violaciones y 188 agresiones sexuales cometidas entre 1989 y 2014. La edad promedio de sus víctimas en el momento de los abusos era de 11 años.
Normalmente abusaba de sus jóvenes pacientes en sus momentos más vulnerables, mientras estaban anestesiados o inconscientes tras una operación. Anotaba meticulosamente los detalles de sus agresiones en unos diarios.
Estos diarios permitieron a la policía identificar a las víctimas, algunas de las cuales desconocían los abusos que habían sufrido. Entre las víctimas había 158 niños y 141 niñas.
El juicio comenzó en febrero. Durante el proceso, decenas de víctimas testificaron y compartieron cómo los abusos que sufrieron cuando eran niños habían marcado profundamente sus vidas.
Le Scouarnec confesó todos los abusos sexuales denunciados por las 299 partes civiles, así como otras agresiones que habían prescrito.
En una confesión inquietante durante el juicio, admitió haber abusado sexualmente de su nieta, una declaración que hizo delante de sus padres, visiblemente angustiados.
«No las veía como personas», declaró ante el tribunal. «Eran el objeto de mis fantasías. A medida que avanzaba el juicio, empecé a verlas como personas, con emociones, ira, sufrimiento y angustia».
El caso salió a la luz en abril de 2017, cuando una vecina de 6 años denunció a su madre que Le Scouarnec se había exhibido y la había tocado a través de la valla que compartían, lo que provocó un registro policial en su domicilio.
El registro reveló más de 300,000 fotos, 650 videos de contenido sexual explícito y diarios en los que detallaba su pedofilia.
«Joel Le Scouarnec dice que ya no siente ninguna atracción sexual por los niños, pero no hay forma de verificarlo», declaró Kellenberger, el fiscal, ante el tribunal. «Los expertos concluyeron que no podemos confiar solo en su palabra y que su potencial de peligro futuro sigue siendo significativo».
Se espera otro juicio en los próximos años, tras las nuevas acusaciones que surgieron durante este juicio, entre las que se incluyen nuevos abusos a su nieta.
Casi tres décadas sin control
El juicio desato una indignación generalizada, y los grupos de defensa cuestionan cómo las autoridades sanitarias permitieron que Joel Le Scouarnec se saliera con la suya durante casi 30 años, a pesar de que fue denunciado hace 21 años.En 2004, el FBI identificó a Le Scouarnec descargando imágenes de abuso infantil. Un año más tarde, un tribunal francés le impuso una condena de cuatro meses de prisión condicional y una multa de 90 euros (101 dólares).
Sin embargo, no se tomaron medidas para revocar su licencia médica ni restringir su acceso a los niños. Aún más preocupante es que el hospital ascendió posteriormente a Le Scouarnec a jefe de cirugía.
En 2020, fue condenado a 15 años de prisión por violar a su vecina de 6 años, agredir a dos sobrinas en los años 80 y 90 y abusar de un paciente de 4 años.
Pero esto resultó ser solo la punta del iceberg.
Con su nueva condena de 20 años, la legislación francesa establece que las penas se cumplen de forma simultánea, lo que significa que Le Scouarnec solo cumplirá la pena adicional una vez que haya cumplido la inicial.
El caso avivó las demandas de reforma de los códigos de ética médica de Francia, que, según los críticos, disuaden a los médicos de denunciar los abusos.
«¿Debería Joel Le Scouarnec ser el único en el banquillo de los acusados?», preguntó el fiscal Stéphane Kellenberger durante su alegato final.
«Se podría haber hecho más», afirmó Kellenberger. «Se podrían haber hecho las cosas de otra manera, incluso dentro de la famosa burocracia francesa, donde las responsabilidades se transfieren con tanta frecuencia de una autoridad a otra hasta que, finalmente, se pierden y afectan a vidas inocentes».
Con información de Associated Press.
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