Una carta científica publicada en el Indian Journal of Pediatrics recogía el siguiente caso:
Una niña de 5 años que asistía al jardín de infancia presentaba un historial de tres meses de arrebatos emocionales, agresividad y comportamiento obstinado. A simple vista, la niña parecía tener un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). En realidad, estaba mostrando los efectos de un trauma.
En casa, su familia luchaba contra el desempleo y los conflictos persistentes, lo que creaba un ambiente de estrés.
Los traumas infantiles y las experiencias adversas no solo aumentan el riesgo de desarrollar TDAH, sino que también pueden intensificar los síntomas que pueden prolongarse hasta la edad adulta. Por eso, al explorar las opciones de tratamiento, es importante tener en cuenta las experiencias del niño y proporcionarle apoyo que le ayude a sentirse seguro, en lugar de centrarse únicamente en el comportamiento o la medicación.
La conexión entre el TDAH y el trauma
"Sin duda, existe una conexión entre el trauma y el TDAH", declaró a The Epoch Times el Dr. Samuel Ponnuthurai, psiquiatra de London Psychiatry Clinic.El trauma puede alterar el desarrollo cerebral y el procesamiento cognitivo, lo que contribuye al TDAH y deja una huella duradera a nivel emocional, cognitivo y neural.
Los niños que sufren traumas pueden desarrollar un sesgo de memoria negativo, es decir, recordar más las experiencias negativas que las positivas. Este sesgo puede aumentar el estrés y la reactividad emocional y empeorar la atención, el control de los impulsos y los comportamientos hiperactivos, síntomas que se observan a menudo en el TDAH.
Además, los antecedentes de adversidad suelen dejar a las personas atrapadas en un estado de lucha o huida, lo que las hace más propensas a sufrir estrés, añadió Ponnuthurai.
A nivel familiar, el TDAH es altamente hereditario.
"Es común que tanto los padres como los hijos compartan rasgos de TDAH, lo que puede dificultar las interacciones diarias", dijo Ponnuthurai.
El estrés de los constantes enfrentamientos entre padres e hijos, como las discusiones repetidas, los malentendidos y las frustraciones, puede arraigarse a lo largo de generaciones, lo que hace que las familias sean más vulnerables a los ciclos de trauma.
El trauma en sí mismo puede adoptar muchas formas. Puede derivarse de un solo acontecimiento, como la muerte de un ser querido, un accidente grave o ser testigo de violencia. Sin embargo, el trauma no siempre parece dramático desde fuera. Para un niño sensible, incluso situaciones que parecen menores —momentos en los que se siente impotente o inseguro, como ser criticado duramente en la escuela, ser gritado constantemente por un padre o sentirse excluido o acosado por sus compañeros— pueden dejar una profunda huella.
Cuantas más experiencias adversas en la infancia relate un niño, mayor será la probabilidad de que desarrolle síntomas de TDAH.
Los padres pueden ayudar prestando atención a los patrones de estrés, ofreciendo apoyo y buscando orientación temprana, antes de que las dificultades se vuelvan abrumadoras.
Enfoques de tratamiento basados en el trauma
"Solo se puede saber si los síntomas de TDAH de un niño están relacionados con un trauma si se analiza su historial completo, se ve quién es y qué le ha sucedido", explicó Patricia Worby, especialista en traumas, a The Epoch Times.Las evaluaciones estándar suelen ser insuficientes, ya que se centran principalmente en el tratamiento de los síntomas.
El tratamiento actual del TDAH suele incluir medicación o psicoterapia. Aunque estos enfoques siguen siendo importantes, el tratamiento actual se está ampliando para incluir intervenciones físicas, sociales y ocupacionales, a veces como complemento de la atención tradicional y otras como forma principal de tratamiento, según Ponnuthurai.
Para la niña de 5 años de edad que asistía al jardín de infancia, se adoptó un enfoque basado en el trauma que se centró en algo más allá de sus síntomas e incluyó la creación de un entorno seguro y de apoyo. La atención se centró en fortalecer el vínculo entre madre e hija, animando a la madre a "abrazarla, interactuar con ella, hacerle preguntas, leerle y hablar con ella", una estrategia práctica conocida como HEART, que la ayudó a sentirse segura y apoyada mientras abordaba sus problemas de comportamiento.
Trabajar en entornos no clínicos, como escuelas y hogares, permite a los terapeutas considerar las necesidades relacionadas con el TDAH de una manera práctica, dijo Worby.
Sin embargo, la intervención temprana es crucial.
En cuanto al tratamiento, Worby compartió el valor de los enfoques somáticos basados en el cuerpo, como la respiración, el yoga, la desensibilización y el reprocesamiento por movimientos oculares —una terapia que ayuda a procesar los recuerdos traumáticos— o la experiencia somática. Estas técnicas pueden ayudar a los niños a reconectar con sus cuerpos, resolver recuerdos emocionales y restaurar la sensación de seguridad y protección.
"Tenemos que revertir la experiencia traumática enseñando al niño herramientas y técnicas para generar seguridad corporal", dijo.
La sociedad también desempeña un papel importante.
"Estamos inundados de conexiones falsas que provocan una desregulación del sistema nervioso", añadió Worby. Los niños de hoy en día crecen en un entorno de comparaciones y juicios constantes, amplificado por las redes sociales.
Lo que más necesitan los jóvenes son relaciones seguras, auténticas y presenciales, así como estructuras de apoyo, como clubes deportivos o grupos comunitarios, que les proporcionen un sentido de pertenencia y significado.
Por último, el tratamiento no debe centrarse solo en los problemas, sino también en los puntos fuertes.
Es importante descubrir cómo utilizar las fortalezas que tienen las personas con TDAH en diferentes áreas de sus vidas, dijo Ponnuthurai.
"En las áreas de dificultad, podemos vincular las adaptaciones relacionadas con el TDAH a esas fortalezas y encontrar un equilibrio en la creación de soluciones".
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí