El director del FBI, Kash Patel, declaró en una rueda de prensa el 12 de noviembre que, durante su reciente viaje a China, las autoridades chinas se comprometieron a tomar medidas significativas para frenar las exportaciones de precursores del fentanilo a Estados Unidos.
“Ese fue el único propósito de mi viaje a China: eliminar esos precursores. Si lo logramos, asfixiaremos la capacidad de los cárteles para producir fentanilo en lugares como México”, explicó Patel.
Su viaje de un día a China la semana pasada fue el primero de este tipo realizado por el director del FBI en una década.
El viaje se produjo tras la reunión entre el presidente Donald Trump y el líder del Partido Comunista Chino, Xi Jinping, durante la cual ambos países acordaron una tregua comercial que incluía el compromiso de Beijing de detener el tráfico ilícito de fentanilo hacia Estados Unidos.
Patel dijo que, tras el éxito de esa reunión bilateral, China se comprometió plenamente con su presencia en Beijing, a un nivel sin precedentes.
La reunión tuvo lugar en la sede del Ministerio de Seguridad Pública de China, donde Patel se reunió con su homólogo.
Beijing acordó restringir la exportación de 13 precursores químicos del fentanilo a Estados Unidos, México y Canadá, y controlar siete filiales químicas también utilizadas en la producción de fentanilo.
"En esencia, el presidente Trump cerró el conducto que produce fentanilo, la droga que mata a decenas de miles de estadounidenses", declaró Patel. "Estas sustancias ahora están prohibidas y ya no serán utilizadas por las organizaciones mexicanas de tráfico de drogas ni por ningún otro director ejecutivo en el mundo para fabricar esta droga. Este logro salvará vidas".
Patel también llamó a su homólogo chino a principios de este año, lo que llevó a Beijing a prohibir la exportación de cuatro precursores del fentanilo a partir del 1 de septiembre.
Trump anunció aranceles del 10 por ciento a China al inicio de su mandato como consecuencia del papel de Beijing en la crisis del fentanilo, duplicándolos al 20 por ciento el siguiente mes. Tras la reciente reunión con Xi, el arancel se redujo a la mitad, es decir al 10 por ciento, condicionado al compromiso de Beijing de prohibir estas sustancias químicas.
Trump declaró crisis de los opioides como una emergencia nacional de salud pública, promulgó políticas de visados que impedirán la entrada a Estados Unidos a los asociados de narcotraficantes, designó a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas y ordenó ataques contra buques que se cree transportan narcóticos.
China se convirtió en el principal proveedor de fentanilo ilícito cuando las muertes aumentaron drásticamente alrededor de 2016. Posteriormente, las muertes se dispararon entre 2021 y 2023, junto con un aumento récord de cruces fronterizos. En su punto álgido, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. informaron que la crisis del fentanilo estuvo relacionada con 76,226 muertes por opioides sintéticos en 2022, más del cuádruple de la cifra de 2016. Estados Unidos comenzó a experimentar un descenso en 2024, coincidiendo con cambios en las políticas fronterizas, y se estimó que las muertes relacionadas con el fentanilo en 2024 fueron 48,422.
















