El presidente Donald Trump anunció el 18 de noviembre que Estados Unidos designará a Arabia Saudí a "aliado importante fuera de la OTAN", lo que supone un claro fortalecimiento del estatus diplomático del reino musulmán con Estados Unidos.
Trump hizo el anuncio por primera vez el martes, durante una cena en la Casa Blanca con el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman. Otras figuras destacadas, como Elon Musk —quien tuvo un desencuentro público con Trump a principios de este año— y el propietario de Amazon, Jeff Bezos, también estuvieron presentes.
"Me complace anunciar que [Estados Unidos y Arabia Saudí] estamos llevando nuestra cooperación militar a un nivel aún mayor al designar a Arabia Saudí como un "aliado importante no miembro de la OTAN", dijo Trump.
Esto significa que ambas naciones acordaron colaborar más estrechamente en iniciativas militares, económicas y afines.
"Una alianza más sólida y capaz promoverá los intereses de ambos países y contribuirá a la paz", declaró Trump.
Esta designación implica, en parte, que el gobierno saudí tendrá acceso prioritario a equipo militar estadounidense, incluidos los F-35, aviones caza estadounidenses.
Trump declaró el lunes a los periodistas que planea vender el avión de alta tecnología a Arabia Saudí.
Cuando Bin Salman llegó a la Casa Blanca, fue recibido con un sobrevuelo de aviones de combate estadounidenses de última generación.
Durante su reunión en el Despacho Oval, Trump afirmó que Estados Unidos era el país más atractivo del planeta, opinión que Bin Salman compartió.
Durante la reunión, se presentaron planes para aumentar los compromisos de inversión en Estados Unidos de 600 mil millones de dólares a 1 billón de dólares, como parte de los esfuerzos del reino por diversificar su economía y reducir su dependencia del petróleo.
En declaraciones a la prensa en el Despacho Oval, el príncipe heredero indicó que las nuevas inversiones se centrarían en lo que denominó "oportunidades reales" en los ámbitos de las tecnologías emergentes, la inteligencia artificial, los centros de datos y los imanes.
Como aliado importante fuera de la OTAN, Arabia Saudí se une a otras 20 naciones, incluyendo países de Oriente Medio como Israel, Qatar, Egipto, Jordania y otros.
Ambas naciones han cooperado estrechamente durante décadas, aunque las persistentes discrepancias sobre Israel y Palestina han sido durante mucho tiempo un punto de fricción en la relación.
Arabia Saudí aboga por una solución de dos Estados, que sigue siendo la postura oficial del país sobre el tema.
Durante la reunión, el príncipe heredero no se comprometió a firmar los Acuerdos de Abraham, el amplio acuerdo multilateral de Trump destinado a lograr la paz en la región.
Sin embargo, Trump informó que ambos líderes tuvieron una conversación muy productiva sobre el tema.
Trump también habló sobre los avances generales que su administración había logrado para poner fin al conflicto entre Israel y Gaza, destacando la decisión de la ONU de adoptar su plan de paz de 20 puntos para la región.
"Se han logrado muchos avances con respecto a Gaza y prácticamente en todo lo demás que abordamos", dijo Trump.
Añadió que la junta encargada de supervisar la paz en Gaza contaría con representantes de todos los países importantes.
La decisión de elevar el estatus diplomático de Arabia Saudí podría generar controversia, dado que persisten las preocupaciones sobre su historial en materia de derechos humanos.
En 2021, funcionarios estadounidenses dictaminaron que Bin Salman había aprobado el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en 2018.
El martes, Trump expresó escepticismo sobre esta conclusión, declarando a la prensa que cree que Bin Salman "no sabía nada" sobre el asesinato de Khashoggi, a quien Trump describió como "sumamente controvertido".
Bin Salman afirmó que le había resultado "realmente doloroso" enterarse del asesinato, reiterando su negativa previa a cualquier participación en el incidente.
Con información de Emel Akan.















