Estados Unidos designará al Cartel de los Soles venezolano como organización terrorista extranjera, anunció el secretario de Estado Marco Rubio el 16 de noviembre.
El gobierno alegó que el Cartel de los Soles está liderado por el presidente venezolano Nicolás Maduro y otros altos funcionarios del gobierno venezolano y gestiona una operación internacional de tráfico de cocaína. Maduro negó la acusación.
El Departamento de Estado de Estados Unidos designará al cartel como organización terrorista extranjera (FTO) a partir del 24 de noviembre, según ha declarado el secretario Marco Rubio en un comunicado publicado en el sitio web del departamento.
La medida, que aumenta la capacidad de las autoridades federales para procesar y perseguir a la organización, se produce en medio de las crecientes tensiones con el régimen socialista de Maduro en Venezuela.
"Con sede en Venezuela, el Cartel de los Soles está dirigido por Nicolás Maduro y otros altos cargos del régimen ilegítimo de Maduro que han corrompido al ejército, los servicios de inteligencia, el poder legislativo y el poder judicial de Venezuela", afirmó Rubio. "Ni Maduro ni sus compinches representan al gobierno legítimo de Venezuela".
La medida se produce varios meses después de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos calificara en julio al Cartel de los Soles como "terrorista global especialmente designado", lo que permitió al gobierno bloquear el acceso a los fondos o activos controlados por afiliados del grupo que se encuentran en Estados Unidos.
El Departamento del Tesoro también informó de los estrechos vínculos entre el cartel y Maduro.
"La medida de hoy expone aún más la facilitación del narcoterrorismo por parte del régimen ilegítimo de Maduro a través de grupos terroristas como el Cartel de los Soles", dijo el secretario del Tesoro, Scott Bessent. "El Departamento del Tesoro seguirá cumpliendo la promesa del presidente Trump de poner a Estados Unidos primero, tomando medidas enérgicas contra organizaciones violentas como el Tren de Aragua, el Cartel de Sinaloa y sus facilitadores, como el Cartel de los Soles".
Rubio afirmó que el Cartel de los Soles, junto con otras organizaciones terroristas extranjeras designadas como el Cartel de Sinaloa y el Tren de Aragua, es "responsable de la violencia terrorista en todo nuestro hemisferio, así como del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa".
"Estados Unidos seguirá utilizando todas las herramientas disponibles para proteger nuestros intereses de seguridad nacional y negar financiación y recursos a los narcoterroristas", escribió Rubio.
En virtud del artículo 219 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, el secretario de Estado está autorizado a designar como FTO a los grupos extranjeros que participan en actividades terroristas y amenazan la seguridad nacional de Estados Unidos.
Dicha designación convierte en delito federal que cualquier persona en Estados Unidos ayude a la organización y permite a los funcionarios federales ordenar a las instituciones financieras que congelen el acceso a los activos relacionados con la organización.
Escalada de tensiones
La designación se produce en medio de una serie de ataques aéreos militares estadounidenses contra embarcaciones presuntamente dedicadas al tráfico de drogas.La actividad militar estadounidense contra los presuntos narcotraficantes fue amplia, y la administración comenzó la ofensiva con ataques en el mar alrededor de Venezuela y, desde entonces, extendio la actividad al océano Pacífico oriental, cerca de la costa de Colombia.
Las autoridades estadounidenses acusan a Maduro de supervisar una conspiración internacional de tráfico de cocaína y de utilizar violentos cárteles de la droga para consolidar su poder.
Durante meses, la presencia militar estadounidense en la región fue aumentando, lo que ha suscitado especulaciones sobre la posibilidad de un conflicto más amplio con Venezuela.
A finales de octubre, Hegseth ordenó a un grupo de ataque de portaaviones que entrara en la zona de responsabilidad del Comando Sur de Estados Unidos (Southcom), que supervisa el Caribe, Sudamérica y los mares que rodean a ambos, para reforzar la iniciativa.
El 11 de noviembre, la Marina anunció que el USS Gerald R. Ford —el portaaviones de propulsión nuclear más moderno de Estados Unidos, el más avanzado tecnológicamente de la flota estadounidense— y su grupo de ataque habían llegado a la región del Southcom.
El portaaviones, con una tripulación de más de 4000 marineros, está equipado con aviones de combate F/A-18 Super Hornet y misiles de crucero Tomahawk de largo alcance.
El 14 de noviembre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que ya había decidido sus próximos pasos con respecto al régimen de Maduro, lo que indica que Washington está preparando nuevas medidas militares a medida que se expande su presencia en el Caribe.
"Más o menos me he decidido", dijo el presidente a los periodistas a bordo del Air Force One cuando le preguntaron sobre las recientes discusiones de alto nivel dentro de su administración con respecto a Venezuela y la acumulación de fuerzas estadounidenses cerca de sus costas. Añadió: "No puedo decirles qué será".
Poderes de guerra
No está claro si la administración tiene la intención de intensificar las operaciones militares contra el régimen de Maduro, o si el Congreso aprobaría tal medida.En virtud de la Ley de Poderes Bélicos de 1973, se imponen varias restricciones a la autoridad del presidente para enviar tropas estadounidenses a zonas de hostilidades, entre ellas la obligación de informar al Congreso en un plazo de 48 horas tras el despliegue de las tropas y la limitación de la acción a 60 días.
En ese momento, el Congreso debe emitir una declaración formal de guerra para continuar con el despliegue.
Una reciente iniciativa del Congreso para limitar el despliegue mediante una resolución sobre los poderes bélicos fracasó en el Senado por 49 votos contra 51. Dos republicanos, los senadores Rand Paul (R-Ky.) y Lisa Murkowski (R-Alaska), se unieron a los demócratas para respaldar la medida.
Otros republicanos indicaron en ese momento que no estaban dispuestos a censurar las acciones del gobierno hasta el momento, pero señalaron que su postura podría cambiar si el despliegue se intensificaba o se prolongaba.















