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(Sanja Radin/Shutterstock)

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Cómo diferenciar la depresión de la tristeza y brindar apoyo a quienes la padecen

La depresión es más que sentirse triste: Comprender los síntomas, ofrecer un apoyo significativo y fomentar hábitos saludables puede marcar la diferencia

SALUDPor Connie Lai y JoJo Novaes
27 de mayo de 2025, 7:35 p. m.
| Actualizado el27 de mayo de 2025, 7:35 p. m.

"Tómate las cosas con calma" es algo que se le suele decir a quienes se sienten deprimidos. Sin embargo, para aquellas personas que sufren depresión, este consejo puede parecer frustrante y poco realista. La depresión es mucho más grave que la tristeza habitual, pero ¿cómo podemos diferenciarlas?

En el programa "She Health" de NTDTV, el Dr. Liu Zongxian, director de psiquiatría de la sucursal de Songde del Hospital de la Ciudad de Taipéi, compartió información esencial sobre cómo diagnosticar la depresión, apoyar a los seres queridos y prevenir las recaídas.

La depresión: es más que sentirse triste

Todo el mundo se siente triste o deprimido a veces y estos sentimientos suelen desaparecer con el tiempo. Sin embargo, la depresión es una afección que no desaparece y puede ser causada por factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. Por ejemplo, los niveles bajos de serotonina en el cerebro pueden provocar depresión.

Liu afirma que los síntomas de la depresión pueden identificarse a través de cuatro aspectos clave, que se recuerdan con el acrónimo "ABCD":

A: Afecto (emoción): los pacientes con depresión suelen estar de muy mal humor, sentir falta de energía y mostrar una disminución de la vitalidad general.

B: Comportamiento: las personas deprimidas pueden volverse retraídas, evitar salir y perder interés en actividades que antes disfrutaban.

C: Cognición (pensamiento): la depresión puede afectar la concentración y la claridad mental; quienes antes eran perspicaces, pueden parecer distraídos o mentalmente lentos.

D: Impulso (motivación fisiológica): la depresión puede causar problemas para dormir, como insomnio o exceso de sueño, disminución del deseo sexual, falta de apetito y una falta general de motivación.

Liu señaló que, incluso si se presentan los síntomas anteriores, es importante su duración. Si los síntomas se deben a un bajón temporal sin desequilibrio químico, pueden mejorar gradualmente al cabo de una o dos semanas. Sin embargo, si los síntomas duran más de dos semanas, pueden ser un signo de depresión clínica, por lo que se recomienda consultar a un psiquiatra.

La forma correcta de apoyar a alguien con depresión

Liu mencionó que se había encontrado con familiares de pacientes deprimidos que los regañaban, criticaban o sermoneaban, acciones que solo empeoraban la situación y añadían presión.

Hizo hincapié en que los cuidadores deben centrarse en acompañar y escuchar. Por ejemplo, si al paciente le gustan ciertas actividades, únete a él. Si no le interesan, habla de cosas que solía disfrutar y recuerda experiencias positivas para ayudarle a cambiar gradualmente su estado de ánimo.

Mientras escuchas, puedes preguntar con delicadeza qué quiere decir el paciente, qué dificultades está atravesando y cómo se siente en ese momento. Mantén siempre una actitud de "estamos a tu lado" para transmitir tranquilidad y seguridad.

Liu recordó a los cuidadores que no deben dominar las conversaciones ni retirarse por completo, sino mantenerse flexibles. Hizo hincapié en que la empatía de los cuidadores es extremadamente importante. Por ejemplo, se puede decir "pareces triste" y luego preguntar qué le preocupa. Este enfoque puede ayudar a la persona a sentirse vista y comprendida. Sin embargo, si el paciente no se encuentra preparado para hablar, puede sacar a relucir intereses pasados o recuerdos felices para ayudarle a sentir que todavía hay aspectos positivos de la vida con los que conectar.

Los cuidadores no deben intentar solucionar todos los problemas emocionales, ya que eso rara vez es posible. El objetivo es animar al paciente a abrirse. Aunque los problemas no se resuelvan, el simple hecho de expresarlos puede suponer un alivio.

Cuando un paciente comparte una historia, la está reviviendo. Pueden ser momentos en los que se sintieron impotentes, desesperados o abrumados. Sin embargo, al volver a contar el suceso con un cuidador que le ofrece apoyo, comprensión y paciencia, el paciente puede empezar a deshacer poco a poco el nudo de su corazón y sentir alivio. Liu afirma que esta es también una técnica habitual en psicoterapia.

Un recordatorio para los cuidadores: cuídense también a ustedes mismos

Liu aconseja a los cuidadores que vigilen su propio bienestar. Involucrarse demasiado emocionalmente puede provocar culpa o agotamiento, especialmente si el estado del paciente empeora. Si ayudar a alguien empieza a resultar abrumador, es importante buscar el apoyo de otras personas, ya sean amigos, familiares o profesionales.

Cuando un caso se vuelve demasiado difícil de manejar, es señal de que se necesita ayuda profesional. Un médico puede evaluar el estado del paciente y discutir con el cuidador las opciones para seguir adelante.

¿Qué pasa si la persona se niega a ver a un médico?

Si alguien se resiste al tratamiento, Liu sugiere centrar los cuidados en tratar síntomas específicos, como el insomnio o la pérdida de apetito, en lugar de la depresión en sí. Otra opción es que alguien que se haya recuperado de la depresión hable con la persona afectada para animarla y mostrarle que es posible mejorar.

Si las estrategias anteriores no dan resultado, algunos hospitales ofrecen visitas a domicilio de un médico, lo que puede ser un último recurso útil.

Cómo acelerar la recuperación y prevenir la depresión

Si bien el tratamiento profesional es esencial, los hábitos diarios también desempeñan un papel fundamental en la recuperación y la prevención.

1. Ponte en movimiento

Liu señaló que el ejercicio ayuda al cerebro a liberar serotonina y dopamina. Cuanto más se mueve, menor es el riesgo de desarrollar depresión. El ejercicio y la exposición regular a la luz solar también son fundamentales para prevenir las recaídas.

Un metaanálisis publicado en la revista American Journal of Psychiatry reveló que las personas físicamente activas tienen menores índices de depresión en todas las edades y regiones.

Sin embargo, las personas con depresión grave pueden sentirse demasiado agotadas para hacer ejercicio. Liu aconseja animarlas y generar confianza en ellas en lugar de obligarlas a salir. En muchos casos, el apoyo constante conduce a una voluntad gradual de intentarlo.

2. Nutrir el cerebro

El triptófano, un precursor de la serotonina, es vital para la salud mental. La insuficiencia de triptófano limita la síntesis de serotonina, lo que afecta el funcionamiento normal del sistema nervioso.

Liu recomienda comer alimentos ricos en triptófano, como avena, frutos secos, salmón y aceite de pescado, para favorecer la serotonina y mejorar el estado de ánimo. Sin embargo, en algunos casos, el cerebro puede ser incapaz de sintetizar la serotonina correctamente, por lo que incluso una ingesta elevada de triptófano puede no resolver la depresión por sí sola.

3. Medicación: proceder con precaución

Los antidepresivos pueden cambiar la vida de muchas personas, pero no están exentos de riesgos. Liu hizo hincapié en que todos los medicamentos tienen efectos secundarios potenciales y que cualquier síntoma preocupante debe comunicarse al médico inmediatamente.

Los estudios demuestran que el uso prolongado de antidepresivos se asocia con un mayor riesgo de enfermedad coronaria, mortalidad cardiovascular y mortalidad por todas las causas.

A diferencia de los somníferos, la mayoría de los antidepresivos no son adictivos. Liu afirma que las personas con depresión grave pueden sentirse mucho mejor después de tres o cuatro semanas de tratamiento, pero no deben dejar de tomar la medicación en ese momento. Interrumpir el tratamiento demasiado pronto puede provocar una recaída, a menudo más grave que el episodio inicial.

En general, las personas con depresión grave deben seguir tomando antidepresivos durante al menos seis meses. Si muestran mejoras significativas, la dosis puede reducirse gradualmente o suspenderse bajo supervisión médica.

La empatía es la mejor medicina

Ayudar a alguien a superar la depresión requiere paciencia, empatía y persistencia. No se trata de ofrecer soluciones rápidas, sino de estar presente y ser constante. Con el apoyo adecuado y la ayuda profesional cuando sea necesario, la curación se convierte en un objetivo real y alcanzable.


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