Un panel asesor afirmó que el Congreso debería convertir en ley la orden ejecutiva del presidente Donald Trump de 2020 que suspende el estatus comercial especial de Hong Kong, citando el "control político completo" de China sobre la ciudad y su entorno regulatorio.
La recomendación aparece en el informe anual de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad entre Estados Unidos y China, publicado el 18 de noviembre. La comisión —un organismo independiente creado por el Congreso en 2000— asesora a los legisladores sobre las implicaciones para la seguridad nacional de las relaciones económicas y comerciales entre las dos economías más grandes del mundo.
La sección dedicada a Hong Kong ocupa 12 páginas del informe de la comisión, que consta de más de 700 páginas. Describe cómo, en los cinco años transcurridos desde la entrada en vigor de la Ley de Seguridad Nacional impuesta por Beijing, Hong Kong se ha ido asemejando cada vez más a cualquier otra ciudad de la China continental, tanto en su sistema político como económico.
La Ley de Seguridad Nacional se introdujo en 2020 con el pretexto de restablecer el orden público tras las multitudinarias protestas contra un proyecto de ley que habría permitido la extradición a China. En la práctica, la ley se ha utilizado para arrestar, procesar y silenciar a los desidentes —tanto en Hong Kong como en el extranjero— por una amplia gana de actividades previamente protegidas que ahora se clasifican como "subversión". En 2024, la legislatura de Hong Kong aprobó la Ordenanza del Artículo 23, que amplía aún más la vigilancia de Beijing al obligar a los funcionarios locales a cooperar con las agencias de la China continental y penalizar otras formas de expresión política.
Con estas leyes en vigor, Hong Kong está ahora sujeto al mismo nivel de represión contra la libertad de expresión y de reunión que la China continental gobernada por el régimen comunista, afirmó la comisión.
Un buque portacontenedores atracado en la terminal de contenedores de Kwai Chung en Hong Kong el 10 de abril de 2025. (Peter Parks/AFP vía Getty Images)"China ha incumplido por completo su promesa de preservar un grado significativo de autonomía para Hong Kong bajo el principio de 'Un país, dos sistemas', dejando los vestigios del estado de derecho y la independencia judicial como una fina capa", señala el informe.
Económicamente, señala el informe, Hong Kong se ha vuelto más dependiente de China continental y se ha alineado cada vez más con las prioridades de Beijing. La ciudad incluso comienza a mostrar algunas de las propias tensiones económicas de China, incluyendo un débil gasto de los consumidores y una prolongada recesión del mercado inmobiliario.
Al mismo tiempo, los sectores profesionales y financieros de Hong Kong cuentan con una creciente presencia de empresas de China continental, a medida que las empresas extranjeras reducen sus operaciones. La fuerza laboral de la ciudad también ha cambiado: más del 90 % de los solicitantes del programa de visados Top Talent de Hong Kong provienen ahora de China continental, muchos de ellos buscando una vía para obtener la residencia permanente.
A pesar de sus esfuerzos por integrar plenamente Hong Kong, China sigue promoviendo la imagen de la ciudad como un centro financiero autónomo y diferenciado. Sin embargo, la intervención de Beijing este año en la venta de los activos portuarios de CK Hutchison Holdings demuestra hasta qué punto los intereses chinos influyen en el ámbito comercial de Hong Kong, según el informe.
En marzo, CK Hutchison, con sede en Hong Kong, anunció un plan para vender sus operaciones portuarias en el extranjero, incluidas las terminales en ambos extremos del Canal de Panamá, a un consorcio liderado por la gestora de activos estadounidenses BlackRock, después de que la administración Trump expresara su preocupación de que Beijing pudiera ejercer control sobre estos puertos estratégicos mediante entidades chinas. En los meses siguientes, los reguladores chinos presionaron a CK Hutchison para frustrar la venta, antes de intentar incluir a la empresa estatal China COSCO Shipping Corp. en el acuerdo.
Según la comisión, para las empresas estadounidenses que operan en Hong Kong, esto debería servir de advertencia sobre hasta qué punto llegaría Beijing para interferir en las decisiones comerciales de las empresas privadas con sede en la ciudad cuando están en juego sus prioridades estratégicas.
"Si bien estas acciones han afectado principalmente a las empresas nacionales de Hong Kong hasta la fecha, las empresas extranjeras que operan en Hong Kong deben tener cuidado al confiar en Hong Kong como una jurisdicción comercial independiente con las protecciones del estado de derecho", advirtió.
Entre las más de dos docenas de recomendaciones al Congreso, la comisión instó a los legisladores a codificar las órdenes ejecutivas de Trump relacionadas con Hong Kong, incluidas las sanciones dirigidas a funcionarios acusados de socavar la autonomía de la ciudad, la suspensión de los privilegios comerciales especiales de Hong Kong y los requisitos para realizar evaluaciones anuales de las condiciones de derechos humanos y estado de derecho.
La comisión afirmó que la codificación de estas medidas impediría que futuras administraciones las revocaran sin la aprobación del Congreso.
La comisión también recomendó que, dado el creciente papel de Hong Kong como centro para la evasión de sanciones en beneficio de Rusia, Irán y Corea del Norte, el Congreso debería exigir a Hong Kong el cumplimiento de las sanciones estadounidenses para mantener su estatus como centro de compensación extraterritorial de dólares estadounidenses. Asimismo, solicitó sanciones secundarias contra las instituciones financieras chinas y de Hong Kong que facilitan las transacciones ilícitas, así como la creación de un grupo de trabajo interinstitucional permanente para desarticular las redes de evasión que operan a través de la ciudad.
En respuesta, el gobierno de Hong Kong emitió un extenso comunicado el 19 de noviembre acusando a la comisión de realizar "ataques y difamaciones infundadas".
"El [Gobierno de Hong Kong] salvaguarda firmemente la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo, y cumple plena y fielmente con esta máxima prioridad del principio de 'Un país, dos sistemas'", afirmó, reiterando la retórica oficial habitual.
















