El régimen comunista chino dijo que el fentanilo es un problema interno de EE. UU. y no responsabilidad de China.
La declaración llegó cuando los dos países alcanzaron una tregua en la guerra de aranceles tras las conversaciones en Ginebra, Suiza, el 12 de mayo. Sin embargo, no se ha levantado el arancel del 20 % impuesto por EE. UU. a los productos chinos relacionados con el fentanilo ilícito.
En la rueda de prensa habitual del Ministerio de Asuntos Exteriores chino celebrada el 13 de mayo, al preguntar sobre los aranceles relacionados con el fentanilo, el portavoz Lin Jian dijo que “el fentanilo es un problema de Estados Unidos, no de China”.
También acusó a Estados Unidos de imponer aranceles injustos a China por el tema del fentanilo y exigió que Estados Unidos deje de culpar a China por la crisis del fentanilo.
El 14 de mayo, cuando se le preguntó de nuevo sobre los aranceles relacionados con el fentanilo, Lin dijo que, después de que Estados Unidos impuso dos rondas de aranceles a productos chinos por el tema del fentanilo, China respondió con medidas arancelarias y no arancelarias que “siguen en vigor”.
Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo para reducir la mayoría de los aranceles establecidos desde abril. Sin embargo, no llegaron a un pacto sobre los aranceles relacionados con el fentanilo durante las conversaciones en Ginebra, pese a que los funcionarios estadounidenses dejaron clara la importancia de combatir esta sustancia letal.
Wang He, un observador de China con sede en Estados Unidos, dijo a The Epoch Times el 14 de mayo que Estados mantiene una postura firme sobre el fentanilo, lo que ejerce gran presión sobre el Partido Comunista Chino (PCCh).
"Esta vez se ha alcanzado un acuerdo comercial temporal, pero no se ha modificado el arancel del 20 % vinculado al fentanilo, lo que significa que Estados Unidos exige al PCCh acciones más concretas", afirmó Wang.
Dijo que, por un lado, el PCCh no parece dispuesto a hacer nada sobre el fentanilo, ya que forma parte de su guerra no convencional contra Estados Unidos; y, por otro lado, le resulta muy difícil actuar.
“Así que hizo que el Ministerio de Relaciones Exteriores adoptara un tono muy duro, mientras que durante las negociaciones con Estados Unidos, los funcionarios del Partido Comunista Chino mostraron una tendencia a cooperar. Quieren aliviar la situación temporalmente con ese doble juego”, dijo Wang.
Xu Zhen, una profesional sénior del mercado de capitales de China, señaló la falacia en la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores del Partido Comunista Chino el 14 de mayo.
"Si seguimos la lógica de la declaración del PCCh, entonces, en relación con la Guerra del Opio de hace más de 100 años, los británicos podrían haber respondido con la misma seguridad que el Partido Comunista Chino, diciendo que ‘Gran Bretaña no tiene un problema de opio’. La crisis de opio en China no la causó Gran Bretaña. Simplemente culpar a Gran Bretaña no resolverá los problemas de China”, dijo Xu a The Epoch Times.
Sun Kuo-hsiang, profesor de Asuntos Internacionales y Negocios en la Universidad Nanhua de Taiwán, dijo que “la afirmación del Partido Comunista Chino de que el tema del fentanilo es un asunto interno de Estados Unidos y no tiene nada que ver con China es insostenible”.
“Aunque la epidemia de fentanilo en Estados Unidos es un problema estructural interno, China lleva tiempo siendo la principal fuente de fentanilo y químicos relacionados en la cadena de suministro. La propia China admitió que sus empresas pueden participar en el comercio de fentanilo. En 2019, cooperó con la primera administración Trump para anunciar el control integral de sustancias de fentanilo, lo que demuestra que China conoce su responsabilidad”, dijo Sun a The Epoch Times el 14 de mayo.
El Departamento de Justicia acusó a la empresa china CapsulCN International Ltd. y a tres ciudadanos chinos el 12 de mayo de 21 cargos de importación ilegal de equipos para la fabricación de pastillas en Estados Unidos con el fin de fabricar sustancias controladas.
Los funcionarios de Estados Unidos prometieron en el anuncio del Departamento de Justicia (DOJ) aplicar “todo el peso de la justicia contra quienes conspiren para envenenar a nuestras comunidades con fentanilo”.
Sun afirmó que exponer el papel real de las empresas chinas en el tema del fentanilo por vías judiciales muestra que Estados Unidos tiene pruebas concretas de la participación de China.
“Si China sigue eludiendo su responsabilidad, perderá aún más credibilidad en la comunidad internacional y en las negociaciones económicas y comerciales”, dijo Wang. “El Partido Comunista Chino usa la cooperación antidrogas como ficha de negociación en la geopolítica, lo que provocará que Occidente lo examine con mayor rigor y acelere la des-PCChización de la cadena de suministro global”.
Sun afirmó que el fentanilo ha desempeñado un papel importante como palanca estratégica en la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China.

Cuatro escenarios para la guerra arancelaria entre EE. UU. y China
Dado que la guerra arancelaria entre EE. UU. y China ha entrado en una nueva fase durante la tregua de 90 días, Sun afirmó que hay cuatro escenarios posibles para su evolución futura.“El primer escenario es una solución a corto plazo y una confrontación a largo plazo. A corto plazo, pueden reducirse los aranceles, reanudarse las entregas de aviones Boeing y abrirse algunos mercados, pero no se resolverán las diferencias de fondo”, dijo Sun.
El segundo escenario, dijo Sun, es “una escalada de la confrontación total. Si las negociaciones se rompen durante la tregua de 90 días, Estados Unidos reiniciará aranceles integrales e intensificará la contención tecnológica, y China responderá prohibiendo empresas estadounidenses o controlando la exportación de materias primas”.
El tercer escenario es “un compromiso limitado para reactivar la primera fase del acuerdo, es decir, China acepta hacer ciertas concesiones y Estados Unidos promete estabilizar su política arancelaria, y ambas partes restauran una estructura estable similar a la del primer mandato de Trump”, dijo Sun.
El último escenario, explicó, es que “el multilateralismo reemplace al bilateralismo y Estados Unidos se apoye en sus aliados para rodear a China. Es decir, Estados Unidos fortalece la cooperación con la Unión Europea, Japón, Corea del Sur y el G7 para contener al Partido Comunista Chino con normas, mientras China busca espacio de maniobra en el llamado Sur Global”.
Sun dijo que “la esencia de la guerra de aranceles es la competencia institucional, no un simple conflicto comercial”.
“La situación actual entre Estados Unidos y China es solo un alivio temporal de tensiones y una reconciliación superficial, pero la tendencia a largo plazo seguirá siendo una guerra económica fría”, dijo.
Con información de Luo Ya y Ning Haizhong.
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