Manifestantes pacíficos se unieron desde Argentina a los eventos mundiales para pedir el fin de la persecución a la disciplina espiritual Falun Dafa que el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó hace 26 años contra millones de personas que practican la meditación y los principios de verdad, compasión y tolerancia.
“Es una de las mayores campañas de persecución religiosa que han ocurrido en el mundo" en los últimos años, dice FalunInfo, el sitio web del centro de información sobre los abusos a los derechos humanos de quienes practican Falun Dafa.
El sitio agrega que “Millones de personas inocentes en China han sido despedidas de sus trabajos, expulsadas de la escuela, encarceladas, torturadas o asesinadas simplemente por practicar Falun Dafa”.
Mientras persisten en su fe, los practicantes perseguidos viven enfrentando esos riesgos constantes desde que en 1999 el entonces líder del PCCh, Jiang Zemin, lanzó una amplia campaña para eliminar a Falun Dafa.
Para informar y pedir que esta persecución finalice, con pancartas, estandartes y banderas los practicantes argentinos se manifestaron pacíficamente el viernes 18 y el lunes 21 de julio frente al consulado chino.

El domingo 20 de julio —fecha que marca el inicio de la persecución a Falun Dafa en China— realizaron un evento especial en el Barrio Chino de Buenos Aires, donde hace más de dos décadas se manifiestan pacíficamente cada fin de semana.
El Barrio Chino es uno de los principales atractivos turísticos de la capital del país que suele ser muy concurrido durante los fines de semana, y este 20 de julio, coincidiendo con el inicio de las vacaciones de invierno, estaba colmado de visitantes, muchos de los cuales quisieron conocer Falun Dafa.

Con la información que los practicantes argentinos exhibieron y proporcionaron, los visitantes conocieron los beneficios de esta disciplina espiritual de la Escuela Buda, así como lo que sucede durante la persecución que enfrentan sus practicantes en China, y la persecución trasnacional del PCCh hacia practicantes fuera de China, incluyendo Argentina.

Personas de todas las edades se acercaron para leer los carteles y pedir información sobre la persecución, y la sorpresa generalizada del público surgió al saber que en pleno siglo XXI prevalece una represión tan brutal y sistemática por motivos religiosos.
"Que el PCCh esté torturando personas me parece terrible”. dijo Joselin, una estudiante de secundaria, después de conocer detalles sobre la persecución.
Frente al consulado chino, los practicantes colgaron banderas con las frases: “Falun Dafa es bueno” y “Detengan el genocidio en China contra 100 millones de practicantes de Falun Dafa”. También mostraron carteles en las esquinas, mientras los autos estaban detenidos por el semáforo.

La embajada queda cerca de un acceso por autopista a la Ciudad de Buenos Aires, donde pasan muchos automóviles y los practicantes entregan folletos a los conductores. Los automovilistas agradecieron y dieron su apoyo al conocer sobre Falun Dafa y la persecución injusta que sufren sus creyentes bajo el régimen comunista.
El conductor de un taxi dijo: “Lamentablemente, no es de extrañar que el comunismo persiga a la gente por su fe, siempre los veo acá, pero ya es hora de que esto [la persecución] termine”.

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