(smolaw/Shutterstock)

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SALUD MENTAL

6 hábitos que le pueden ayudar a calmar el pensamiento excesivo y detonar la autoconfianza

Con la práctica podemos cultivar la decisión, frenar los pensamientos excesivos y pasar al alivio que proporciona la acción

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6 de diciembre de 2025, 12:20 a. m.
| Actualizado el6 de diciembre de 2025, 12:52 a. m.

¿Tiene que leer varias docenas de reseñas en Amazon, comparar al menos cinco productos y luego tomarse unos días para pensar cuál de ellos comprará?

¿Pasa más tiempo planificando sus sueños y metas que el que dedica para hacerlos realidad?

Si es así, no está solo.

Pensar demasiado es un problema común con el que muchos lidiamos. Vivimos en un mundo con más opciones e información que nunca, y para algunas personas, analizar todo puede parecer un trabajo de tiempo completo.

Lamentablemente, pensar demasiado no sólo puede retrasar sus decisiones. También puede crear efectos posteriores que afecten su bienestar.

Cuanto más tiempo pasamos atrapados en nuestros pensamientos, más desgastamos nuestra autoconfianza. Incluso podríamos abandonar una serie de proyectos inconclusos y relaciones tensas por nuestra incapacidad para escapar de los interminables "qué hubiera pasado si...", "pero...", y "tal vez...".

Aunque todavía tengo problemas con esto de vez en cuando, he logrado grandes avances reduciendo mi tendencia crónica a pensar demasiado. Y siento que si yo puedo hacerlo, usted también puede lograrlo.

Comencemos examinando las tres causas fundamentales de la mayoría de los pensamientos excesivos, seguidas de los seis consejos que me han resultado más útiles en mi avance.

3 razones principales por las que pensamos demasiado

Pensar demasiado es la forma en que nuestra mente lidia con algo que no nos parece del todo bien. El instinto no es del todo erróneo. De hecho, deberíamos reflexionar más sobre algo que nos genera incertidumbre.

El problema surge cuando este mecanismo se convierte en el estándar para casi todas las decisiones y nos inmoviliza.

Hay tres emociones poderosas que nos impulsan a pensar demasiado:

1. No nos gusta la incertidumbre

La incertidumbre es lo que más me paraliza. Detesto tener que actuar antes de sentirme listo, antes de haber tenido tiempo de analizar todos los problemas que podrían surgir. Sin embargo, cuanto más pienso en cada escenario posible, más pierdo la confianza y el impulso para hacer lo que corresponde.

2. Tenemos miedo de cometer errores

A veces pensamos demasiado porque es más seguro y fácil que actuar. Mientras planificamos, nuestras ideas se sienten claras y el camino parece estar destinado al éxito. Sin embargo, el mundo de la acción no es tan ordenado; es un lugar donde los errores y el fracaso son una posibilidad real.

3. Nos falta confiar en nosotros mismos

Si en el pasado ha tenido dificultades para llevar a la realidad sus planes, o ha tomado una serie de decisiones que resultaron ser erróneas, es fácil que la indecisión se infiltre a la hora de tener que decidir. Si permitimos que esta indecisión se convierta en miedo, puede colocarnos en la inmovilidad y mantenernos estancados. Necesitamos tomar decisiones y aprender de ellas para fortalecer nuestra confianza.

6 trucos para convertirse en una persona de acción

¿Qué es lo opuesto a pensar demasiado? Es convertirse en una persona de acción. Cuanto más observo a las personas que respeto, más me doy cuenta de que ellas aprenden principalmente haciendo. Desarrollan una idea o hipótesis con un 80 % de confianza y luego la perfeccionan mediante la acción.

La diferencia radica en que quien piensa demasiado cree que puede eliminar toda la incertidumbre antes de actuar. El ciclo de retroalimentación de la acción es tan rápido que, a la larga, quienes actúan logran más progresos. Gracias a su disposición a aprender y a adaptarse, sus errores no son tan costosos como los de quien piensa demasiado y se compromete excesivamente con un determinado camino.

En mi transición de pensador excesivo a aspirante a persona de acción, he recopilado algunos trucos que me han ayudado a tomar decisiones más rápido y con menos arrepentimiento. Los comparto para inspirarle a experimentarlos y a encontrar lo qua a usted le podría funcionar.

1. Reconozca el precio de la inacción

Un gran avance para mí fue darme cuenta de que mi pensamiento excesivo me hacía infeliz y me impedía aprovechar mucho más rápido el ciclo de retroalimentación del aprendizaje basado en la experiencia. En muchas ocasiones, no querer desperdiciar más de mi valioso tiempo de esta manera me ha impulsado a actuar.

2. Tome decisiones en plazos determinados

Cuando tengo trabajo que hacer, casi siempre me fijo un plazo para terminarlo. Los plazos que me impongo me obligan a tomar decisiones más rápido que si hubiera dejado los plazos abiertos. Ponerme un límite de tiempo me anima a priorizar el progreso sobre la perfección.

3. Fortalezca su intuición

Una de las mejores maneras de tomar decisiones más rápidas es pensarlas menos. Confíe en su intuición (o instinto) para determinar la mejor estrategia. La intuición es una habilidad que se puede desarrollar como cualquier otra. Aunque suene arriesgado, lo mejor es empezar con decisiones de menor impacto, como hacer pequeñas compras en Amazon o elegir un plato en un restaurante.

4. Aumente su confianza

La confianza es fundamental para tomar decisiones con mayor rapidez. Cuanto más confíe en usted mismo para tomar una buena decisión y para hacerla realidad, menos tentado estará a pensar demasiado en ello.

Aquí tiene algunos consejos rápidos para desarrollar su confianza:

-Haga ejercicio diariamente y comience a comer mejor.

-Duerma lo suficiente para sentirse descansado.

-Mantenga su entorno visualmente limpio y bien organizado.

-Cuide su higiene personal para lucir lo mejor posible.

-Esfuércese al máximo para mejorar un área de su vida e identifique sus avances.

5. Salga de sus pensamientos excesivos

Pensar demasiado suele comenzar con un deseo legítimo de investigar un área desconocida, pero puede convertirse en un ciclo interminable de cavilación. Para romper este ciclo, intente mantener la misma conversación con un amigo sensato o escriba sus pensamientos en un diario. Ambos ejercicios aportan claridad y enfoque a sus pensamientos, algo que a veces es más difícil obtener solo adentro de su mente.

6. Llene su día con actividades significativas

En definitiva, buscar una vida con sentido me ha funcionado bien. Mi tendencia a pensar demasiado se vio gravemente afectada una vez que tuve muy claras mis metas y mi propósito en la vida y cuando comencé a llenar mis días de progresos en estas áreas.

Una de las principales causas de pensar demasiado es no tener una razón lo suficientemente fuerte para tomar decisiones y para actuar. Cuando lo tenga claro y desee algo con ahínco, encontrará la confianza y audacia que hasta entonces no conocía.


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