Un día, mi hija mayor, que entonces tenía cinco años, me preguntó si los adultos podían comer dulces cuando quisieran.
Cuando descubrió que sí, declaró que estaba deseando ser adulta.
A esa edad, un niño puede imaginar que el azúcar y los juguetes pueden hacerle feliz para siempre. Como adultos, sabemos que esos placeres por sí solos no pueden proporcionar una vida plena.
Desafortunadamente, muchos de nosotros cambiamos el azúcar por el concepto de "felicidad" e imaginamos que algo tan simple y unidimensional como las experiencias emocionales positivas pueden satisfacer completamente nuestras necesidades más profundas.
Podemos creer sinceramente que otros valores guían nuestra toma de decisiones, pero, en la práctica, nuestras decisiones están influenciadas por lo que nos proporciona el mayor placer en cada momento.
Quizás, para ser más precisos, están moldeadas por aquello que promete ayudarnos a evitar las cosas que nos hacen infelices, como el aburrimiento, la incomodidad, la incertidumbre o el simple trabajo duro.
Por qué la felicidad hedónica no es suficiente
Hay muchas definiciones de felicidad dependiendo del contexto y de con quién se hable. Algunas son bastante densas y han demostrado ser guías más sólidas para llevar una vida mejor.La mayor parte de mi cautela se dirige contra la felicidad hedónica, que consiste en intentar maximizar el placer y minimizar el dolor. No es una filosofía que la mayoría de la gente proclame abiertamente como su estrella polar, sino más bien una en la que caemos porque se ajusta a nuestros instintos y tiende a convertirse en nuestra opción predeterminada.
Tres razones por las que la felicidad hedónica se queda corta
Esa felicidad no es errónea en sí misma, pero no es suficiente. La felicidad hedónica:1. Depende demasiado de factores externos
Basta con mirar el mundo para darse cuenta de que está lleno de sufrimiento sin sentido. Aunque podemos hacer lo posible por mantenernos seguros y saludables, a veces eso no es suficiente. Una visión del mundo basada en una concepción tan simple de la felicidad no se sostiene ante la realidad, no cuando hay tantas cosas fuera de nuestro control.
2. Es demasiado efímera como para construir una vida sobre ella
La felicidad, cuando se define como la maximización del placer y la minimización del dolor, no es lo suficientemente sólida como para construir una vida grande y hermosa sobre ella. Las cimas más altas de la euforia no duran, y no aumentan su valor con el tiempo como lo hacen las inversiones en relaciones y en un trabajo significativo.
3. Descuida otros aspectos de una vida equilibrada
En última instancia, la felicidad no cumple lo que promete porque es solo un aspecto de la buena vida que estamos destinados a disfrutar. No está mal disfrutar del placer y desde luego, no está mal evitar el dolor, pero la vida moderna con todas sus ventajas, ha dado por sentadas estas cosas buenas y ahora las espera a costa de muchas otras.
Los cinco pilares del bienestar
Ampliando su trabajo anterior sobre la resiliencia y el optimismo, el psicólogo Martin Seligman expuso el modelo PERMA de bienestar en su libro de 2011, "Florecer: una nueva visión de la felicidad y el bienestar".En su libro, Seligman sugiere que hay cinco elementos diferentes que constituyen los pilares del sentido general de prosperidad de una persona.
Su contribución al debate sobre el bienestar es la idea de que una evaluación subjetiva de nuestra propia vida no es una simple cosa llamada "felicidad", sino varios componentes diferentes que se unen.
Te animo a que reflexiones sobre estos cinco puntos y pienses cuáles podrías estar descuidando. La buena vida es equilibrada y madura en todos los aspectos de lo que significa ser humano.
1. P: Emociones positivas
Las emociones positivas son algo más que sentirse bien: Incluyen una amplia gama de emociones como la paz, la esperanza, la gratitud, el interés y la alegría. Muchos de estos sentimientos pueden cultivarse y reforzarse según cómo abordemos cada día y enmarquemos los obstáculos de la vida.
2. E: Compromiso
Pocas cosas superan esos momentos en los que estoy escribiendo y pierdo la noción del tiempo. Estoy totalmente comprometido con mi trabajo, completamente absorto en las ideas y funcionando al máximo de mis capacidades. Se puede alcanzar un profundo nivel de compromiso en nuestro trabajo, en nuestros pasatiempos e incluso en nuestras interacciones con otras personas.
3. R: Relaciones
Como seres sociales, estamos hechos para relacionarnos unos con otros. Una vida plena requiere la oportunidad de intimar con los demás, crear amor y ofrecernos apoyo mutuo. Por eso los padres sacrifican tanta libertad para formar una familia: Para crear un lugar donde ellos y los demás puedan pertenecer juntos.
4. M: Significado
Es curioso cómo el deseo de formar parte de algo más grande que nosotros mismos está tan presente en la naturaleza humana. No solo queremos estar cerca de algo grandioso, sino que queremos pertenecer a ello y servirlo. El mundo moderno nos ofrece los deportes profesionales como una forma de dar sentido a la vida, mientras que otros, como la práctica de una fe, prometen algo más enriquecedor.
5. A: Logro
Perseguir metas, ser ambiciosos y esforzarnos por alcanzar la maestría son formas de ir más allá de la comodidad y el placer para lograr algo más. ¿Qué es ese algo más? Es una sensación de logro y la sensación de que hemos contribuido a este mundo. La sensación de logro sigue siendo uno de los grandes regalos de la vida para aquellos que están dispuestos a esforzarse.
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