Una proporción récord de empresas estadounidenses en China congeló sus planes de nuevas inversiones, siendo los aranceles y las relaciones entre Estados Unidos y China algunas de sus principales preocupaciones, según una nueva encuesta.
Otras preocupaciones importantes son los estrictos controles regulatorios del Partido Comunista Chino (PCCh) en el poder, como las restricciones a la exportación, las sanciones y los controles a la inversión; las políticas industriales chinas que favorecen a las empresas nacionales; la desaceleración del crecimiento económico de China y la falta de demanda interna; el opaco entorno empresarial del PCCh; y el exceso de capacidad industrial que está afectando a un amplio abanico de sectores.
Según la encuesta anual, publicada el 16 de julio por el Consejo Empresarial Estados Unidos-China (USCBC), con sede en Washington, más de la mitad de las empresas estadounidenses en China, el 52 por ciento, no tiene planes de invertir en China este año, frente al 20 por ciento del año pasado.
Kyle Sullivan, vicepresidente de servicios de asesoramiento empresarial del USCBC, afirmó que el 52 por ciento es “un récord” y “una novedad que no habíamos observado en encuestas anteriores”.
Un tercio de las empresas (34 por ciento) afirmaron haber reducido o detenido sus inversiones previstas en el país durante el último año, frente al 26 por ciento del año pasado.
La proporción de empresas que obtuvieron beneficios en China se mantuvo estable en los últimos tres años, con un 82 por ciento que declaró haber obtenido beneficios el año pasado, pero solo un 25 por ciento espera mejorar sus márgenes de beneficio en el futuro.
El nivel de pesimismo sobre las perspectivas a cinco años de las empresas se mantiene sin cambios respecto al récord del 29 por ciento registrado el año pasado.
“Las empresas en China son menos rentables ahora que hace años, pero los riesgos, incluidos el riesgo reputacional, el riesgo regulatorio y el riesgo político, están aumentando”, afirmó Sean Stein, presidente de la USCBC.
Principales preocupaciones
La USCBC encuestó a 130 de sus empresas miembro —de las cuales el 43 por ciento declaró unos ingresos en China superiores a 1000 millones de dólares— entre marzo y mayo, en pleno apogeo de la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, que se saldó con aranceles recíprocos de tres dígitos.Según los resultados, el 88 por ciento de las empresas declararon verse afectadas por las tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos.
Más de dos tercios de las empresas (68 por ciento) afirmaron verse afectadas por los aranceles. La USCBC señaló que el impacto total podría ser mayor, ya que varias empresas respondieron a la encuesta antes de que la Administración Trump anunciara los aranceles recíprocos en abril.
Alrededor del 43 por ciento de las empresas afirmaron verse afectadas por los controles a la exportación y las sanciones, el mismo nivel que el año anterior. La proporción de empresas no afectadas disminuyó del 44 por ciento al 41 por ciento, mientras que el 17 por ciento afirmó no estar segura, frente al 13 por ciento del año pasado.
La USCBC afirmó que los resultados sugieren que el impacto de los controles a la exportación se está extendiendo más allá de la industria de los semiconductores.
Casi todas las empresas (88 por ciento) afirmaron estar preocupadas por la economía china. Alrededor de tres cuartas partes (74 por ciento) manifestaron su preocupación por la falta de demanda interna y los problemas de exceso de capacidad, que afectaron principalmente a los sectores industriales upstream y se extendieron a sectores como los bienes de consumo y la atención sanitaria.
De las empresas afectadas por el exceso de capacidad, el 81 por ciento informó de deflación en su sector, según la USCBC.
Alrededor del 80 por ciento de las empresas afirmaron saber o sospechar que sus competidores chinos reciben beneficios o subvenciones.
Según la encuesta, las ventajas para las empresas chinas incluyen un trato preferencial en la financiación y las subvenciones gubernamentales, beneficios fiscales, acceso a contratos públicos, licencias y autorizaciones, aplicación de políticas y menores costes de terrenos y servicios públicos.
Las empresas informaron sobre una ligera mejora en la protección de la propiedad intelectual, el 52 por ciento afirmó que la situación se mantiene sin cambios y el 36 por ciento dijo que ha mejorado ligeramente.
Aproximadamente una de cada ocho empresas (12 por ciento) afirmó haber sido presionada para revelar o transferir su propiedad intelectual a China con el fin de acceder al mercado.
La mayoría de las empresas encuestadas (82 por ciento) llevan más de 20 años operando en China y casi todas (91 por ciento) afirmaron que sus operaciones en este país siguen siendo importantes para su competitividad a nivel mundial.
Con información de The Associated Press.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí