A un alto ejecutivo de Wells Fargo, ciudadano estadounidense, se le prohibió salir de China, renovando la preocupación por hacer negocios en el país comunista.
Los analistas dicen que, en medio de las continuas tensiones entre China y Estados Unidos y los intensos conflictos internos del Partido Comunista Chino (PCCh), los riesgos de seguridad que enfrentan los empresarios extranjeros en China están aumentando considerablemente.
A Chenyue Mao, director del negocio internacional de factoring de Wells Fargo, con sede en Estados Unidos, se le prohibió salir de China tras entrar en el país en las últimas semanas. Mao nació en Shanghái y ahora vive en Atlanta. El gigante bancario estadounidense reportó que había suspendido todos los viajes a China tras el incidente.
"Estamos siguiendo de cerca esta situación y trabajando a través de los canales adecuados para que nuestro empleado pueda regresar a Estados Unidos lo antes posible", declaró Wells Fargo en un comunicado el 17 de julio.
"Hemos expresado nuestra preocupación a las autoridades chinas por el impacto que las prohibiciones arbitrarias de salida del país a ciudadanos estadounidenses tienen en nuestras relaciones bilaterales y los hemos instado a que permitan inmediatamente el regreso a casa de los ciudadanos estadounidenses afectados", declaró un portavoz de la embajada de Estados Unidos en Pekín. La embajada china no quiso comentar los detalles del caso.
China suele detener a personas acusadas de espionaje y delitos económicos, "pero los cargos suelen carecer de transparencia o pruebas, y se utilizan más como arma diplomática", declaró Yeh Yao-Yuan, profesor de Ciencias Políticas y Estudios Internacionales de la Universidad de St. Thomas, a The Epoch Times el 18 de julio. La "diplomacia de rehenes" se ha convertido en una práctica habitual del PCCh, dijo.
Yeh afirmó que, a medida que continúan las tensiones comerciales y la competencia tecnológica entre Estados Unidos y China, "esta práctica puede tener como objetivo servir de moneda de cambio, pero solo servirá para deteriorar aún más el entorno empresarial y llevar a las empresas extranjeras a reevaluar los riesgos de invertir en China".
Una serie de incidentes similares
El caso de Mao es el último de varios incidentes en los que se ha prohibido salir de China o se ha detenido a empresarios extranjeros.El 16 de julio, un tribunal de Beijing condenó a tres años y medio de prisión por espionaje a un empleado japonés de Astellas Pharma.
Las autoridades registraron la oficina de la empresa estadounidense Mintz Group en Beijing en marzo de 2023, detuvieron a sus empleados y multaron a la empresa con 1.5 millones de dólares. Los empleados fueron puestos en libertad en marzo después de dos años de detención.
Leon Wang, presidente de AstraZeneca China, está detenido e investigado desde diciembre de 2024 por el régimen chino, y se ha dado poca información sobre la investigación.
A finales de 2023, a Charles Wang Zhonghe, un alto directivo del banco japonés Nomura Holdings, se le prohibió salir de China durante su visita.

Según una encuesta realizada por la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, el 9% de las empresas encuestadas reportaron dificultades para atraer empleados extranjeros a trabajar en China debido a los riesgos de seguridad y a las preocupaciones por la seguridad personal.
El Consejo Empresarial Estados Unidos-China publicó el 16 de julio una encuesta realizada a 130 empresas estadounidenses en la que se constata que "menos de la mitad se muestran optimistas sobre el futuro, lo que refleja la preocupación por los aranceles, la deflación y la incertidumbre política", a pesar de que la mayoría de las empresas obtuvieron beneficios en 2024.
La prohibición de salida de China en virtud de la ley de contraespionaje ampliada por el régimen en 2023 puede impedir que cualquier persona, tanto ciudadanos chinos como extranjeros, salga del país por motivos legales o políticos, incluida la investigación.
El Gobierno de Estados Unidos emitió una advertencia de viaje de nivel 2 para China el 27 de noviembre de 2024, en la que adverte que "se extremara la precaución al viajar a China continental debido a la aplicación arbitraria de las leyes locales, incluidas las relativas a la prohibición de salida del país".
Shen Ming-shih, director de la División de Investigación de Seguridad Nacional del Instituto de Investigación de Defensa y Seguridad Nacional de Taiwán, dijo a The Epoch Times que la economía china actualmente afronta numerosos problemas y que el régimen "tiene mucho miedo a que grandes cantidades de fondos fluyan hacia otros países".
Además, en medio de la intensificación de las luchas internas, "los máximos dirigentes del PCCh son muy corruptos y usan bancos extranjeros para lavar dinero" o transferirlo al extranjero, dijo Shen. Por eso, el régimen chino "vigila de cerca si hay algún alto dirigente del PCCh que deposite grandes cantidades de dinero en bancos extranjeros, o si ejecutivos bancarios entran en China para gestionar asuntos importantes", explicó.
Con información de Luo Ya y Reuters.
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