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Imagen de un miembro de la Guardia Nacional patrullando la sierra de Sonora, México, el 8 de noviembre de 2019. (HERIKA MARTINEZ/AFP vía Getty Images)

Imagen de un miembro de la Guardia Nacional patrullando la sierra de Sonora, México, el 8 de noviembre de 2019. (HERIKA MARTINEZ/AFP vía Getty Images)

El ecosistema del mal en México

OPINIÓNPor Gerardo De la Concha
26 de julio de 2025, 5:04 p. m.
| Actualizado el26 de julio de 2025, 5:04 p. m.

Opinión

Ocho días antes de que apareciera su cadáver, en México se difundió en redes sociales un video de la profesora veracruzana Irma Hernández, se encontraba ella de rodillas y con 12 hombres enmascarados portando armas de alto poder a sus espaldas. La obligaron a pedir a los taxistas del puerto de Veracruz que paguen el “derecho de piso” —un tipo de extorsión— a este grupo criminal conocido como la Mafia Veracruzana. Al parecer ella se negó a pagar esa cuota.

La imagen es muy cruel y perturbadora, particularmente por tratarse de una mujer de edad. Era una profesora jubilada sexagenaria, quien trabajaba ahora de taxista para obtener otros ingresos y beneficiar a su familia. Escenas de este tipo se han difundido por los criminales en el país con otras víctimas: jóvenes que no aceptaron el reclutamiento, otros secuestrados para pedir rescate, hombres vencidos, rivales, pero es la primera vez que una anciana, una mujer quien seguía trabajando, una mujer de pueblo, es exhibida de esa manera.

Durante ocho días ninguna autoridad dijo nada sobre este caso. La conversación pública influida desde la presidencia de México siguió siendo el tema de las estatuas de Fidel Castro y el Ché Guevara retiradas por la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega. Luego la presidente entabló desde su tribuna oficial diaria una polémica sobre los dichos del futbolista conocido como Chicharito, quien dijo que sería preferible que la mujer se encargara de los asuntos del hogar.

Cuando después de que apareció el cuerpo muerto y con huellas de tortura de la profesora Irma Hernández, por fin la señora Sheinbaum se pronunció públicamente ante un crimen que ha sacudido y conmovido a la sociedad mexicana. Dijo a pregunta expresa sobre este caso: “Es necesario ver exactamente la condición en que esto ocurrió”. Agregó, para reafirmar este concepto: “[se debe saber] cuál es el contexto de esta situación”.

A mi parecer, en palabra y obra la presidente mexicana mostró falta de empatía con esta tragedia. De nuevo el propósito principal de sus palabras fue justificar las acciones de gobierno y, algo peor, insinuar una “condición” especial, un “contexto” que parecieran abrir la puerta para una revictimización de la profesora secuestrada a la luz del día y sin que hubiera acción o esfuerzo alguno para intentar su rescate o negociar su liberación. Desde un principio se debió crear un gabinete nacional de crisis para atender este secuestro, inusitado por la condición de la víctima.

La pasividad de la gobernadora de Veracruz Rocío Nahle no sólo es en relación con este caso, sino se expresa también ante el sangriento conflicto de los Cárteles en su estado y, en particular, ante los casos de extrema violencia y crueldad con los que opera la llamada Mafia Veracruzana, grupo responsable de la muerte de la profesora Irma Hernández quien, dicho sea de paso, si hubiera habido otra cosa aparte de ser una víctima de la extorsión criminal, sus verdugos no habrían escatimado el difundirlo en su horroroso video. Ser víctima de criminales y de la pasividad gubernamental, es la única “condición”, el único “contexto “de Irma Hernández.

Este triste y trágico caso muestra la realidad que quiero comentar: la crisis en materia de seguridad que explotó después de la estrategia fallida en tiempos del presidente Felipe Calderón ha evolucionado hasta crear lo que llamo un “ecosistema del mal”, es decir, un fenómeno de la vida colectiva que se expresa como un equilibrio sistémico entre sus distintos componentes, es un sistema vivo que hace prevalecer el mal.

Es importante insistir en esta definición, ya no sólo es la expresión de delitos de lo que se trata, sino estamos frente a una encarnación del mal cuya dinámica se manifiesta como el imperio de una tiranía criminal que subsiste gracias a una retroalimentación sistémica que permite su dominio violento.

Este ecosistema del mal opera con base en la corrupción política, la propaganda presidencial, la pasividad y conformismo social, los aparatos policíacos y militares, la impunidad de un sistema de justicia descompuesto —y ahora empeorado—, el maltrato animal y las organizaciones criminales ocupadas en una acumulación salvaje de capital asociadas con las redes gubernamentales y financieras, controlando ya incluso los recursos públicos y actividades comerciales regionales, usando como el engendro de todo lo anterior a los endriagos —monstruos sanguinarios—, quienes son la expresión máxima de una infracultura, una destrucción de valores esenciales y una descomposición espiritual que los alienta en su menosprecio humano y su sadismo.

En este último aspecto agreguemos —y sé que es una afirmación escandalosa— los referentes de un país cuya ideología subliminal se alimenta en la indiferencia o enaltecimiento hacia sus mitos sanguinarios, de los sacrificios humanos prehispánicos hasta Pancho Villa, el extorsionador y violador de tiempos de la Revolución, a quien le hemos erigido estatuas y puesto su nombre con letras de oro el nuestro Congreso de México.

En este sentido deben analizarse e interpretarse los arquetipos colectivos que estudia Jung en la psiquis profunda y el daño que esto puede hacer cuando la secularización elimina lo sagrado de la vida colectiva o el riesgo de que se olvide que no hay nada más sagrado que la vida humana. La ruptura combativa de esto sólo es posible si es un acto defensivo para proteger la libertad y la justicia en beneficio del ser humano y, por ende, de la sociedad.

Pero esto no es lo fundamental, sino la normalización sobre la violencia delictiva que se aceptó desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador proclamó como su “doctrina de seguridad” los “abrazos, no balazos”. Esto significó la abdicación del Estado del cumplimiento de su deber jurídico, de hacer respetar las leyes y confundió esta obligación con “los balazos”, como si la fuerza del Estado sólo fueran “los balazos”, aunque contra un enemigo armado se entiende que esto es posible. Los abrazos a estos delincuentes significó en realidad avalar a los endriagos criminales que se ensañan contra la población civil. Es una complicidad gubernamental que no termina.

En esta abdicación encontramos una responsabilidad ahora con la propaganda justificativa del gobierno de Claudia Sheinbaum, incapaz de romper abiertamente con una delirante política de gobierno que ha acentuado la crisis de seguridad que nos heredó a su vez la estrategia fallida del presidente Felipe Calderón. Sin la ruptura abierta con estos dos antecedentes no será posible cancelar esta herencia bicéfala que alimenta el ecosistema del mal en México.

La falta de entendimiento gubernamental se muestra incluso cuando hay alguna acción aislada del gobierno federal como la llevada a cabo recientemente en los municipios del sur del estado de México. La Operación Libertad se encaminó a romper el entramado delictivo del Cártel conocido como la Familia Michoacana que estableció ahí su dominio controlando diversos aspectos de la vida comercial. Se logró la detención de siete delincuentes en doce municipios.

Esto significa que el ecosistema del mal fue quizás frenado, pero no destruido pues no pudo funcionar sin la complicidad de autoridades locales y decenas de cómplices. Mientras no se tenga una visión estratégica y profunda del mal asentado en México, no se le podrá combatir exitosamente.

Este texto está escrito en memoria de la trabajadora Irma Hernández, asesinada por cobardes que son parte del ecosistema del mal.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de The Epoch Times.


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Comentarios (4)

G

Gloria Bárcenas Losada

26 de julio de 2025

Así es, el que tiene las armas y el dinero para comprarlas manda, lo mismo sucede en cualquier país del mundo, la globalización ha enlazado a las mafias del globo terráqueo, se debe enfrentar desde la misma instancia, de forma global. El neofacismo amenaza con quedarse.

F

Francisco Plancarte y García Naranjo

26 de julio de 2025

Felicidades a todo este esfuerzo por decir la verdad y difundir la cruda realidad de lo que sucede en México.

E

Elena

27 de julio de 2025

Mexico esta lleno de hombres cobardes Ladrones y asesinos no tienen valores DELINQUENTES baratos y culpable el mismo gobierno

L

Lucrecia Diaz Herrera

28 de julio de 2025

La gobernadora de Veracruz dice no murió a manos de los delincuentes fue un infarto cardiaco. Que horrible que sesgue los hechos a favor de los delincuente. Eso muestra que los delincuentes la pusieron de gobernadora. Que cinica

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