Durante la pandemia de COVID-19, vimos cómo los virus podían causar síntomas leves en algunas personas y llevar a otras a complicaciones potencialmente mortales.
El Dr. Roger Seheult, médico de cuidados intensivos, destaca el papel clave del sistema inmunitario a la hora de inclinar la balanza hacia mejores resultados. Explica que la fiebre aumenta de forma natural la producción de proteínas que combaten el virus, en particular los interferones, que ayudan a limitar la replicación vírica al principio de la infección.
Pero, ¿existe algún modo de obtener los beneficios de la fiebre antes incluso de que se dispare?
Seheult se unió a "Vital Signs" con Brendon Fallon para hablar de cómo métodos como la sauna o la hidroterapia en casa son formas sencillas pero potentes de combatir la infección vírica y ayudar a evitar que los síntomas se vuelvan críticos.
¿Por qué los virus son mortales para unos y leves para otros?
Seheult luchó contra COVID-19 en primera línea durante la pandemia y está cuádruplemente certificado en medicina interna, enfermedades pulmonares, medicina de cuidados críticos y medicina del sueño. Explica cómo reforzar el sistema inmunitario innato del organismo, que es la primera línea de defensa contra la infección vírica, puede reducir la gravedad de la enfermedad. Esta respuesta inmunitaria temprana implica células que reconocen y atacan a los invasores "no propios", impidiendo que el virus se multiplique sin control durante la crítica semana inicial de la infección."El sistema inmunitario innato está formado por células que pueden decir, básicamente: ¿esto es propio o no? Y si no lo es, ataquémoslo. Se trata de una respuesta temprana muy, muy importante ante cualquier infección, porque va a limitar la capacidad del virus para replicarse", explica Seheult. "Esto ocurre durante unos siete días". Durante este tiempo, el cuerpo produce anticuerpos. Estos anticuerpos acaban llegando para ayudar a limpiar lo que queda del virus. Según Seheult, ésta es la fase de la infección en la que pueden surgir problemas.
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"Si se tiene una respuesta inmunitaria innata inicial muy buena, el número de antígenos que estos anticuerpos tienen que eliminar siete días después será mucho menor y, por tanto, la reacción inmunitaria será mucho menor", afirma Seheult. "Si no se tiene un buen sistema inmunitario innato, habrá tanto virus por todo el cuerpo que la reacción inmunitaria provocará una tormenta de citoquinas. Y ese es el verdadero problema".
Una tormenta de citoquinas es una reacción exagerada del sistema inmunitario que provoca una inflamación incontrolada. El tipo de inflamación provocada por la respuesta inmunitaria adaptativa es responsable de muchos de los problemas observados en la infección por COVID-19, como que los pulmones se llenen de agua y las personas acaben conectadas a respiradores, según Seheult.
"La forma de evitarlo es prevenir", afirma. Compara la respuesta inmunitaria con la lucha contra un incendio forestal: El sistema inmunitario innato actúa pronto, como el agua, para extinguir el fuego antes de que se extienda, mientras que retrasar esta respuesta permite que el "incendio" crezca sin control, causando daños generalizados.
Los beneficios de la fiebre sin fiebre
Hace más de 100 años, un psiquiatra austriaco curó a pacientes de neurosífilis infectándoles con malaria, lo que desencadenó fiebre y estimuló el sistema inmunitario. Seheult destaca que elevar la temperatura corporal es una forma eficaz de potenciar la respuesta inmunitaria innata. La terapia de calor puede aplicarse al principio de la enfermedad, cuando aparecen síntomas como picor de garganta o dolores corporales.Seheult cita estudios que demuestran cómo el calor potencia la respuesta inmunitaria inicial del organismo mediante la producción de interferones, que reconocen los patógenos extraños y limitan la capacidad de replicación del virus durante las primeras fases de la infección. "El interferón es tu amigo. Interfiere literalmente en las infecciones víricas", afirma Seheult.
El interferón se utilizó incluso como tratamiento de COVID-19. Seheult se refirió a un estudio en el que se administró una única inyección de interferón a personas ingresadas en una clínica ambulatoria. Los resultados mostraron una reducción del 50 por ciento en las hospitalizaciones.
Seheult afirma que los virus suelen tener proteínas que suprimen los interferones y ayudan a eludir la detección. "Muchos de estos mecanismos que utiliza el virus pueden eludirse simplemente elevando la temperatura", añade Seheult. "Hay varios trabajos que demuestran que cuando se eleva la temperatura... se va a conseguir multiplicar por diez la producción de interferones".
Combatir la infección vírica con calor
Existen formas sencillas y eficaces de potenciar la respuesta inmunitaria inicial del organismo en casa.Seheult recomienda la terapia de calor como primera medida. "Cuando empiezo a sentir que me estoy contagiando de algo, si empiezo a sentir un poco de picor en la parte posterior de la garganta, si empiezo a sentir escalofríos... el primer sitio al que voy es a una sauna".
Las saunas son buenas, pero cualquier método que eleve la temperatura corporal a unos 100.4 grados F puede ser beneficioso sin causar efectos secundarios relacionados con la fiebre.
La hidroterapia también puede utilizarse como alternativa a la sauna. La hidroterapia es un método que utiliza el agua para tratar diversos síntomas corporales. Seheult recomienda que la persona enferma se tumbe sobre una sábana de plástico. A continuación, meterle los pies en un baño tan caliente como pueda tolerar. A continuación, se colocan toallas calientes y húmedas (pero no lo bastante calientes como para quemar) sobre el paciente. Observa que el paciente debe estar despierto y ser capaz de decirte si está demasiado caliente para él. Una vez que el paciente ha estado caliente durante unos 20 minutos, debe empezar a sudar, dice Seheult.
El paso final y esencial es meter los pies del paciente en un baño helado durante unos 30 segundos y ponerle una toalla helada en el pecho. Esto ayuda al cuerpo a retener el calor para mantener la temperatura el mayor tiempo posible. Seheult recomienda hacer esto una o dos veces al día, señalando que, en la mayoría de los casos, los pacientes combatirán el virus muy rápidamente.
Las personas con arritmias cardíacas o neuropatía diabética deben tener precaución, evitar el sobrecalentamiento por encima de los 40 grados Celsius, mantenerse hidratadas y descansar después.
Conclusión
En general, la elevación precoz de la temperatura corporal favorece la producción de interferón y refuerza la respuesta inmunitaria, reduciendo potencialmente la gravedad de los síntomas y las complicaciones.Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí