El presidente de la Universidad de Harvard respondió a una nueva advertencia del presidente Donald Trump de retirar la exención fiscal a las universidades de la Ivy League, en medio de una prolongada batalla entre estas instituciones y el Gobierno.
En una entrevista concedida al diario The Wall Street Journal el 2 de mayo, el presidente de Harvard, Alan Garber, afirmó que considera "altamente ilegal" que el Gobierno retire la exención fiscal y que ello resultaría "destructivo" para la universidad.
Tendría que haber "algún razonamiento que no se nos haya expuesto y que justifique esta medida tan drástica", declaró al medio, añadiendo que "la exención fiscal se concede a las instituciones educativas para que puedan llevar a cabo con éxito su misión educativa y, en el caso de las universidades de investigación, su misión investigadora".
Garber respondía a un posteo de Truth Social publicado por Trump ese mismo día en la que decía: "Vamos a retirar la exención fiscal a Harvard. ¡Es lo que se merecen!". El presidente no dio más detalles sobre el plan, ni cuándo se revocaría la exención ni por qué.
Algunas escuelas, organizaciones religiosas, grupos benéficos, fundaciones privadas y otras entidades pueden recibir la exención fiscal si cumplen los requisitos para organizaciones sin ánimo de lucro establecidos en el artículo 501(c)(3) del código fiscal establecido y aplicado por el IRS.
La Casa Blanca amenazó con retirar la financiación a las universidades de la Ivy League por los informes de antisemitismo en los campus y por promover iniciativas discriminatorias, entre otras medidas. Harvard presentó una demanda contra la administración Trump por la financiación bloqueada.
Una universidad de la Ivy League, la Universidad de Columbia, aceptó las peticiones de la administración Trump de revisar sus normas sobre protestas públicas en lugar de arriesgarse a perder miles de millones de dólares en fondos federales.
Trump adelantó la retirada de la exención fiscal de la universidad en unos comentarios el mes pasado.
"La exención fiscal es un privilegio. Es realmente un privilegio. Y se ha abusado de él. Incluso por muchos más que Harvard", declaró a los periodistas en el Despacho Oval, mencionando también a la Universidad de Princeton y a la Universidad de Columbia, otras universidades de la Ivy League. "Es algo con lo que estas universidades tienen que tener mucho, mucho cuidado".
A mediados de abril, la Administración Trump congeló 2200 millones de dólares en subvenciones a Harvard y 60 millones de dólares en contratos con la Universidad de Harvard después de que esta anunciara que desobedecería las exigencias de la Administración Trump de limitar el activismo en el campus.
El 14 de abril, Harvard rechazó numerosas exigencias de la Administración, que pretende supervisar al alumnado, al profesorado y al plan de estudios de Harvard. A raíz de ello, la Casa Blanca anunció la congelación.
En respuesta, la universidad presentó una demanda judicial contra la administración Trump a mediados de abril, en la que argumentaba que la congelación de los fondos viola la Constitución y pedía la restitución de miles de millones de dólares destinados a investigación.
"Hace unos momentos, hemos presentado una demanda para detener la congelación de la financiación porque es ilegal y excede la autoridad del Gobierno", dijo Garber en un comunicado en ese momento. "Antes de tomar medidas punitivas, la ley exige que el Gobierno federal dialogue con nosotros sobre las formas en que luchamos y seguiremos luchando contra el antisemitismo. En cambio, las exigencias del Gobierno del 11 de abril pretenden controlar a quién contratamos y qué enseñamos".
Los funcionarios de la administración Trump han argumentado que la pérdida de la financiación sería culpa de Harvard, alegando que la universidad no está cumpliendo las normas federales.
"El presidente ha dejado muy claro que es Harvard quien se ha puesto en la situación de perder su propia financiación al no cumplir la ley federal", dijo en abril la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Cuando se le preguntó sobre la demanda, Leavitt dijo a los periodistas que el Gobierno responderá en los tribunales. "Es muy sencillo: si quieren dinero federal, obedezcan la ley federal", afirmó.
Mientras tanto, la administración Trump ha declarado que la gestión de las protestas a favor de Palestina por parte de los líderes de Harvard, Columbia y otras universidades constituye una violación del Título VI de la Ley de Derechos Civiles, que exige que los beneficiarios de fondos federales no discriminen por motivos de raza u origen nacional.
Con información de Reuters
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