Los altos mandos militares en situación de retiro que son procesados por el asesinato en El Salvador de cuatro periodistas neerlandeses en 1982 se enfrentan a una pena de 30 años de prisión, que sustituye la pena de muerte vigente en la época del crimen, según dijo el miércoles el abogado querellante Pedro Cruz.
Cruz sostuvo en una conferencia de prensa que el delito de asesinato "tenía la pena de muerte, pero con la Constitución de 1983 hubo una derogación tácita de esa norma", por lo que "se sustituye por años de prisión", que son 30.
La Constitución salvadoreña vigente prescribe ya que "sólo podrá imponerse la pena de muerte en los casos previstos por las leyes militares durante el estado de guerra internacional".
Por el asesinato son señalados el coronel Mario Adalberto Reyes Mena, quien reside en Estados Unidos y cuenta con una orden de deportación; el general José Guillermo García, exministro de la Defensa Nacional durante los primeros años de la guerra civil; y el coronel Francisco Antonio Morán, exdirector de la extinta Policía de Hacienda.
Se tenía previsto que el desarrollo del juicio contra tres mandos militares retirados comenzará este miércoles, mismo que se realizará con la legislación procesal penal vigente en 1973 y con la decisión en manos de un jurado, pero se reprogramó para el 3 de junio por problemas de salud de una de las defensoras.
De acuerdo con la notificación del juzgado, a la que EFE tuvo acceso, la jueza del proceso aplazó la diligencia "para no violentar el derecho de defensa" del imputado.
El Informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas de 1993, que investigó los crímenes de guerra del conflicto civil salvadoreño (1980-1992), señala que los periodistas holandeses Koos Jacobus Andries Koster, Jan Corenlius Kuiper Jop, Hans Lodewijk ter Laag y Johannes Jan Willemsen fueron asesinados por orden de Reyes Mena.
El 17 de marzo de 1982 los cuatros periodistas fueron emboscados y asesinados por miembros del Ejército salvadoreño. Se encontraban en el país centroamericano en plena guerra civil para documentar los efectos del conflicto en las familias empobrecidas de las zonas rurales del país, a quienes la fuerza armada acusaba de ser guerrilleras.
Al menos 30 periodistas murieron en El Salvador durante los 12 años de guerra y 4 más desaparecieron y fueron heridos por las balas o las esquirlas de las bombas en las zonas de combate.
La guerra salvadoreña, librada en plena Guerra Fría y que enfrentó al Ejército, financiado por los Estados Unidos, y a la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que contaba con el respaldo de Cuba y Nicaragua, dejó un saldo de 75,000 muertos y entre 8000 y 10,000 desaparecidos.
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