El régimen gobernante de China inició un proyecto secreto durante el primer mandato del presidente Donald Trump para debilitar a Estados Unidos mediante el aumento de la producción de precursores del fentanilo y su envío a México y Canadá para su fabricación y distribución a través de la frontera, según una fuente con información privilegiada en los círculos políticos más altos de Beijing.
El plan, que el régimen chino denominó Proyecto Cero, tiene como objetivo crear adicción entre los estadounidenses, según Yuan Hongbing, un disidente y jurista que vive exiliado en Australia. Sus fuentes son cercanas a los descendientes de altos funcionarios del Partido Comunista Chino (PCCh) que prefieren permanecer en el anonimato por motivos de seguridad.
Los altos funcionarios chinos siguen introduciendo fentanilo en Estados Unidos, según declaró Yuan a The Epoch Times en una entrevista reciente.
El temor a que el plan se filtre y contradiga la afirmación de Beijing de que está actuando de forma responsable es una de las razones por las que Beijing decidio enfrentarse a Washington en la actual guerra arancelaria, según Yuan.
Durante su primer mandato, Trump presionó al líder del PCCh, Xi Jinping, para que detuviera el flujo de precursores del fentanilo chino hacia Estados Unidos. Sin embargo, Xi volvió a referirse repetidamente a otra parte de la historia china —las Guerras del Opio— y culpa a Occidente de convertir a China en una sociedad semicolonial.
Según Yuan, Xi considera el abuso desenfrenado de drogas en Estados Unidos como un "castigo" y un claro indicador del concepto que Xi tiene en mente —que Oriente está en auge y Occidente en declive.
El Proyecto Zero se concibió con ese espíritu, afirmó Yuan.
Las sobredosis de drogas, impulsadas principalmente por opioides sintéticos como el fentanilo, continúan siendo una de las principales causas de muerte entre los adultos estadounidenses de entre 18 y 44 años y causaron la muerte de más de 107,000 personas en 2023, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Un informe publicado en enero por Commonwealth Fund, una fundación privada que apoya la investigación relacionada con la atención sanitaria, reveló que Estados Unidos tiene la tasa más alta de mortalidad por sobredosis de drogas del mundo.
Yuan impartió clases durante ocho años en la prestigiosa Universidad de Beijing, en China y otros diez años en la Universidad Normal de Guizhou, afiliada al Estado, en el suroeste del país. Mantuvo contactos con personas que ocupan puestos clave en el sistema político y jurídico chino, así como en las fuerzas armadas.

El papel de Beijing
Durante años, China fue la fuente principal de fentanilo ilícito y sustancias relacionadas con el fentanilo que se traficaban hacia Estados Unidos.Evan Ellis, profesor investigador de Estudios Latinoamericanos en el Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos, trabajó en la oficina de planificación de políticas del Departamento de Estado durante la primera administración Trump, cuando el departamento comenzó a presionar a China para que frenara la producción de fentanilo. Identificó la ciudad china de Wuhan como un proveedor crucial de fentanilo debido a su "fuerte industria farmacéutica y química".
El Departamento de Justicia acusó a varias empresas y personas de Wuhan por tráfico de fentanilo y en febrero un jurado de Nueva York condenó a dos ciudadanos chinos que trabajaban para una empresa con sede en Wuhan por vender más de 440 libras de precursores de fentanilo a agentes encubiertos de las fuerzas del orden estadounidenses.
"China estaba enviando literalmente paquetes de fentanilo a través de la oficina de correos, que llegaban directamente a Estados Unidos desde China", declaró Ellis a la edición española de The Epoch Times.
Bajo la presión de Estados Unidos, el régimen chino prohibió la producción y venta de fentanilo en 2019. Pero las empresas chinas simplemente cambiaron de táctica y empezaron a enviar precursores químicos del fentanilo a México, donde los cárteles fabrican la droga y la trafican a través de la frontera, según la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad entre Estados Unidos y China.
La Red de Control de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro, en un informe de abril, señaló a México y China como los principales responsables de la fabricación de fentanilo y del lavado de dinero procedente de sus ganancias.
México se convirtió en el lugar ideal para la cadena de distribución de fentanilo de China debido a la historia del país en materia de tráfico de drogas y corrupción, según Aaron Graham, exagente de la Administración para el Control de Drogas.

"En México, se puede pagar a los funcionarios de aduanas para que lo introduzcan y luego pueden montar laboratorios clandestinos protegidos por la policía", declaró a The Epoch Times.
"Todo está protegido por la policía [mexicana]", afirmó Graham. Los cárteles cuentan con "todos los mecanismos necesarios y, lo que es quizás más importante, con la proximidad".
Las autoridades de Beijing niegan ser responsables de la crisis del fentanilo y afirman que se trata de "un problema de Estados Unidos, no de China".
Una investigación del Congreso reveló los resultados que detallan la implicación de China.
La Comisión Especial de la Cámara de Representantes sobre el PCCh, en un informe de abril de 2024, afirmó que descubrió que el régimen subvenciona directamente narcóticos ilícitos, como los materiales para fabricar fentanilo y, que las empresas chinas podían beneficiarse de desgravaciones fiscales y otras ventajas económicas tras exportar los precursores químicos.
Beijing concede subvenciones y premios a empresas "que trafican abiertamente con materiales ilícitos derivados del fentanilo y otros narcóticos sintéticos", señala el informe. Algunas empresas también recibieron visitas de funcionarios provinciales, que las elogiaron por su contribución a la economía local, según el informe.
La Comisión Especial señaló que los servicios de seguridad chinos "no cooperaron con las fuerzas del orden estadounidenses e incluso notificaron a los objetivos de las investigaciones estadounidenses cuando recibieron solicitudes de asistencia".
El informe afirma que el régimen permite la venta de drogas ilícitas en la estrictamente controlada red china. Los censores chinos establecieron mecanismos en línea para bloquear algunas transacciones de drogas nacionales, pero no los contenidos relacionados con la exportación, según el informe.
"A través de sus acciones, como reveló nuestro informe, el Partido Comunista Chino nos está diciendo que quiere que entre más fentanilo en nuestro país", afirmó el entonces presidente del comité, el representante Mike Gallagher (R-Wis), en una audiencia celebrada en abril de 2024 titulada "El papel del PCCh en la crisis del fentanilo".

No hay vuelta atrás
El régimen chino es ahora el objetivo principal de los aranceles estadounidenses después de que Trump lo excluyera de la pausa recíproca global y aumentara la tasa. La mayoría de los productos chinos que se importan a Estados Unidos se enfrentan ahora a un arancel del 145 por ciento, que incluye un impuesto del 20 por ciento para combatir específicamente el fentanilo.Trump, en una declaración de febrero en la que explicaba los aranceles relacionados con el fentanilo impuestos a China, dijo que quiere responsabilizar a Beijing de facilitar la cadena de suministro de opioides sintéticos.
"El PCCh no carece de la capacidad para frenar enérgicamente la epidemia mundial de opioides ilícitos, simplemente no está dispuesto a hacerlo", afirma la acción presidencial.
Según Yuan, los funcionarios comunistas chinos interpretan la tensión actual como una señal de que Washington tiene conocimiento de sus planes con respecto al fentanilo.
"Xi cree que no hay vuelta atrás", declaró a The Epoch Times. Si el Gobierno estadounidense hiciera público el plan Proyecto Cero, Xi podría enfrentarse a cargos penales como "uno de los mayores narcotraficantes del mundo".
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino afirmó el pasado 29 de abril que el régimen "luchará hasta el final" en la guerra comercial. También negó que estuviera negociando con Estados Unidos, a pesar de que Trump insinuara lo contrario.
The Epoch Times se puso en contacto con el Departamento de Estado para recabar comentarios sobre el plan del régimen contra el fentanilo, conocido como Proyecto Cero.

Responsabilidad por COVID-19
Según Yuan y sus fuentes, el régimen chino tiene otro temor que le impide retroceder en la guerra comercial.En marzo, un juez de Misuri dictaminó que los líderes del PCCh deben pagar 24 mil millones de dólares por concepto de daños y perjuicios a Misuri por el acaparamiento de suministros médicos por parte de China durante la pandemia de COVID-19.
La sentencia judicial fue un duro golpe para Xi, según Yuan. Si Estados Unidos sigue exigiendo responsabilidades por la propagación mundial de COVID-19, será Xi quien tenga que responder por ello, afirmó.
El 18 de abril, la Casa Blanca modificó una página del Gobierno para incluir afirmaciones de que el virus que causa COVID-19 se originó en un laboratorio de Wuhan.
"Según casi todos los parámetros científicos, si hubiera pruebas de un origen natural, ya habrían salido a la luz. Pero no fue así", se lee en la página web recientemente actualizada. Varias agencias federales estadounidenses, entre ellas la CIA, consideran viable la teoría de la fuga del laboratorio.
En una señal de que Beijing se prepara para continuar la guerra comercial, el máximo liderazgo del régimen se comprometió a estabilizar la economía del país, ahora que los aranceles comienzan a afectar a los exportadores chinos.

El Ministerio de Asuntos Exteriores chino dejó aún más clara la postura de Beijing en un video titulado "Nunca te arrodilles", publicado el 29 de abril. El video afirmaba que Estados Unidos tendió una "trampa mortal" al régimen.
Según el video, doblegarse sería como "beber veneno para calmar la sed —solo agrava la crisis".
Con información de Luo Ya y Estela Hernández.
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