Brasilia, 25 nov (EFE).- El expresidente brasileño Jair Bolsonaro comenzó a cumplir este 25 de noviembre la pena de 27 años de prisión que le fue impuesta tras haber sido condenado por los cargos de intento de golpe de Estado.
El expresidente detenido, que dirigió Brasil entre 2019 y 2022, fue llevado a una pequeña habitación de doce metros cuadrados en la sede de la Policía Federal en Brasilia, la capital del país. La habitación tiene una cama individual, una pequeña mesa, un televisor y estanterías de madera, con muros blancos, según las imágenes que difundió la Policía Federal.
Este martes 21 de noviembre, el juez Alexandre de Moraes, relator del juicio federal en contra del expresidente, determinó el fin de su proceso judicial tras considerar que han sido agotadas las posibilidades de recursos por parte de Bolsonaro y sus abogados.
En su decisión, de Moraes estableció que el expresidente comenzara a cumplir la pena de 27 años y tres meses de prisión en la misma habitación donde estaba recluido y que se le garantizara la atención médica correspondiente.
Bolsonaro, quien cumplía prisión domiciliaria acusado de incumplir diversas medidas cautelares impuestas como parte del proceso judicial en su contra, fue detenido y llevado a la sede de la Policía Federal el pasado sábado 22 de noviembre, tras haber sido acusado de intentar dañar la tobillera electrónica que le fue colocada.
La policía de Brasil detuvo al expresidente Bolsonaro después que la Corte Suprema del país determinó que existía un "riesgo concreto de fuga" durante su arresto domiciliario.
El juez de la Corte Suprema de Brasil Alexandre de Moraes dijo que la detención era una medida preventiva motivada por un supuesto plan de Bolsonaro para romper su monitor electrónico de tobillo y la convocatoria para una vigilia frente a su casa que podría "permitir una posible fuga".
A sus 70 años, Bolsonaro padece diversos problemas de salud y asoció su presunta intervención a la tobillera electrónica con una soldadora casera debido a las perturbaciones que le ocasionaron los antidepresivos suministrados.
También vincula su frágil estado de salud, además del diagnóstico de cáncer de piel, a las secuelas de una puñalada que le asestó un enfermo mental en la región abdominal durante su campaña electoral de 2018, en las que fue elegido presidente.
La Corte Suprema enjuició al expresidente, así como a importantes miembros de su gabinete presidencial, con cargos de conspirar para impedir la investidura de su sucesor y buscar mantenerse en el poder cuando contendía por la reelección presidencial, en el proceso electoral que dio como ganador al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La condena del Supremo Tribunal de Brasil aprobada el 11 de septiembre y el largo proceso controversial contra el expresidente Bolsonaro ha motivado diversas reacciones y advertencias de autoridades de la administración Trump, como las del secretario de Estado Marco Rubio y políticos de Estados Unidos.















