Se descubrieron al menos cuatro elementos de tierras raras en cantidades comercialmente viables –incluidos dos sobre los que China impuso restricciones de exportación en los mercados globales de metales y minerales que domina–, en una mina proyectada en Alaska que se asienta sobre el mayor yacimiento conocido de grafito en el país.
Graphite One, con sede en Columbia Británica, confirmó el 13 de noviembre que sus geólogos han encontrado neodimio, praseodimio, disprosio y terbio en su mina Graphite Creek, actualmente en desarrollo en la península de Seward, a menos de 40 millas al norte de Nome.
“La presencia de tierras raras en Graphite Creek sugiere que la recuperación como subproducto de nuestra producción de grafito maximizará el valor”, dijo Anthony Huston, presidente de Graphite One.
El Partido Comunista Chino (PCCh) impuso en abril restricciones de exportación sobre siete tierras raras, incluidos el terbio y el disprosio. Añadió cinco elementos más a su lista de control de exportaciones en octubre, pero ha suspendido la implementación de esas limitaciones.
Las tierras raras son un grupo de 17 elementos que no son realmente “raros”. Se encuentran comúnmente en cantidades mínimas en diversos minerales, pero no en depósitos comercialmente viables.
Estos elementos son componentes clave para fabricar imanes necesarios en las tecnologías modernas, incluidos los electrónicos de consumo, dispositivos médicos y aplicaciones de defensa.
Un F-35, por ejemplo, contiene más de 900 libras de tierras raras, casi todas importadas por contratistas de defensa estadounidenses desde China.
Las tierras raras están clasificadas por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) como una sola entrada entre las 54 materias primas consideradas “esenciales para la seguridad nacional” en su Lista de Minerales Críticos 2025.
Los fabricantes estadounidenses dependen al 100 por ciento de las importaciones para 12 de los 54 minerales y en más del 50 por ciento para 29 de ellos, incluidas las tierras raras.
Las procesadoras con sede en China controlan al menos el 75 por ciento del mercado mundial de al menos 30 minerales, incluidos todos los elementos de tierras raras (REE).
Titan Mining Corp., con su mina y planta Empire State Mines cerca de Gouverneur, Nueva York, y el proyecto Graphite Creek de Graphite One en Alaska, figuran entre los cinco proyectos de grafito en Estados Unidos que han avanzado desde que el presidente Donald Trump emitió órdenes ejecutivas para impulsar la producción nacional de minerales críticos. (Madalina Kilroy/The Epoch Times)
Un proyecto vital
El grafito, que no se produce en Estados Unidos desde hace más de 70 años, también está clasificado por el USGS como un mineral crítico del cual los fabricantes nacionales dependen al 100 por ciento de las importaciones.Según documenta el USGS, el 42 por ciento de las 60,000 toneladas importadas por los fabricantes estadounidenses provino de China, que produjo el 78 por ciento del grafito consumido en todo el mundo el año pasado.
Incluso antes del hallazgo de tierras raras, la mina de Graphite One en Alaska ya figuraba entre los proyectos que recibían apoyo federal para reducir la dependencia del país de minerales procesados en China, incluido un subsidio de 37.5 millones de dólares otorgado en 2023 por el Departamento de Defensa bajo el Título III de la Ley de Producción para la Defensa.
“La presencia de dos materiales contemplados en el Título III de la Ley de Producción para la Defensa —grafito y tierras raras—, en un solo yacimiento refuerza aún más la posición de Graphite Creek como un depósito verdaderamente excepcional”, dijo Huston.
Según Graphite One, su yacimiento de grafito se extiende a lo largo de unos 10 millas por las laderas de las montañas Kigluaik e incluye 176 concesiones mineras del estado de Alaska que abarcan 23,680 acres. La empresa afirma que se trata del yacimiento de grafito en hojuelas más grande y de mayor ley conocido en Estados Unidos.
El Consejo Directivo Federal para la Mejora de Permisos (Federal Permitting Improvement Steering Council) calificó en junio la “operación de carga y acarreo, propia y activa todo el año” para un proceso acelerado y flexible de permisos bajo el programa Fast-41.
Una evaluación preliminar de 2022, confirmada en un estudio de factibilidad de abril de 2025, proyectó que la mina —que empleará hasta 200 trabajadores durante todo el año cuando inicie operaciones—, contiene mineral con hasta 5.6 por ciento de grafito, suficiente para extraer 22.5 millones de toneladas de este mineral crítico, o 2,740 toneladas por día.
Graphite One está construyendo una planta en la mina para producir 60,000 toneladas de concentrado de grafito al año, que serán transportadas a Nome y enviadas “según un calendario estacional” a una planta en Ohio, donde se procesará conforme a las especificaciones de los fabricantes.
Graphite Creek es uno de al menos cinco proyectos de grafito en todo el país que han avanzado desde que el presidente Donald Trump emitió sus órdenes ejecutivas de “Emergencia Energética” y “Liberar la Energía Estadounidense”, destinadas a “garantizar un suministro de minerales críticos más seguro, predecible y asequible”, seguidas por otra orden ejecutiva en marzo que exige a las agencias federales agilizar los permisos.
















