El ejército estadounidense realizó su vigésimo ataque letal contra una embarcación que presuntamente transportaba droga en el mar Caribe a principios de esta semana
Como resultado cuatro presuntos narcoterroristas murieron en la operación del 10 de noviembre, confirmó un funcionario del Pentágono a The Epoch Times el 14 de noviembre. No hubo supervivientes.
El ataque se produjo tras tres ataques similares a principios de este mes. Las fuerzas estadounidenses han ocasionado la muerte de tres personas en un ataque, a dos en otro y a seis en el tercero, según el Pentágono
El número total de personas que han muerto en estas operaciones ha llegado a 79 desde septiembre, cuando la administración Trump lanzó una campaña militar para impedir que los cárteles de la droga sudamericanos envíen narcóticos ilícitos que han alimentando una crisis mortal de opioides en todo Estados Unidos.
También ha ampliado progresivamente tanto el número de activos implicados como el alcance geográfico de sus operaciones durante las últimas semanas.
Los operativos, que comenzaron por las aguas venezolanas, se han extendido al océano Pacífico oriental, cerca de la costa de Colombia.
A finales de octubre el secretario de Guerra, Pete Hegseth, ordenó a un grupo de ataque de portaaviones la entrada en la zona de responsabilidad del Comando Sur de Estados Unidos (Southcom) para reforzar los operativos.
La Armada confirmó el 11 de noviembre que el USS Gerald R. Ford —el portaaviones de propulsión nuclear más nuevo y avanzado del país— y todo su grupo de ataque habían llegado a la región del Comando Sur, la que abarca el Caribe, Centroamérica y Sudamérica.
El portaaviones tiene una tripulación de más de 4000 marineros y está equipado con aviones de combate F/A-18 Super Hornet y misiles de crucero Tomahawk de largo alcance.
Fotografía de la Armada de EE. UU., muestra en altamar al USS Gerald R. Ford (CVN 78), los F/A-18E/F Super Hornet asignados a los Escuadrones de Caza y Ataque 31, 37, 87 y 213 del Ala Aérea Embarcada Ocho, y el bombardero B-52 Stratofortress de la Fuerza Aérea de EE. UU. que operan como fuerza conjunta multidominio el 13 de noviembre de 2025. Las fuerzas militares estadounidenses y el Grupo de Ataque del Portaaviones Gerald R. Ford desplegadas apoyan la misión del Comando Sur de los EE. UU. para desarticular el narcotráfico y proteger a EE. UU..(Foto de Paige Brown/Armada de los EE. UU. vía Getty Images)
Presión de EE. UU. a Maduro
La creciente presencia militar estadounidense intensifica la presión sobre el líder socialista venezolano Nicolás Maduro, a quien funcionarios estadounidenses acusan de dirigir una conspiración internacional de tráfico de cocaína y utilizar a violentos cárteles de la droga para consolidar su poder.El presidente Donald J. Trump dijo el 14 de noviembre que ya había decidido cuáles serían sus próximos pasos con respecto al régimen de Maduro y señaló que se preparan nuevas acciones militares a medida que Estados Unidos expande su presencia en el Caribe.
“Ya me he decidido”, dijo el presidente a los periodistas a bordo del Air Force One, en respuesta a la pregunta sobre las recientes discusiones de alto nivel en su administración sobre Venezuela y la acumulación de fuerzas estadounidenses cerca de las costas del país sudamericano.
“No puedo decirte qué sería, pero sin duda ya lo he decidido”.
Trump vinculó al régimen de Maduro con el Tren de Aragua, una pandilla carcelaria venezolana que fue designada como organización terrorista, describiéndola como una fuerza invasora patrocinada por el Estado, invocando la Ley de Enemigos Extranjeros de tiempos de guerra para acelerar la deportación de presuntos integrantes de la pandilla.
No está claro si el buque atacado el 10 de noviembre tenía lazos con la red del Tren de Aragua.
Estados Unidos no reconoce a Maduro como líder legítimo de Venezuela. En 2019 EE. UU. rompió relaciones diplomáticas con Venezuela después de que el presidente Trump, junto con otros líderes latinoamericanos, rechazara la reelección de Maduro, cuyo proceso electoral suscitó numerosas controversias.
Personas observan una valla con la imagen del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y del ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, en Villa del Rosario, Colombia. (EFE/ Mario Caicedo)El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Maduro como narcoterrorista en 2020 y ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por su captura, cifra que fue elevada a 25 millones de dólares en los últimos días del presidente Biden. El gobierno de Trump la duplicó recientemente a 50 millones de dólares.















