El presidente Donald Trump firmó el 7 de julio una orden ejecutiva en la que ordenaba a su administración poner fin a las subvenciones federales para las instalaciones de energía solar y eólica, alegando su falta de fiabilidad y su dependencia de cadenas de suministro controladas por el extranjero.
En su orden, Trump afirmó que este tipo de fuentes de energía renovable son caras, comprometen la red eléctrica del país y amenazan la seguridad nacional.
La orden aplicará el "Gran y Hermoso Proyecto de Ley", promulgado el 4 de julio, que pone fin de manera efectiva a los créditos fiscales para las energías renovables a partir de 2026 para los proyectos que no hayan comenzado a construirse. Los proyectos eólicos y solares que comiencen a construirse después de esa fecha deberán entrar en servicio antes de finales de 2027 para poder acogerse a la medida. Según la legislación anterior, los promotores podían solicitar un crédito fiscal del 30% hasta 2032.
"Poner fin al enorme coste que suponen para los contribuyentes las subvenciones a fuentes de energía poco fiables es vital para el dominio energético, la seguridad nacional, el crecimiento económico y la salud fiscal de la nación", declaró Trump en la orden del lunes.
La orden instruye al secretario del Tesoro, Scott Bessent, a tomar medidas en un plazo de 45 días a partir de la promulgación del "Gran y Hermoso Proyecto de Ley" para hacer cumplir la eliminación de los créditos fiscales para las instalaciones de energía solar y eólica.
También ordena al Departamento del Interior que revise y elimine las políticas y regulaciones que dan un trato preferencial a los proyectos eólicos y solares frente a las "fuentes de energía despachables", como las centrales eléctricas de carbón.
La directora ejecutiva de la Asociación de Industrias de Energía Solar, Abigail Ross Hopper, dijo en un comunicado del 3 de julio que el proyecto de ley supone "un importante paso atrás" para la economía energética de Estados Unidos, y advirtió que obligará a cerrar muchas nuevas fábricas de energía solar.
"Es especialmente desalentador ser testigo del total desprecio hacia las miles de pequeñas empresas del sector solar residencial, a las que solo se les ha dado unos meses para reinventarse", afirmó Hopper.
La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios antes de la publicación de este artículo.

En una entrevista con Fox News emitida el 29 de junio, Trump sugirió cambiar a fuentes de energía como el petróleo y el carbón, citando el impacto negativo de la energía solar y eólica en el paisaje natural del país.
"No quiero que los molinos de viento destruyan nuestro lugar. No quiero esas cosas solares que se extienden por kilómetros y cubren media montaña y son feísimas. Y, por cierto, los paneles están todos fabricados en China, al igual que los molinos de viento", afirmó.
Trump firmó el 20 de enero una orden ejecutiva en la que ordenaba a las agencias federales revisar las regulaciones existentes que restringían el uso de los recursos energéticos nacionales —en particular el carbón, la energía hidroeléctrica y la energía nuclear— y declaraba una emergencia energética nacional para acelerar el desarrollo de la infraestructura energética del país.
La orden de enero afirma que "las regulaciones onerosas y motivadas ideológicamente han impedido el desarrollo de estos recursos, limitado la generación de electricidad fiable y asequible, reducido la creación de empleo e impuesto altos costes energéticos a nuestros ciudadanos".
Con información de Reuters.
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