El Servicio Secreto de Estados Unidos suspendió a seis agentes por el "fallo operativo" que provocó un intento de asesinato contra el entonces candidato presidencial Donald Trump durante un mitin de la campaña de reelección hace casi un año, según declaró el subdirector Matt Quinn en una entrevista con CBS News el miércoles.
El tiroteo tuvo lugar el 13 de julio de 2024, en un mitin electoral en Butler, Pensilvania, donde un presunto asesino abrió fuego desde un tejado cercano, rozando la oreja derecha de Trump. Trump gritó "¡Luchen! ¡Luchen! ¡Luchen!" a sus seguidores antes de que los agentes del Servicio Secreto lo sacaran rápidamente del escenario.
El bombero Corey Comperatore murió en el tiroteo y otros dos espectadores resultaron gravemente heridos. El agresor fue abatido por un francotirador del Servicio Secreto.
"El Servicio Secreto es totalmente responsable de lo ocurrido en Butler", declaró Quinn a Nicole Sganga, de la CBS. "Lo de Butler fue un fallo operativo y ahora estamos centrados en garantizar que no vuelva a ocurrir".
Según la CBS, Quinn dijo que los seis agentes fueron suspendidos sin sueldo ni prestaciones durante periodos que oscilan entre 10 y 42 días y que, a su regreso, fueron reasignados a puestos con menos responsabilidades operativas. Afirmó que las medidas disciplinarias se ajustaban a un proceso exigido por el Gobierno federal.
Quinn no especificó cuándo se produjeron las suspensiones ni qué tareas concretas se asignaron a los agentes el día del tiroteo, según la CBS.
"No vamos a salir de esta con despidos", dijo Quinn. "Nos vamos a centrar en la causa raíz y en corregir las deficiencias que nos llevaron a esa situación".
Señaló que desde entonces se han implementado varias mejoras, entre ellas la dotación a los agentes sobre el terreno de drones de grado militar y puestos de mando móviles mejorados, que optimizan sus comunicaciones por radio con las fuerzas policiales locales.
Quinn fue nombrado para su cargo en mayo, regresando a la agencia de la que se jubiló en 2021 tras más de dos décadas de servicio.
El candidato presidencial republicano y expresidente Donald Trump levanta el puño mientras le ayudan a bajar del escenario en un acto de campaña en Butler, Pensilvania, el 13 de julio de 2024. (Gene J. Puskar/AP Photo)El tiroteo de Butler, que supone la primera vez que un presidente en ejercicio o expresidente resulta herido en un intento de asesinato desde Ronald Reagan en 1981, provocó duras críticas al Servicio Secreto por parte de miembros del Congreso. Menos de dos semanas después del incidente, la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, dimitió en medio de llamamientos bipartidistas para que renunciara.
El Servicio Secreto ha sido objeto de un intenso escrutinio durante el último año. Un informe de 90 páginas del Senado publicado el pasado mes de septiembre concluyó que "la planificación, las comunicaciones, el intercambio de información y las deficiencias de seguridad relacionadas antes y durante el 13 de julio contribuyeron directamente" al incidente.
Otro informe de 180 páginas publicado en diciembre por un grupo de trabajo de la Cámara de Representantes, formado por siete republicanos y seis demócratas, afirmó que el ataque del 13 de julio era "evitable y no debería haber ocurrido".
Señaló "problemas preexistentes en el liderazgo y la formación" que dieron lugar a múltiples fallos de seguridad ese día, entre ellos el hecho de no haber asegurado la azotea desde la que el tirador abrió fuego.
"Se asignó una responsabilidad significativa al personal del Servicio Secreto con poca o ninguna experiencia en tareas de planificación previa, a pesar de que el evento del 13 de julio se celebraba en un lugar al aire libre de alto riesgo con muchos problemas de visibilidad, además de la información específica sobre una amenaza de largo alcance", dice el informe. "Además, algunos de los agentes del Servicio Secreto con importantes funciones de planificación previa no entendían claramente la delimitación de sus responsabilidades".
Tras el tiroteo de Butler, Trump fue sometido a medidas de seguridad reforzadas que superaban el nivel habitual para los candidatos presidenciales.
Agentes de las fuerzas policiales trabajan en la escena del crimen fuera del Trump International Golf Club en West Palm Beach, Florida, el 16 de septiembre de 2024. (Chandan Kahnna/AFP a través de Getty Images)En un incidente separado el pasado mes de septiembre, Trump fue nuevamente puesto a salvo por agentes del Servicio Secreto después de que, supuestamente, se encontrara a un segundo presunto agresor escondido entre unos arbustos con un rifle en el Trump International Golf Club de West Palm Beach, Florida.
La investigación de la Cámara de Representantes elogió la respuesta del Servicio Secreto al segundo presunto intento de asesinato, reconociendo que demostró "cómo unas medidas de protección adecuadamente ejecutadas pueden frustrar un intento de asesinato".
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