El sistema meteorológico que se desplazaba el miércoles por el Panhandle de Florida presentaba una mayor probabilidad de convertirse en depresión tropical a medida que avanzaba hacia la costa norte del Golfo, según el Centro Nacional de Huracanes.
El sistema tiene un 40% de probabilidades de convertirse en depresión tropical a medida que se desplaza hacia el oeste sobre el Golfo, en dirección al sureste de Luisiana, según la agencia federal. La gravedad de su impacto dependerá de la distancia que recorra mar adentro, donde las condiciones son propicias para una depresión tropical, antes de llegar a Luisiana. El clima tropical también afectará a Alabama y Misisipi.
Independientemente de si el sistema se intensifica, las fuertes lluvias podrían causar inundaciones, advirtieron las autoridades.
Nueva Orleans se prepara para recibir entre 3 y 5 pulgadas de lluvia hasta el sábado, pero algunas zonas podrían registrar hasta 10 pulgadas, especialmente cerca de la costa, según el Servicio Meteorológico Nacional.
“Aunque no se puede descartar una depresión tropical cerca de la costa el jueves, la principal preocupación sigue siendo la amenaza de lluvias intensas”, escribió la agencia en X.
Voluntarios y funcionarios locales tocaban música mientras llenaban bolsas con arena para repartirlas entre los residentes de Nueva Orleans el miércoles por la mañana en el YMCA de Dryades.
“Mi calle se inundó el otro día cuando llovió un poco, así que quiero asegurarme de ser proactivo”, dijo Alex Trapps, residente de Nueva Orleans, mientras se alejaba con sacos de arena en su coche.
La amenaza que se cierne sobre el sureste se suma a una serie de inundaciones mortales ocurridas este verano. El lunes, unas inundaciones repentinas anegaron la ciudad de Nueva York y partes de Nueva Jersey, causando dos víctimas mortales. Y al menos 132 personas murieron en las inundaciones que anegaron la región de Texas Hill Country el 4 de julio.
El sistema que se está formando sobre Florida se llamará Dexter si se convierte en tormenta con nombre. A seis semanas del inicio de la temporada de huracanes en el Atlántico, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, se han registrado tres tormentas tropicales con nombre —Andrea, Barry y Chantal— pero ningún huracán.
Chantal tocó tierra en Carolina del Sur la semana pasada y sus restos provocaron inundaciones en Carolina del Norte que causaron la muerte de una mujer de 83 años cuando su coche fue arrastrado por una carretera rural.
La Asociación Nacional Oceánica y Atmosférica dijo en mayo que había un 60% de posibilidades de que hubiera más tormentas con nombre esta temporada de huracanes que en años anteriores.
Se espera que el sistema meteorológico que se está formando actualmente se adentre completamente en tierra firme a finales de la semana.
El sur de Luisiana, una región muy familiarizada con los efectos potencialmente devastadores de las inundaciones, será la más afectada a partir del jueves.
Erika Mann, directora general de Dryades YMCA, dijo que los funcionarios electos locales lograron organizar la distribución de suministros para la tormenta en menos de un día después de que se intensificara la amenaza.
"Abrimos nuestras puertas y ayudamos a la comunidad cuando la comunidad lo necesita", dijo Mann.
Algunos residentes que acudieron a buscar suministros "saltaron de sus coches y ayudaron. Y eso representa lo que es Nueva Orleans. Nos unimos en las crisis", dijo Mann.
Por Safiyah Riddle
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