El Ministerio de Seguridad del Estado del régimen chino ha emitido un comunicado público sobre la filtración de secretos a entidades extranjeras por parte de personal de inteligencia retirado. Anteriormente, estos casos se trataban en secreto.
Los analistas dijeron que esto indica que las autoridades están ampliando su estricto control a los oficiales retirados en medio de las continuas luchas internas en la cúpula del Partido Comunista Chino (PCCh) en el poder.
Los medios de comunicación estatales chinos informaron de que el Ministerio de Seguridad del Estado publicó un aviso en su cuenta oficial de WeChat el 9 de noviembre, en el que afirmaba que, en los últimos años, se han producido frecuentes incidentes de filtración de secretos por parte de personal retirado de unidades clasificadas. El ministerio recordó al público que "mantener la confidencialidad de la información clasificada no es un asunto baladí" y que, incluso después de dejar sus puestos, deben ser siempre conscientes de la confidencialidad de dichos datos.
El aviso enumeraba varias mentalidades comunes entre los oficiales retirados que suponen un alto riesgo de filtración de secretos de Estado, como "Solo me llevé los documentos a casa para organizarlos, ¿cómo podría ser eso una filtración?" y "Llevo muchos años retirado, estos materiales antiguos ya no sirven para nada, ¿a quién le importan?".
El aviso daba a conocer el caso de Cheng, un oficial retirado de una unidad clasificada, que se puso en contacto con agencias de inteligencia extranjeras en múltiples ocasiones, proporcionándoles secretos de Estado de alto nivel y confidenciales para ayudar a sus hijos a obtener visas de estudiante. Según el aviso, Cheng fue finalmente condenado a prisión por espionaje y privado de sus derechos políticos.
Este es el último de una serie de casos de ciudadanos chinos con acceso a información clasificada que han vendido inteligencia a entidades extranjeras este año y que el ministerio ha revelado, lo que contrasta con su práctica anterior de mantener estos casos en secreto.
En abril, el ministerio reveló un caso de un empleado de una unidad de investigación clasificada que sacaba de contrabando datos técnicos del país; en agosto, informó de que un trabajador industrial militar jubilado almacenaba datos clasificados en su ordenador personal y los subía a la nube; el 8 de octubre, el ministerio informó de que un empleado de una gran empresa había proporcionado información sensible a entidades extranjeras por rencor personal; y el 12 de octubre, reveló que agencias de inteligencia extranjeras, bajo la apariencia de "blogueros de viajes", animaban a personas dentro de China a recopilar información militar y geográfica.
Xi refuerza su control sobre las unidades clasificadas
El último caso se informó después de que se celebrara a finales de octubre la cuarta reunión plenaria del Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh), la máxima reunión política del partido. Además, según el veterano comentarista político Cai Shenkun, afincado en Estados Unidos, el ministro de Seguridad del Estado, Chen Yixin, es cercano al líder del PCCh, Xi Jinping.Atacar a los oficiales de inteligencia retirados puede ser "una estrategia intimidatoria para crear una atmósfera de terror con el fin de mantener la lucha política y crear un entorno de opinión pública que permita a Xi Jinping controlar aún más el país", dijo Cai a The Epoch Times el 11 de noviembre.
Xi Jinping quiere controlar más estrictamente estas unidades clasificadas, por lo que ha sacado a la luz estos casos, declaró Yeh Yao-Yuan, profesor de ciencias políticas y estudios internacionales de la Universidad de St. Thomas, a The Epoch Times el 11 de noviembre.
"Es como dar ejemplo con alguien para advertir a los demás. Les está diciendo que sabemos lo que han hecho y que, si no le obedecen, les imputará un delito y les hundirá", dijo Yeh.
Control más estricto
Li, un funcionario jubilado que anteriormente trabajaba en un departamento del gobierno central en China y que solo dio su apellido por motivos de seguridad, declaró a The Epoch Times que algunas personas que ocupan puestos clasificados siguen conservando documentos antiguos y redes de contactos después de abandonar el sistema."Mucha gente piensa que no pasa nada por guardar documentos en casa y nadie sabe que eso es una infracción. La revisión actual es cada vez más estricta, e incluso los documentos antiguos se consideran clasificados", dijo Li.
Un guardia de seguridad guía a los pasajeros en el Aeropuerto Internacional de Beijing el 6 de julio de 2025. (Wang Zhao/AFP a través de Getty Images).Li dijo que las regulaciones actuales prohíben a los cuadros de nivel divisional que trabajan para unidades clasificadas y en los sistemas de seguridad pública, fiscalía y judicial salir del país durante los tres años posteriores a su jubilación, a los cuadros de nivel de oficina durante los cinco años posteriores y a los líderes de nivel ministerial o generales mayores retirados del ejército durante los ocho años posteriores.
"Si desean viajar a Estados Unidos para ver a sus nietos, eso está totalmente prohibido", dijo Li.
Añadió que estas regulaciones son más estrictas en la práctica que las especificaciones del documento.
"Muchos jubilados que han estado en contacto con trabajos clasificados siguen estando sujetos a una vigilancia e investigación continuas", dijo Li.
Eric (seudónimo), un exespía chino que desertó a Australia en 2023, dijo a The Epoch Times el 11 de noviembre que el control de los jubilados siempre ha existido.
"Esta medida actual es un endurecimiento del control para reforzar la disuasión", dijo. "Podría tratarse de una mentalidad preparada para la guerra más que de luchas políticas internas ya que Xi ya tiene el control".
Dentro del entorno más amplio controlado por el PCCh, Cai dijo: "Tanto dentro como fuera del sistema, por no hablar de los jubilados, la gente de la sociedad también está estrictamente controlada".
"En realidad, es una gran prisión donde no hay libertad de expresión ni libertad de acción en absoluto", dijo Cai.
Con información de Yuo Ya y Yang Qian.
