La exposición de CATL, fabricante chino de baterías eléctricas, en el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort (IAA) 2019, celebrado en Fráncfort del Meno, Alemania, el 11 de septiembre de 2019. (Sean Gallup/Getty Images)

La exposición de CATL, fabricante chino de baterías eléctricas, en el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort (IAA) 2019, celebrado en Fráncfort del Meno, Alemania, el 11 de septiembre de 2019. (Sean Gallup/Getty Images)

Legisladores critican a bancos estadounidenses por respaldar a fabricante chino incluido en lista negra

En enero, el Departamento de Defensa designó a varias empresas, entre ellas CATL, como empresas militares chinas

ESTADOS UNIDOSPor Catherine Yang
22 de mayo de 2025, 1:43 a. m.
| Actualizado el22 de mayo de 2025, 1:43 a. m.

El 20 de mayo, los legisladores del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino criticaron a los bancos estadounidenses por respaldar a un fabricante chino de baterías incluido en la lista negra, sugiriendo que era necesaria una legislación que lo prohibiera explícitamente.

La empresa china Contemporary Amperex Technology Co. (CATL) comenzó a cotizar en la bolsa de Hong Kong el 20 de mayo, con las empresas chinas China International Capital Corporation y China Securities International, y las estadounidenses BofA Securities y J.P. Morgan como patrocinadores conjuntos. Entre los coordinadores generales se encontraban Goldman Sachs, Morgan Stanley y UBS. Los coordinadores globales conjuntos fueron BNP Paribas y Guotai Junan International.

«Después de que el Pentágono calificará a CATL como empresa militar china, Bank of America y JPMorgan siguieron respaldando su oferta pública inicial —ignorando las advertencias del gobierno y poniendo en peligro la seguridad de Estados Unidos», afirmó el comité en un comunicado en redes sociales. «El Congreso debe reforzar las normas sobre inversiones en el extranjero para impedir que el capital estadounidense ayude a nuestros adversarios».

Los legisladores ya pidieron a los bancos que se retiraran de esta oferta pública inicial, escribiendo directamente a los directores de ambas empresas.

Esta es la segunda cotización de CATL en la Bolsa de Hong Kong. CATL dijo que la oferta pública inicial era de 135 millones de acciones, que registraron un aumento de precio del 12.55 % al inicio de la sesión. CATL es el mayor fabricante de baterías del mundo y suministra a empresas de vehículos eléctricos como Tesla y la china BYD, pero también a la mayoría de las principales empresas automovilísticas. Según el folleto de oferta pública inicial del 12 de mayo, sus baterías están instaladas en más de 17 millones de vehículos en todo el mundo, lo que supone un tercio de los vehículos eléctricos del mundo.

«Esta cotización supone una mayor integración en los mercados de capitales mundiales y marca un nuevo hito en nuestra misión de impulsar la economía global sin emisiones de carbono», declaró Robin Zeng, director ejecutivo de CATL, en un comunicado.

En enero, el Departamento de Defensa designó a varias empresas, entre ellas CATL y el gigante chino de los medios de comunicación Tencent, como empresas militares chinas. Ambas empresas vieron cómo sus acciones se desplomaron ese mismo día y emitieron comunicados rechazando la designación.

La Comisión Especial de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino lleva años instando a que se tomen medidas contra CATL y pidió al Departamento de Defensa y al Departamento de Seguridad Nacional que la incluyeran en la lista negra.

En 2023, los legisladores advirtieron contra el uso de baterías CATL en la base militar de Camp Lejeune, en Carolina del Norte, tras lo cual el Pentágono retiró las baterías. En 2024, la comisión volvió a instar al Pentágono a incluir al fabricante de baterías en la lista negra.

El comité también se opuso a la asociación de Ford con CATL en Michigan, anunciada en 2022. El acuerdo se vio interrumpido y revisado debido a las preocupaciones de los legisladores, aunque Ford sigue adelante con la licencia de la tecnología del fabricante de baterías. A principios de este mes, el comité instó a un alcalde local a retirar su apoyo a la asociación.

El alcalde de Battle Creek, Michigan, Mark Behnke, pidió en abril a los representantes de Michigan en el Congreso de Estados Unidos que apoyaran la financiación federal de la asociación entre Ford y CATL, y el presidente del comité, el representante John Moolenaar (R-Mich.), rechazó la solicitud.

Según el comité, CATL apoya al complejo militar del Partido Comunista Chino (PCCh) y tiene vínculos con el trabajo esclavo.

En 2024, el comité afirmó que una investigación concluyó que CATL y otro fabricante chino de baterías, Gotion, obtienen materiales a través del grupo paramilitar del PCCh Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang mediante el uso de trabajo forzoso. Se descubrió que CATL obtiene componentes, incluidos níquel electrolítico y materiales de ánodo de iones de litio, de entidades sancionadas y empresas estatales del PCCh que utilizan trabajo forzado.

El PCCh persigue a los uigures y otras minorías en Xinjiang, y Estados Unidos promulgó en 2021 la Ley de Prevención del Trabajo Forzados de los Uigures, que prohíbe la entrada en el país de productos fabricados con trabajo forzoso.

El comité también advirtió que la dependencia de materiales chinos en la infraestructura energética de Estados Unidos supone una amenaza para la seguridad nacional.

La comunidad de inteligencia estadounidense también ha identificado al régimen chino como la principal amenaza para la infraestructura energética de Estados Unidos, y el año pasado advirtió que hackers respaldados por el régimen chino están preparados para interrumpir la infraestructura crítica.

Una investigación de Reuters descubrió recientemente que se encontraron dispositivos de comunicación ilegales fabricados en China en inversores de energía solar, lo que podría permitir a China acceder de forma remota a las redes conectadas a los paneles solares a través de estos inversores. Las fuentes recordaron un incidente ocurrido el pasado mes de noviembre, cuando unos inversores solares fabricados por Deye en Estados Unidos, Reino Unido y Pakistán fueron desactivados de forma remota desde China.

Una asociación comercial danesa dedicada a la energía solar también informó recientemente del hallazgo de componentes electrónicos inexplicables en equipos solares importados, pero no identificó el país de origen de los productos.

La empresa de ciberseguridad Bitdefender identificó vulnerabilidades en las plataformas de plantas fotovoltaicas Solarman y Deye, y advirtió que alrededor del 20 % de la producción solar mundial está «a la espera de ser secuestrada».

Estados Unidos se dispone a imponer aranceles a las importaciones de productos solares procedentes de países del sudeste asiático, después de que los fabricantes estadounidenses ganaran recientemente un caso en el que argumentaban que las empresas chinas estaban inundando el mercado con productos solares a precios desleales a través de fábricas del sudeste asiático.

Bank of America se negó a hacer comentarios. JP Morgan no respondió a una consulta de The Epoch Times antes de la publicación.

Con información de Reuters.


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