Tras el rechazo del Senado estadounidense a una resolución para bloquear las acciones militares de EE. UU. contra Venezuela, y la confirmación del Pentágono de que el portaaviones más grande del país se dirige a Latinoamérica, Venezuela responde con una movilización militar de dos días.
El ministro de Defensa venezolano, el general Vladimir Padrino López, anunció la movilización militar a gran escala durante una conferencia de prensa el martes, calificándola como una respuesta defensiva ante las amenazas percibidas de Estados Unidos.
"Casi 200,000 efectivos se desplegaron en todo el territorio nacional para este ejercicio, y debo decir que esto no se realiza a expensas del despliegue diario que lleva a cabo el Comando Operacional Estratégico", declaró Padrino López en su discurso televisado.
El Ministerio de Defensa de Venezuela también publicó información sobre el ejercicio en redes sociales.
El discurso, transmitido por la estatal Venezolana de Televisión (VTV), destacó la expansión del "Plan Independencia 200" del presidente Nicolás Maduro, una estrategia cívico-militar que combina las fuerzas armadas convencionales y la policía, así como otros cuerpos de seguridad, en nombre de la defensa nacional.
Las declaraciones de Padrino López se produjeron en un contexto de creciente actividad militar estadounidense en el Caribe, como el despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande de Estados Unidos, y sus recursos navales y aéreos asociados. Trump también autorizó a la CIA a operar de forma encubierta en Venezuela, según confirmó el mes pasado.
"El aumento de la presencia militar estadounidense en el área de responsabilidad del Comando Sur reforzará la capacidad de Estados Unidos para detectar, monitorear e interrumpir las actividades ilícitas que comprometen la seguridad y la prosperidad del territorio estadounidense y nuestra seguridad en el hemisferio occidental", declaró el portavoz principal del Pentágono, Sean Parnell, en un comunicado el martes.
Desde septiembre, las fuerzas estadounidenses han destruido varias embarcaciones frente a las costas venezolanas y en otras zonas, afirmando que pertenecían a una organización terrorista designada y estaban involucradas en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Se han llevado a cabo al menos 19 ataques confirmados en el mar Caribe y frente a las costas del Pacífico de países latinoamericanos.
Trump acusó a Maduro de respaldar a los cárteles de la droga en su país, acusación que Maduro negó.
Funcionarios venezolanos califican las acciones estadounidenses como una "amenaza imperialista" cuyo objetivo es derrocar a Maduro y explotar los recursos de Venezuela, como sus reservas petroleras. Estados Unidos declaró que sus operaciones constituyen una campaña contra el narcotráfico en el país latinoamericano.
El secretario de Guerra, Pete Hegseth, comparó a los cárteles con el grupo terrorista Al Qaeda en redes sociales.
"Los narcoterroristas que pretenden envenenar nuestras costas no encontrarán refugio seguro en ningún lugar de nuestro hemisferio", escribió en X en octubre. "Así como Al Qaeda libró una guerra contra nuestra patria, estos cárteles libran una guerra contra nuestra frontera y nuestro pueblo. No habrá refugio ni perdón, solo justicia".
Padrino López afirmó que los ejercicios estaban diseñados para "optimizar el mando, el control y las comunicaciones".
Venezuela enfrenta simultáneamente sanciones económicas y tensiones políticas tras las controvertidas elecciones.
Con información de Jack Phillips.















