Análisis de noticias
El Partido Comunista Chino (PCCh) celebró esta semana una ceremonia inusualmente destacada para conmemorar el 110.º aniversario del nacimiento de Hu Yaobang, un antiguo líder cuyo legado incluyó la adopción de reformas prodemocráticas, que finalmente condujeron a las protestas prodemocráticas de la plaza de Tiananmen en 1989.
Los analistas afirman que esta medida sugiere que el líder chino Xi Jinping está tratando de aliviar las tensiones con las familias políticas de segunda generación del Partido y los intelectuales liberales, con el objetivo de asegurarse otro mandato.
Xi rompe con la tradición
El 20 de noviembre, el PCCh celebró un simposio conmemorativo en honor a Hu en el Gran Salón del Pueblo de Beijing. Xi asistió personalmente y pronunció unas palabras en las que elogió a Hu por sus extraordinarias contribuciones al avance de la modernización de China.Esto supuso un cambio notable con respecto al pasado. Los anteriores aniversarios del nacimiento y la muerte de Hu se habían celebrado de forma deliberadamente discreta debido a la apuesta de Hu por la reforma política en la década de 1980.
La muerte de Hu en abril de 1989 desencadenó marchas estudiantiles en la plaza de Tiananmen, que finalmente condujeron a protestas masivas a favor de la democracia y a la masacre de la plaza de Tiananmen el 4 de junio de ese año.
Los estudiantes manifestantes consideraban a Hu un reformista y pedían que se honrara su legado con un impulso a las reformas democráticas integrales, lo que provocó la brutal represión de la facción de Deng Xiaoping, partidaria de mantener el régimen totalitario del PCCh. Esto hizo que el legado de Hu fuera especialmente delicado en el discurso público en China.
El discurso de Xi eludió varios elementos políticamente delicados de la carrera de Hu, como su resistencia a la "campaña contra la contaminación espiritual" de 1983, su defensa de la separación entre el Partido y el gobierno, su impulso para abolir el cargo vitalicio de los altos funcionarios y la conexión entre su muerte y las protestas de la plaza de Tiananmen que siguieron.
El comentarista de actualidad china afincado en Estados Unidos Tang Jingyuan señaló que el PCCh conmemora tradicionalmente los décimos aniversarios de forma rutinaria. "Sin embargo, esto se trató como si fuera una conmemoración de 50 años", afirmó.
En comparación, el 90.º cumpleaños de Hu en 2005 sólo atrajo a tres miembros del Comité Permanente del Politburó, pero este año asistió Xi y se presentó toda la Secretaría.
¿Por qué ensalzar a Hu ahora?
El disidente chino y jurista Yuan Hongbing, afincado en Australia, declaró a The Epoch Times que el homenaje inusualmente destacado de Xi estaba motivado por necesidades políticas inmediatas.Según Yuan, Xi se enfrenta a la presión de dos grupos principales: las familias de la élite vinculadas a los antiguos líderes Deng Xiaoping y Jiang Zemin, que quieren restaurar un sistema más orientado al mercado y cuasi oligárquico, y los intelectuales que ven a Hu Yaobang como un símbolo de apertura política.
Gente reunida ante la tumba del antiguo líder reformista del Partido Comunista Hu Yaobang en Gongqing, provincia de Jiangxi, en la víspera del décimo aniversario de su muerte en 1999. (AFP/Getty Images)"Xi está utilizando el 110.º aniversario del nacimiento de Hu para calmar el descontento entre las élites rojas y los intelectuales liberales", afirmó. "Quiere reducir la resistencia antes del XXI Congreso del Partido, en el que pretende prolongar su mandato".
Asistencia de las "familias de la élite roja"
Los medios de comunicación estatales chinos informaron de que los familiares y representantes de la familia de Hu asistieron a la reunión, lo cual fue significativo porque la familia de Hu había sido objeto de vigilancia y restricciones en los últimos años.Las imágenes de televisión mostraron al hijo de Hu, Hu Deping, sentado en la tercera fila con una expresión visiblemente tensa. Liu Yuan, hijo del exlider del Estado Liu Shaoqi, apareció con uniforme militar y actitud severa. El hermano de Xi, Xi Yuanping, también asistió.
Estas imágenes llamaron rápidamente la atención del público sobre la tensa relación entre Xi y la "segunda generación roja", descendientes de los fundadores del Partido y antiguas élites.
Yuan dijo que la tensión entre Xi y las familias de la élite roja se manifiesta en dos niveles interconectados. El primero tiene que ver con la orientación política. Dentro de la élite roja, algunas figuras creen que el Partido debe mantener el régimen de partido único y volver a la senda económica más orientada al mercado de la era de Deng Xiaoping durante la década de 1980, que consideran crucial para la estabilidad y el crecimiento de China. Otros abogan por una reforma política gradual, una posición que entra en conflicto directo con el enfoque cada vez más duro de Xi para mantenerse en el poder.
En otras palabras, Xi está utilizando el aniversario del nacimiento de Hu para abrazar la liberalización económica de la década de 1980, aunque la medida puede ser puramente simbólica.
El segundo nivel se refiere a la distribución del poder. Yuan argumentó que Xi pretende consolidar el poder de una manera que recuerda al antiguo dictador del PCCh Mao Zedong, dejando poco espacio para que otras familias políticas influyentes conserven o compartan el poder. Según él, este afán por el control total enfrentó a Xi con una parte importante de la élite roja, muchos de cuyos miembros se encuentran ahora en profundo conflicto con los actuales dirigentes.
El gesto de Xi en este acto conmemorativo parece ser una rama de olivo tendida a aquellas élites influyentes del PCCh que critican su agenda.
La historia detrás de la sensibilidad
La caída política y la muerte de Hu Yaobang fueron inseparables de los acontecimientos de 1989.A finales de 1986, los estudiantes universitarios de toda China iniciaron manifestaciones en las que pedían reformas políticas y protestaban contra la corrupción. El movimiento pronto se extendió a los campus de Beijing y Shanghái. El líder de línea dura del PCCh, Deng Xiaoping, culpó a Hu de permitir que floreciera la "liberalización burguesa".
En enero de 1987, Hu supuestamente soportó días de duras críticas en las reuniones internas del Partido y fue acusado de graves irregularidades. Ese mismo mes se vio obligado a dimitir como secretario general. Sin embargo, en aquel momento se le consideraba un reformista.
Cuando Hu murió repentinamente de un ataque al corazón en abril de 1989, los estudiantes de las principales universidades de China colocaron carteles en las paredes en su memoria. El duelo se convirtió rápidamente en protestas masivas, lo que llevó a la brutal represión militar del 4 de junio. Zhao Ziyang, que sucedió a Hu, fue purgado por negarse a apoyar el uso de la fuerza y pasó el resto de su vida bajo arresto domiciliario.
Los delicados antecedentes de Hu llevaron al PCCh a limitar los debates sobre su legado, y sus políticas reformistas quedaron prácticamente eliminadas del discurso público en China.
Los estudiantes colocan flores y coronas de flores frente al retrato del antiguo líder del PCCh y reformista liberal Hu Yaobang, mientras miles de estudiantes se reúnen al pie del monumento a los Héroes del Pueblo en la plaza de Tiananmen durante una manifestación no autorizada en Beijing, el 19 de abril de 1989. (Catherine Henriette/AFP/Getty Images)
Homenajes oficiales frente a la memoria pública
Yuan argumentó que el homenaje oficial de Beijing a Hu tiene poco que ver con el legado pro reformista de este. En cambio, la conmemoración de Xi simplemente sirve a sus objetivos políticos, que son aliviar la presión interna y estabilizar la política de la élite."Las conmemoraciones públicas de Hu Yaobang están motivadas por la búsqueda de la libertad y la democracia, mientras que las conmemoraciones oficiales dirigidas por Xi Jinping son, de hecho, parte de su plan político", afirmó.
Yuan cree que Xi no está dispuesto a renunciar a su férreo control del poder, ni puede alterar el actual régimen totalitario del país. "En cuanto a la idea de que Xi podría dar marcha atrás o cambiar el rumbo político de China, eso es una auténtica tontería", afirmó.
Con información de Li Jing y Luo Ya.
