La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) ya no exigirá a los viajeros internacionales que se sometan a nuevos controles en algunos casos.
Esto significa que dichos viajeros que entren en Estados Unidos desde el extranjero no tendrán que pasar por otro control para tomar un vuelo de conexión si proceden de determinados aeropuertos internacionales.
American Airlines es la primera aerolínea en asociarse con la TSA y probar el programa en Estados Unidos, comenzando en el Aeropuerto Internacional de Dallas Fort Worth, según anunció la compañía el 22 de julio. Otras aerolíneas importantes, como Delta, se unirán al programa.
En virtud del programa piloto “One Stop Security”, autorizado por el Congreso, los viajeros solo tendrán que pasar por el control de seguridad del aeropuerto desde el que viajan inicialmente.
Por ejemplo, un viajero que llegue a Estados Unidos desde Londres Heathrow con escala en Chicago O'Hare solo tendrá que pasar por el control de seguridad en Londres y no tendrá que pasar por el control de seguridad en O'Hare. Heathrow es uno de los aeropuertos desde los que los viajeros que llegan a Estados Unidos no tendrán que pasar por un control de seguridad en su vuelo de conexión en Estados Unidos.
“Para nosotros, es realmente un enfoque de seguridad sensato para agilizar la seguridad desde el extranjero hacia Estados Unidos”, declaró Adam Stahl, subdirector de la TSA, a Fox News Digital. “Realmente subraya y se suma a la edad de oro de los viajes del presidente y la administración”.
Stahl declaró al medio que no hay “ningún impacto” en la seguridad.
“Llevamos a cabo rigurosos controles y seguimientos de amenazas, así como evaluaciones de seguridad en el último aeropuerto de salida, el aeropuerto extranjero interesado y que cumple los requisitos, para garantizar que existe un nivel de seguridad adecuado”, afirmó.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la TSA para recabar sus comentarios.
La última política de la TSA es solo uno de los varios cambios anunciados recientemente.
La agencia ya no exigirá a los pasajeros que se quiten los zapatos en la fila del control de seguridad.
“El fin de la política de quitarse los zapatos es la última medida que el DHS está aplicando para modernizar y mejorar la experiencia de los viajeros en los aeropuertos de nuestro país”, afirmó la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en una declaración del 8 de julio.
“Esperamos que este cambio reduzca drásticamente los tiempos de espera de los pasajeros en los controles de la TSA, lo que se traducirá en una experiencia más agradable y eficiente para los pasajeros”, continuó. “Como siempre, la seguridad sigue siendo nuestra máxima prioridad”.
Noem afirmó que esta medida ejemplifica la “visión de una nueva edad de oro de los viajes en Estados Unidos” del presidente Donald Trump.
Por último, la TSA está aplicando la política de exigir que los viajeros dispongan de un documento de identidad real o un documento conforme a la Ley de Identidad Real de 2005.
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