Los futuros ataques contra la monarquía de Catar en Medio Oriente serán tratados como una amenaza a la paz y la seguridad de Estados Unidos, afirmó el presidente Donald Trump en una orden ejecutiva emitida el 29 de septiembre.
La orden ejecutiva del lunes señala el papel de Catar como un socio estratégico clave de Estados Unidos en Medio Oriente, incluido el alojamiento de fuerzas estadounidenses, el apoyo a los esfuerzos de seguridad regional y su función como importante intermediario diplomático. La orden fue firmada un día después de que el gobierno catarí facilitara la liberación de un ciudadano estadounidense en Afganistán bajo control talibán.
“En reconocimiento de este historial, y a la luz de las continuas amenazas contra el Estado de Catar por parte de agresiones extranjeras, es política de Estados Unidos garantizar la seguridad e integridad territorial del Estado de Catar frente a ataques externos”, se lee en la orden ejecutiva de Trump.
“Estados Unidos considerará cualquier ataque armado contra el territorio, la soberanía o la infraestructura crítica del Estado de Catar como una amenaza a la paz y la seguridad de Estados Unidos”.
En un comunicado del 1 de octubre, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Catar describió la orden ejecutiva de Trump como “un reflejo de los fuertes y duraderos lazos entre Doha y Washington, construidos sobre la cooperación y la asociación en mediación, resolución de conflictos y paz y seguridad globales”.
La orden de Trump puede representar un nivel adicional de garantía del apoyo estadounidense a Qatar tras los ataques ocurridos dentro de su territorio soberano.
Fuerzas iraníes lanzaron misiles contra un puesto militar estadounidense en Qatar en junio, en represalia por los ataques de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares iraníes.
Qatar volvió a ser blanco de ataques en septiembre, esta vez por parte de otro socio regional clave de Estados Unidos.
El 9 de septiembre, aviones de combate israelíes atacaron una reunión de líderes políticos del grupo terrorista Hamás en Doha, la capital de Catar. Hamás reportó que cinco de sus funcionarios murieron en los bombardeos, mientras que el gobierno catarí señaló que también falleció un miembro de sus fuerzas de seguridad.
El gobierno de Catar ha hospedado a dirigentes políticos de Hamás a lo largo de los años y ha fungido como intermediario en negociaciones para resolver el conflicto en curso entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
En su reacción inicial al ataque del 9 de septiembre en Doha, Trump dijo que eliminar a Hamás sigue siendo un “objetivo digno” para que Israel lo persiga, pero señaló que fue lamentable que las fuerzas israelíes atacaran dentro de Doha y que no hubiera podido notificar al gobierno catarí antes de la operación.
Trump emitió su nueva orden ejecutiva sobre la seguridad de Catar el mismo día en que recibió al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu en la Casa Blanca. Durante esa visita, Trump facilitó una conversación telefónica trilateral entre él mismo, Netanyahu y el primer ministro catarí Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Thani.
Según un comunicado de la Casa Blanca sobre la llamada trilateral del 29 de septiembre, Netanyahu expresó a Thani su pesar por la violación del espacio aéreo soberano de Catar por parte de aviones de combate israelíes y por el hecho de que el ataque “mató de manera no intencional a un militar qatarí”. Además, el comunicado de la Casa Blanca señaló que Netanyahu aseguró que Israel “no llevará a cabo un ataque de ese tipo en el futuro”.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí
















