El presidente Donald Trump dijo el 17 de noviembre que estaría dispuesto a mantener conversaciones con el líder venezolano Nicolás Maduro, pero se negó a descartar el envío de tropas estadounidenses a Venezuela en medio de las tensiones por las operaciones antinarcóticos de Estados Unidos en el Caribe.
Cuando se le preguntó en una conferencia de prensa si descartaría la posibilidad de enviar tropas terrestres estadounidenses a Venezuela, Trump respondió: "No, no lo descarto. No descarto nada".
"Simplemente tenemos que ocuparnos de Venezuela. Enviaron a cientos de miles de personas de sus prisiones a nuestro país", dijo a los periodistas en el Despacho Oval.
Cuando se le preguntó si había algo que Maduro pudiera decir para ganarse su apoyo, Trump no dio una respuesta directa, pero dijo que cree que el líder venezolano ha causado un "daño tremendo" a Estados Unidos, citando la migración ilegal de venezolanos a Estados Unidos y el tráfico ilegal de drogas.
"Es difícil decirlo, la pregunta es un poco delicada", dijo Trump. "No ha sido bueno para Estados Unidos, así que ya veremos qué pasa. En un momento dado, hablaría con él".
Maduro ha negado repetidamente las acusaciones de tráfico ilegal de drogas.
La administración Trump aumentó la presencia militar estadounidense en el Caribe para disuadir el tráfico de drogas y ha llevado a cabo ataques contra embarcaciones que, según funcionarios estadounidenses, transportaban narcóticos a Estados Unidos. El último ataque, el 15 de noviembre, el vigésimo primero desde septiembre, causó la muerte de tres presuntos narcotraficantes.
Trump dijo el 16 de noviembre que su administración podría mantener conversaciones con Maduro, pero no dio más detalles.
"Es posible que mantengamos algunas conversaciones con Maduro y ya veremos cómo resultan" declaró a los periodistas en Florida, añadiendo que el régimen venezolano había solicitado las conversaciones.
El gobierno estadounidense ha designado recientemente al Cartel de los Soles venezolano como organización terrorista extranjera, que según el secretario de Estado Marco Rubio está liderada por Maduro y otros altos funcionarios venezolanos. Estos han negado las acusaciones.
Trump dijo que la designación permitiría a Washington atacar los activos y la infraestructura de Maduro en Venezuela, pero señaló que no había planes inmediatos para hacerlo.
"Nos permite hacerlo, pero no hemos dicho que vayamos a hacerlo", dijo el presidente.
A finales de octubre, el ejército estadounidense desplegó el portaaviones USS Gerald R. Ford en la zona de responsabilidad del Comando Sur, que abarca América Central, América del Sur y el Caribe, en apoyo de las operaciones antinarcóticos en la región.
Venezuela había condenado el despliegue por parte del ejército estadounidense del destructor lanzamisiles USS Gravely a Trinidad y Tobago para realizar unas maniobras militares conjuntas el mes pasado y, en respuesta, suspendió su cooperación energética con la nación insular.















