La oficina de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) encargada de supervisar la seguridad de las vacunas debería separarse de otras partes de la agencia que se dedican a la promoción de las vacunas, según la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina.
Las academias dijeron en un informe del 7 de octubre que la Oficina de Seguridad de las Vacunas (ISO) de los CDC funcionó en general bien durante la pandemia de COVID-19, pero que puede mejorar en el futuro, por ejemplo, no haciendo hincapié en los beneficios de las vacunas en los mensajes que describen los resultados de la supervisión de la seguridad de las vacunas.
"Las comunicaciones sobre la pandemia a veces confundían la supervisión de la seguridad con la promoción de las vacunas", dijo la Dra. Sonia Hernández-Díaz, profesora de epidemiología de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard y miembro de las academias, en una rueda de prensa sobre el informe.
El informe de 253 páginas, financiado por los CDC, llegó a la conclusión de que "la confianza en la ISO como fuente fiable de información sobre los riesgos de las vacunas se ve afectada por la intersección y la interacción con los CDC y otras iniciativas gubernamentales para fomentar la vacunación" y que la oficina "carece actualmente de la independencia organizativa y los recursos necesarios para difundir directamente su información a los profesionales de la salud, los responsables políticos y el público".
Los expertos de las academias, creadas por el Congreso para proporcionar asesoramiento independiente a los responsables políticos y otras personas, dijeron que los CDC deberían mantener a la ISO separada de otros equipos de los CDC que promueven la vacunación y que la ISO debería evitar la elaboración de políticas y la promoción de vacunas.
Los CDC no respondieron a una solicitud de comentarios.
En general, la ISO "llevó a cabo un seguimiento y una evaluación de los riesgos de las vacunas científicamente sólidos, oportunos y eficaces a lo largo de la pandemia de COVID-19", dijeron las academias en un comunicado.
Esto incluyó la utilización de múltiples sistemas de seguridad de las vacunas que dieron lugar a alertas sobre las condiciones registradas tras la vacunación contra COVID-19, según la organización.
Según el informe, el proceso de autorización de las comunicaciones "en ocasiones retrasó o limitó la difusión de los resultados sobre los riesgos". En mayo de 2021 se envió una notificación sobre el aumento del riesgo de inflamación cardíaca tras la vacunación, varios meses después de que las autoridades estadounidenses tuvieran conocimiento de los casos de inflamación tras la vacunación, según documentos internos obtenidos por The Epoch Times.
La notificación, reducida con respecto a la alerta inicial, decía que los CDC "siguen recomendando la vacunación contra COVID-19 para todas las personas mayores de 12 años, dado el mayor riesgo de contraer la enfermedad y sufrir complicaciones relacionadas, que pueden ser graves".
Además de corregir la aparente falta de independencia, la ISO puede mejorar en el futuro centrándose en la supervisión y evaluación de los riesgos de las vacunas, proporcionando de forma coherente comunicaciones claras que el público en general pueda entender y asegurándose de que la población tenga acceso a los protocolos que utiliza la oficina, según el nuevo informe.
Esto ayudará a "aumentar el uso de las vacunas cuando estén indicadas y, por lo tanto, sus beneficios", dijeron las academias.
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