El príncipe heredero de Irán, Reza Pahlavi, dijo el 26 de julio que "una oposición unida" contra la dictadura islámica que lleva más de 40 años en el poder estaba finalmente tomando forma, mientras cientos de personas se reunían en Múnich para la Convención de Cooperación Nacional para Salvar Irán.
El equipo de comunicación de Pahlavi lo describió como "la mayor y más diversa reunión de disidentes iraníes unidos por un Irán democrático", con más de 500 asistentes para crear "la coalición más diversa jamás establecida contra el régimen".
"El objetivo de esta convención es acordar una hoja de ruta para una transición democrática y un plan para la reconstrucción del país", dice un comunicado de prensa en el que se anunció el evento.
Esta convención da un nuevo impulso a la iniciativa que Pahlavi puso en marcha cuando comenzó a animar a sus compatriotas dentro del territorio iraní a levantarse tras el golpe asestado al régimen por Israel durante la Guerra de los 12 Días.
"Somos una oposición unida. Juntos traeremos la libertad y la prosperidad a Irán", declaró en X.
Pahlavi fue visto entre la multitud de asistentes ondeando la variante de la bandera iraní con el león dorado y el sol en el centro. Habló con varias familias, muchas de las cuales habían perdido a seres queridos a causa del actual régimen. En el escenario del evento, representantes de diversos grupos políticos y religiosos se levantaron a lo largo del día para declarar el apoyo de su pueblo a la iniciativa de Pahlavi de derrocar el régimen islamista y sustituirlo por un gobierno democrático laico.
Su oficina de prensa dijo en un comunicado que los asistentes "abarcaban todo el espectro ideológico de la política iraní, desde la izquierda hasta la derecha, monárquicos y republicanos, y también representaban la diversidad demográfica y socioeconómica de Irán, incluyendo diferentes grupos religiosos, lingüísticos, étnicos y tribales". Entre ellos estaban los kurdos, una secta musulmana suní que sigue sufriendo discriminación bajo el régimen musulmán chiíta.
Entre los asistentes se encontraban activistas, artistas, empresarios, líderes tribales, antiguos presos políticos y deportistas.
"La provincia del Kurdistán sigue siendo una de las regiones más desfavorecidas de Irán", dijo Tayeb Azmoudeh, campeón iraní de lucha libre, durante su discurso. "Aun así, los kurdos siempre hemos defendido a Irán. Como kurdo iraní y deportista, enarboló con orgullo la bandera del León y el Sol".
"Creemos en la integridad territorial de Irán y buscamos una nación libre, próspera y unificada, en la que la religión esté separada del gobierno, se respete la justicia para todos y las diversas etnias y credos convivan en igualdad".
La expectativa parecía ser que Pahlavi ayudaría a liderar el nuevo gobierno durante el período de transición. Su padre, Mohammad Reza Pahlavi, fue el último sah de Irán, derrocado durante la revolución iraní de 1979. Pahlavi fue nombrado oficialmente príncipe heredero en 1967.
"Príncipe, no lo vemos como un símbolo del pasado, sino como un signo de la restauración de la confianza nacional, un puente hacia un futuro en el que Irán vuelva a estar orgulloso", dijo Anshan Khosravi, líder de la tribu Bakhtiari de Irán, durante su discurso. "No lo vemos como un salvador, sino como un compañero jurado, alguien que comprende el dolor de esta nación y camina junto al pueblo en busca de la libertad, la justicia y el secularismo".
Además, parece estar creciendo la oposición dentro de las fronteras de Irán. En una reciente entrevista telefónica con Politico, Pahlavi afirmó que más de 50 000 funcionarios del Gobierno y el ejército iraníes se han registrado en una plataforma segura para coordinar el derrocamiento de la dictadura islámica, aunque aún es necesario verificar las cifras exactas y los antecedentes de los funcionarios.
La Gran Época se puso en contacto con la oficina de prensa de Pahlavi para confirmar estas cifras.
Por otra parte, la oficina de prensa declaró en su comunicado de prensa previo a la convención que Pahlavi movilizaría en Irán "una campaña de desobediencia civil y huelgas, para asegurar las deserciones del régimen, incluso a través de su plataforma recién creada", además de continuar movilizando la presión externa.
"El pueblo iraní merece paz, democracia y libertad", declaró Pahlavi en X. "Eso es por lo que lucho. Por eso este régimen tiene que caer".
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