Cada invierno, los resfriados y la gripe se propagan por todos los hogares, lo que hace que muchas personas busquen formas naturales de prevenir enfermedades o mejorar más rápidamente. Ricas en antioxidantes y vitamina C, las bayas de saúco se han utilizado durante miles de años como remedio tradicional para fortalecer el sistema inmunológico y aliviar los síntomas del resfriado y la gripe, además, tanto adultos como niños disfrutan por su agradable sabor.
A medida que más personas exploran enfoques naturales para la salud, el mercado de suplementos alternativos ha crecido rápidamente en los últimos años. Los productos de saúco son ahora muy apreciados en las tiendas naturistas, pero una de las opciones más populares y fácil de preparar en casa es el jarabe de saúco.
La baya del saúco: una joya de la naturaleza
Las bayas de saúco, que en su día era una planta silvestre poco conocida que crecía en los bordes de los bosques y campos abiertos, se han convertido rápidamente en uno de los ingredientes más populares en el mundo de la salud natural. Actualmente, representan el 18.9 % del mercado total de suplementos herbolarios, y se proyecta que las ventas de jarabe de saúco, por sí solas, alcancen los 3420 MDD para 2035A pesar de su creciente popularidad, las bayas de saúco tienen una advertencia importante: nunca se las debe consumir crudas. Contienen compuestos naturales llamados glucósidos cianogénicos, que pueden liberar pequeñas cantidades de cianuro al consumirlas crudas. Comer bayas de saúco crudas puede provocar malestar estomacal, calambres, náuseas o vómitos.
Cocinar adecuadamente las bayas descompone estos compuestos venenosos y hace que la fruta sea segura para comer.
Beneficios de las bayas del saúco
Las bayas de saúco son conocidas por su alta concentración de antioxidantes , que ayudan a proteger las células del estrés diario. Su intenso color púrpura proviene de las antocianinas , potentes pigmentos que favorecen la salud inmunológica y ayudan al cuerpo a responder a la inflamación. Las bayas de saúco también contienen uno de los niveles más altos de antocianina entre las bayas, e incluso después de cocinarlas, los estudios demuestran que alrededor del 70 % de esta actividad antioxidante permanece.Ademas de las antocianinas, las bayas de saúco aportan flavonoles como la quercetina y la rutina, además de vitamina C, fibra y minerales. Estos compuestos naturales trabajan en conjunto para reforzar la función inmunológica, ayudando a regular la inflamación, fortaleciendo las células inmunológicas y fomentando el crecimiento de bacterias intestinales saludables. Investigaciones han demostrado que el jarabe de saúco puede ayudar al sistema inmunológico a combatir virus y estimular la producción de anticuerpos, razón por la cual el jarabe de saúco se ha convertido en una opción popular durante la temporada de resfriados y gripe.
¿Por qué hacer su propio jarabe de saúco?
Preparar jarabe de saúco en casa le da control total sobre los ingredientes de su remedio. Puede elegir sus propios ingredientes orgánicos, el nivel de dulzor y el sabor final. Suele ser más económico que comprar productos prefabricados en supermercados, y evita rellenos, conservadores o ingredientes añadidos que quizás quiera evitar por razones de salud.El jarabe de saúco casero también es fácil de preparar, lo que lo conveniente en un primer paso fácil para quienes desean crear sus propios remedios naturales. Con solo bayas de saúco, agua, miel o azúcar y algunas especias cálidas, puede crear un jarabe que se adapte a su gusto y a su rutina de bienestar.
Más allá de sus beneficios prácticos, el jarabe de saúco casero es un regalo considerado y de temporada: algo personal, útil y hecho a mano para familiares y amigos durante los meses más fríos.
Cómo preparar jarabe de saúco
El jarabe de saúco se puede preparar con bayas frescas, congeladas o secas, y el proceso es sencillo y agradable. Puede cosechar bayas frescas de su jardín, recolectarlas de forma silvestre o comprarlas en tiendas a finales de verano y principios de otoño. Las bayas de saúco secas o congeladas suelen estar disponibles todo el año en la mayoría de las tiendas naturistas y en línea.Si cosecha sus propias bayas, asegúrese de usar solo las maduras. Descarte las bayas verdes o ligeramente rojas y elija los racimos de color púrpura rojizo oscuro, que contienen mucho jugo.
Nota de seguridad: Las bayas de saúco crudas contienen compuestos naturales que pueden causar molestias estomacales. Cocínelas siempre completamente antes de consumirlas.
Ingredientes:
- 2 tazas de bayas de saúco frescas o congeladas (o de 1 a 1 1/2 tazas de bayas de saúco secas)
- Agua (suficiente para cubrir las bayas en la olla)
- 1 1/2 tazas de azúcar (ajustar según la cantidad de jugo extraído)
- Sustitución de azúcar opcional: 1/2 a 3/4 taza de miel cruda (agregada solo después de que el jugo cocido se enfríe un poco)
- 1 limón, exprimido
Especias opcionales (muy recomendadas):
- 1 a 2 cucharadas de raíz de jengibre fresca rallada
- La historia continua debo del anuncio.
- 1/2 a 1 cucharadita de canela en polvo
- 1/4 a 1/2 cucharadita de clavo en polvo
Estas especias profundizarán el sabor terroso de las bayas de saúco y agregarán una calidez sutil al almíbar terminado.
- Enjuague las bayas de saúco con cuidado y retire cualquier tallo o residuo que puede haber. (Omita el enjuague si usa bayas secas).
- Combine las bayas y las especias opcionales en una cacerola mediana.
- Añada suficiente agua para cubrir las bayas. Tape la olla, deje que hierva, luego reduzca el fuego y cocine a fuego lento durante unos cinco minutos (o 10 minutos si usa bayas secas).
- Cuele la mezcla a través de un colador forrado con una gasa en una olla limpia, presionando las bayas con una espátula de madera para extraer todo el jugo.
- Mida el líquido y añada la misma cantidad de azúcar. Por ejemplo, utilice dos tazas de azúcar por dos tazas de jugo.
- Regrese la mezcla al fuego y deje que hierva suavemente. Cocine a fuego lento durante unos 10 minutos, revolviendo con frecuencia hasta que el azúcar se disuelva.
- Incorpore el jugo de limón.
- Vierta el almíbar en botellas o frascos de vidrio ámbar esterilizados mientras aún esté caliente, a una temperatura de entre 180 °F y 190 °F. Cierre bien y deje que las botellas se enfríen por completo.
- Guarde las botellas de jarabe sin abrir en un lugar fresco y oscuro durante varios meses. Refrigere despues de abrir y consuma en un plazo de un mes. Revise periódicamente si hay signos de moho y deséchelo si lo detecta.
Si le da el jarabe a niños pequeños menores de 1 año, use azúcar en lugar de miel por seguridad.
Descargo de responsabilidad:
Este artículo es sólo para fines informativos y no sustituye el consejo médico profesional.
Modo de empleo:
El jarabe terminado es una delicia, ya sea caliente o frío. Puede disfrutarlo directamente de la cuchara o mezclarlo con té, agua con gas, batidos o incluso café para un refuerzo inmunológico delicioso.
El jarabe de saúco también constituye una cobertura colorida y saludable para yogur, panqueques, tazones de fruta o helado: no hay límites para su creatividad culinaria.
Dependiendo de su gusto, use una cucharadita o una cucharada en una bebida o hasta tres cucharadas sobre su postre favorito.
Durante la infección activa, los adultos pueden tomar de una a dos cucharaditas de jarabe de saúco directamente de la cuchara, de tres a cuatro veces al día. Los niños pueden tomar la mitad de esa cantidad.
Para la prevención diaria, los adultos pueden tomar la dosis infantil y los niños pueden tomar la mitad.
Con un poco de aprendizaje, experimentación y confianza, preparar su propio jarabe de saúco puede ser una alternativa gratificante, económica y deliciosa a las opciones comerciales. Elaborar sus propios productos naturales es una forma significativa de cuidar su salud y la de su familia durante los meses más fríos.
















