Al menos 25 millones de personas en China se vieron afectadas por desastres naturales en la primera mitad de este año, con pérdidas económicas directas que ascendieron a 7500 millones de dólares, según informó el Ministerio de Gestión de Emergencias (MEM) de China en una rueda de prensa celebrada el 15 de julio.
Según el portavoz del MEM, Shen Zhanli, los principales tipos de catástrofes naturales durante este periodo fueron terremotos, inundaciones y desastres geológicos, que causaron 307 muertos o desaparecidos, la evacuación de 620,000 personas, el derrumbe de 29,600 viviendas, daños en otras 347,200 viviendas y daños en 5.4 millones de acres de tierras de cultivo.
La agencia también informó de que durante la primera mitad del año se produjeron en todo el país otros desastres naturales, como granizadas, sequías, tifones, olas de frío fuera de temporada, tormentas de nieve e incendios forestales.
Debido al historial de las autoridades chinas de subestimar y ocultar información, es difícil evaluar la verdadera magnitud y el impacto de los desastres naturales.
Inundaciones, terremotos
La cuenca del Sichuan fue una zona muy afectada por las inundaciones este año. Entre el 29 y el 30 de junio, las fuertes lluvias azotaron más de 38,610 millas cuadradas de la región, con un total de precipitaciones que superó los 14,000 millones de metros cúbicos en un solo día, según informaron los medios de comunicación estatales. Chengdu, la capital provincial, sufrió graves inundaciones debido a las lluvias torrenciales y a las descargas de los embalses situados aguas arriba.También en junio, las lluvias extremas provocaron graves inundaciones en Rongjiang, provincia de Guizhou, que causaron deslizamientos de tierra, inundaciones de tierras de cultivo y viviendas.
Los lugareños habían declarado anteriormente a la edición en chino de The Epoch Times que las aguas alcanzaron el tercer piso de algunos edificios.
Los medios estatales informaron el 26 de junio que al menos seis personas habían fallecido y que los daños generalizados en las infraestructuras habían dejado algunas localidades aisladas. Las carreteras estaban bloqueadas y las líneas de comunicación interrumpidas, lo que dificultaba enormemente las labores de rescate.
El 22 de mayo, una serie de deslizamientos de tierra provocados por las lluvias azotaron la ciudad de Bijie, en la provincia de Guizhou, dejando cuatro muertos y 17 desaparecidos, según informaron los medios estatales.
El mismo día, varios deslizamientos de tierra azotaron el condado de Dafang, también bajo la jurisdicción de Bijie, sepultando viviendas y residentes. En total, se informó de 19 personas atrapadas o desaparecidas. Los datos meteorológicos oficiales indicaron que las precipitaciones localizadas superaron los 200 milímetros en 24 horas, lo que provocó el desprendimiento de aproximadamente 2 millones de metros cúbicos de tierra y rocas, lo que complicó las labores de rescate.
El 7 de enero, China informó de que un terremoto de magnitud 6.8 sacudió el Tíbet, causando importantes pérdidas humanas y materiales. El impacto se vio agravado por las deficientes normas de construcción en las zonas rurales, donde las viviendas suelen estar construidas con ladrillos sin reforzar.
Sequía
Desde principios de febrero, el norte de China ha registrado unos niveles de precipitaciones inusualmente bajos. Diez provincias han informado de diversos grados de sequía, y la provincia de Shaanxi está sufriendo la peor sequía desde que se tienen registros, en 1961, según los medios de comunicación estatales.Shaanxi es una de las principales zonas productoras de trigo de China, y más de un millón de acres de trigo se han visto afectados por la sequía, según los medios de comunicación estatales. Las autoridades han expresado su preocupación por la posible reducción de la producción en Shaanxi y otras provincias productoras de trigo, lo que podría afectar a la seguridad alimentaria local y nacional.
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