WASHINGTON—El presidente Donald Trump firmó el 18 de diciembre una orden ejecutiva en la que ordenaba a la fiscal general Pam Bondi acelerar la reclasificación del cannabis con el fin de permitir la investigación médica.
"Hay gente que me ruega que haga esto, gente que sufre mucho", dijo Trump durante la ceremonia de firma en el Despacho Oval.
"Francamente, prometí ser el presidente del sentido común, y eso es exactamente lo que estamos haciendo".
Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo a los periodistas durante una rueda de prensa el 18 de diciembre que la orden tiene por objeto permitir la investigación que está prohibida según la clasificación actual.
"El presidente ha escuchado a muchas personas que han hablado de los posibles beneficios del uso de la marihuana medicinal y el CBD, pero también ha escuchado a pacientes y médicos que dicen que no hay suficiente investigación para informar las directrices médicas y que muchos pacientes están usando estos productos sin consultar a su médico", dijo el funcionario.
Los funcionarios de la administración también tienen instrucciones de colaborar con el Congreso para aprobar una ley que dé a los estadounidenses más acceso a los productos que contienen CBD, un compuesto no intoxicante que se encuentra en las plantas de cannabis.
Una cláusula de la recientemente aprobada Gran y Hermosa Ley restringía la cantidad de THC —un compuesto intoxicante que se encuentra en algunas plantas de cannabis— que podía existir en los productos de cáñamo, pero la Casa Blanca está buscando una solución legislativa que permita los llamados productos de espectro completo, que contienen niveles más altos de THC y otros compuestos.
La orden mantiene las restricciones para los productos que se consideran "un riesgo grave y potencialmente mortal para la salud".
Actualmente, la marihuana figura como narcótico de la Lista I, junto con la heroína y otras sustancias, en virtud de la Ley de Sustancias Controladas, promulgada por el presidente Richard Nixon en 1971, lo que significa que se define como una sustancia sin valor medicinal.
Trump dijo que las pruebas anecdóticas y los estudios realizados en otros países motivaron la reclasificación.
"Los hechos obligan al gobierno federal a reconocer que la marihuana puede ser legítima en términos de aplicaciones médicas cuando se administra con cuidado", dijo.
El cannabis seguirá siendo ilegal a nivel federal mientras esté clasificado como sustancia de la Lista III, junto con la ketamina, la testosterona y los esteroides anabólicos, bajo la autoridad reguladora de la Administración para el Control de Drogas.
“Quiero enfatizar que la orden que estoy a punto de firmar no legaliza la marihuana de ninguna manera, ni la legaliza en modo alguno, ni sanciona su uso como droga recreativa”, dijo Trump. “No tiene nada que ver con eso”.
Junto al presidente en la ceremonia de firma estuvieron el Dr. Michael Hogue, director ejecutivo de la Asociación Americana de Farmacéuticos; la Dra. Ilana Braun, jefa de oncología psicosocial para adultos de la Facultad de Medicina de Harvard; y Jim Hoyt, vicepresidente nacional de la Orden Fraternal Nacional de Policía y Legión Americana, entre otros.
Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid comenzarán a ofrecer hasta 500 dólares en productos derivados del cáñamo para las personas mayores inscritas en los programas a partir del cuarto trimestre de 2026, según el administrador Dr. Mehmet Oz.
Reconoció el debate en torno al acceso a los cannabinoides.
"Es difícil, y sé que habrá mucho debate al respecto", dijo Oz. "Por eso nos apasiona dejar claro que este mosaico con el que trabajamos ahora, las leyes y regulaciones, están dejando a los pacientes y a los médicos sin una orientación adecuada sobre las garantías de cómo utilizar estos productos".
Los detractores del cambio señalaron los posibles efectos sobre la salud como una de las razones para no aumentar el acceso a los productos de marihuana.
“Aunque siguen existiendo lagunas en nuestro conocimiento sobre los efectos del consumo de cannabis en la salud, las pruebas actuales son suficientes para dar la voz de alarma: el cannabis es adictivo, el trastorno por consumo de cannabis va en aumento y las personas afectadas por este trastorno corren un mayor riesgo de muerte prematura”, escribieron la Dra. Laura Bierut y Fang Fang en un estudio publicado en febrero en la revista Journal of the American Medical Association.
