Cinco narcoterroristas murieron el jueves cuando las fuerzas estadounidenses atacaron dos embarcaciones en el Pacífico oriental, según el Comando Sur de los Estados Unidos.
Tres de las víctimas mortales se encontraban en la primera embarcación y dos en la segunda, según una publicación en X. Ningún miembro de las fuerzas militares estadounidenses resultó herido, según la publicación.
La Fuerza Operativa Conjunta Southern Spear realizó los ataques que tenían como objetivo dos embarcaciones operadas por organizaciones terroristas designadas en aguas internacionales y que viajaban por rutas conocidas de narcotráfico, según el Comando Sur de Estados Unidos en la publicación.
La operación, dirigida por el secretario de Guerra Pete Hegseth, se basó en información de inteligencia que había confirmado que las embarcaciones participaban en operaciones de contrabando, según el comunicado.
Los ataques se llevaron a cabo como parte de la Operación Southern Spear, una iniciativa que se ha ampliado desde que la administración del presidente Donald Trump designó a varios cárteles mexicanos y bandas extranjeras como terroristas globales en febrero.
El Departamento de Estado de EE. UU. calificó al cártel de Sinaloa, al cártel del Golfo, al cártel Jalisco Nueva Generación, a los cárteles Unidos, a La Nueva Familia Michoacana y al cártel del Noreste como organizaciones terroristas, junto con el Tren de Aragua de Venezuela y la MS-13 de El Salvador. La designación brindó el respaldo legal para realizar las acciones militares, al describir el tráfico de drogas como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
"Los rastrearemos, los localizaremos, los identificaremos y los perseguiremos y mataremos porque están intentando matar y envenenar al pueblo estadounidense", dijo Hegseth en una rueda de prensa en octubre en la Casa Blanca.
Hegseth señaló que Estados Unidos tiene "todas las licencias necesarias, todas las autoridades necesarias para llevar a cabo estos ataques cinéticos, y los seguiremos haciendo". Tras un ataque anterior frente a las costas de Venezuela, Hegseth advirtió que «cualquier otra persona que trafique en esas aguas y que sepamos que es un narcoterrorista designado correrá la misma suerte».
A mediados de diciembre, el ejército estadounidense había realizado al menos 26 ataques contra embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico oriental, lo que ha causado la muerte de más de 99 personas que, según las autoridades, eran narcoterroristas confirmados. Un ataque perpetrado el 17 de diciembre causó la muerte de una persona en una operación similar en el Pacífico oriental, mientras que un ataque del 15 de diciembre tenía como objetivo tres embarcaciones y causó la muerte de ocho personas.
Los ataques se producen en medio de una serie de medidas ejecutivas de Trump, que incluyen la designación del fentanilo como un arma de destrucción masiva y la imposición de un bloqueo a los petroleros sancionados que, según el presidente estadounidense, han financiado operaciones de narcotráfico en Venezuela. Venezuela, por su parte, ha calificado estas medidas como "piratería internacional".
Por otra parte, los intentos del Congreso de Estados Unidos de exigir una autorización para realizar estos ataques han sido rechazados en la Cámara de Representantes.
El representante Jim Himes (D-Conn.) dijo que una sesión informativa clasificada a la que asistió fue "una de las cosas más inquietantes" que ha visto, y dijo que se ha matado a personas que se encontraban en peligro. Partidarios como el senador Tom Cotton (R-Ark.) dijeron que los ataques eran "totalmente legales y necesarios" para proteger a los estadounidenses de las drogas ilícitas mortales.
Hegseth describió la misión como "muy seria", subrayando la naturaleza selectiva de los ataques.
"Sabíamos exactamente quiénes iban en ese barco, sabíamos exactamente lo que estaban haciendo y sabíamos exactamente a quiénes representan", dijo en septiembre sobre un ataque anterior en Fox & Friends.
