El nuevo paquete arancelario del gobierno mexicano a productos provenientes de Asia entrará en vigor medio año antes de la primera revisión formal del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La entrada en vigor de los aranceles está programada para el 1 de enero de 2026, mismo año en que inicia el calendario del T-MEC. El 1 de julio de ese mismo año se realizará la primera revisión sexenal del tratado, un mecanismo de evaluación para determinar su extensión o terminación, según el Observatorio Legislativo de Asuntos Globales de la Cámara de Diputados.
Estos aumentos arancelarios por parte de México se dan un año después de que EE. UU. iniciara aumentos arancelarios generalizados como parte de su estrategia de protección económica.
El asesor comercial del presidente Donald Trump, Peter Navarro mostró su apoyo a la medida tomada por el gobierno mexicano y señaló que se alineaba "ampliamente con los esfuerzos de Estados Unidos para endurecer las barreras comerciales contra China".
Sin embargo, la Secretaría de Economía de México informó este 15 de diciembre mediante un comunicado, que el paquete arancelario no está dirigido contra un país en específico ni pretende afectar las relaciones comerciales con Asia u otras regiones con las que México no mantiene tratados comerciales. Información que tanto la presidenta Claudia Sheinbaum, como el secretario Marcelo Ebrard han reiterado previamente.
La dependencia señala que el diseño de los aranceles prioriza evitar presiones inflacionarias y mantener opciones diversificadas de importación cuando no se produce en México.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, indicó este lunes que la decisión responde a un desbalance estructural con Asia, región de la que México importa 10 veces más de lo que exporta.
"Es algo que nos debe llamar la atención y procurar que no sea tan grande el desequilibrio, pero también da cuenta de cómo va la tendencia. No podemos permitir que esto siga creciendo porque es insostenible", dijo durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El gobierno detalló que el objetivo es elevar en 15 por ciento el contenido nacional en las cadenas productivas, sustituir importaciones, reforzar el sello “Hecho en México” y aumentar la inversión nacional hasta 25 por ciento del PIB en 2026 y 28 por ciento en 2030.
Ebrard añadió que la estrategia busca generar 1.5 millones de empleos bien remunerados en manufactura y servicios, así como lograr que 50 por ciento de la proveeduría y el consumo nacional en sectores clave se produzcan en el país, con beneficios directos para pequeñas y medianas empresas.
La propuesta arancelaria contempla 17 sectores industriales estratégicos y 1463 fracciones arancelarias de bienes finales e insumos, con excepción de los países con los que México tiene tratados comerciales, explica el gobierno.
Agregando que las medidas fueron respaldadas por organizaciones de la industria nacional, entre ellas CONCAMIN, CANACERO, CANAINTEX, AMIA y ANTAD, entre otras asociaciones.
Además, el gobierno federal estima que el paquete permitirá una recaudación aproximada de 30,000 millones de pesos anuales y que busca proteger alrededor de 350,000 empleos en industrias estratégicas como la automotriz, siderúrgica, calzado, textil y vestido, con impacto directo en diversos estados de la república.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró este 15 de diciembre, que la política arancelaria forma parte del Plan México, orientado al desarrollo industrial con justicia social.
"El objetivo es no perder empleos y aumentar empleos a través de otros instrumentos y de la propia inversión pública y privada en el país", dijo durante su conferencia matutina.
Con información de Estela Hernández
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