El número de muertos por las graves inundaciones en Kentucky aumentó a 11 mientras los equipos de emergencia continúan las operaciones de búsqueda y rescate en todo el estado.
El gobernador Andy Beshear confirmó el recuento actualizado de víctimas mortales durante una reunión informativa el 17 de febrero, advirtiendo que una tormenta invernal inminente podría complicar aún más los esfuerzos de rescate.
"Todavía estamos en la fase de búsqueda y rescate mientras este sistema de tormenta mortal continúa afectando gran parte de nuestro estado", dijo Beshear en un comunicado del 17 de febrero. "Continúe cuidándose y controle a sus familiares, amigos y vecinos vulnerables".
Entre las muertes se incluyen muertes relacionadas con vehículos de motor en los condados de Hart y Nelson y muertes relacionadas con las inundaciones en los condados de Clay, Hart, Pike, Washington, Hardin y Floyd. El gobernador señaló que, si bien el nivel del agua están comenzando a bajar en algunas áreas, muchas comunidades siguen en riesgo.
Las históricas inundaciones, provocadas por las precipitaciones diarias récord en cinco ciudades de Kentucky —Frankfort, Paducah, Bowling Green, London y Jackson— han dejado muchas zonas inundadas. Más de 300 carreteras permanecen cerradas, incluidas 344 carreteras estatales a causa de las inundaciones, 14 provocadas por aludes de lodo y tres por desprendimientos de rocas.
Los equipos de respuesta a emergencias, con la ayuda de equipos federales de búsqueda y rescate urbano de Indiana, Ohio y Tennessee, han llevado a cabo más de 1000 rescates en todo el estado desde que comenzaron las inundaciones. La Guardia Nacional de Kentucky desplegó 175 soldados y aviadores, y se sumaron equipos de aviación de Indiana y Tennessee.
En la mañana del 17 de febrero, unos 14,000 habitantes de Kentucky se encontraban sin electricidad. Además, 17,245 clientes carecían de agua potable, mientras que otros 28,070 recibieron avisos de hervir el agua. Siete sistemas de aguas residuales no funcionan y docenas más funcionan de forma limitada.
Los equipos del departamento de transporte del estado están trabajando para limpiar escombros, evaluar los daños a la infraestructura y prepararse para temperaturas gélidas que podrían empeorar las condiciones.
Se espera que una tormenta pronosticada para la noche del 18 de febrero traiga entre dos y seis pulgadas de nieve en Kentucky, con la mayor acumulación en la parte occidental del estado.
El Servicio Meteorológico Nacional predijo que una poderosa masa de aire ártico traerá un frío récord a gran parte del centro y este de Estados Unidos a mediados de semana, con vientos helados de hasta -60 °F en partes de las llanuras del norte. A medida que las temperaturas bajen, el agua congelada en las carreteras se convertirá en una preocupación.
El frío extremo se extenderá a las llanuras del sur y al medio oeste, y mantendrá las temperaturas por debajo del punto de congelación en muchas áreas, incluidas partes de Texas y Oklahoma. Las autoridades advierten de condiciones peligrosas para viajar e instan a los residentes a tomar precauciones contra la congelación y la hipotermia.
"El agua que hay ahí fuera —todavía tenemos mucha— puede congelarse. Vamos a ver hielo negro en diferentes lugares durante el día y la noche", dijo Beshear. "Y recuerden, la nieve adicional que vamos a tener va a ser un desafío para nuestros equipos de transporte. Están ahí fuera, trabajando duro".
El sistema de tormentas que causó las inundaciones también provocó condiciones meteorológicas severas generalizadas en el sureste, incluidas alertas de tornado en Florida y Georgia. En Atlanta, un gran árbol cayó sobre una casa a primera hora del 16 de febrero y mató a una persona, según los bomberos locales.
La Policía Estatal de Kentucky informó que había respondido más de 6600 llamadas de emergencia desde el 15 de febrero, incluidos varios rescates acuáticos y controles de bienestar.
Se abrieron al menos 12 refugios de emergencia en todo el estado. Además, cuatro parques estatales de Kentucky están albergando a 143 evacuados y hay más habitaciones disponibles según sea necesario, dijo el gobernador.
Beshear planea visitar Pikeville la tarde del 17 de febrero para evaluar los daños de primera mano y reunirse con las familias afectadas. El presidente Donald Trump declaró el estado de emergencia en Kentucky el 15 de febrero.
El gobernador creó el Fondo de Ayuda para Tormentas del Equipo Kentucky para ayudar a los afectados.
"Quienes puedan, por favor, donen al Fondo de Ayuda para Tormentas del Equipo Kentucky", dijo. "El primer uso de este fondo es siempre para pagar los funerales, para que las familias no tengan que esperar el reembolso. Ya están pasando por bastante".
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