Varias medidas adoptadas por las fuerzas del orden locales desde el inicio de las protestas en Los Ángeles el 6 de junio han agravado el comportamiento delictivo y no han protegido a los agentes federales, según el exsheriff Alex Villanueva.
«Lamentablemente, el Departamento de Policía de Los Ángeles y el Departamento del Sheriff no acudieron en ayuda de los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas cuando estaban siendo bloqueados y atacados», dijo Villanueva al programa «California Insider» de EpochTV el 10 de junio. «Es un capítulo triste en la historia de Los Ángeles. Nunca había sucedido antes».
La política del departamento del sheriff, que existe desde hace décadas, siempre ha dejado claro que los agentes deben ayudar a los agentes del orden que se encuentren bajo ataque o en peligro, dijo el exsheriff del condado de Los Ángeles.
«No significa que estés respaldando o participando en las medidas coercitivas que están tomando, pero, dado que están siendo atacados, vas a salir en su defensa», dijo Villanueva. «Ese es tu trabajo, literalmente, en las fuerzas del orden».
El 6 de junio, las autoridades federales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) llevaron a cabo operaciones en varios lugares de la zona de Los Ángeles, ejecutando órdenes de detención y arrestando a 44 inmigrantes ilegales que habían sido deportados pero habían regresado, lo que constituye un delito federal. Según el exsheriff, los agentes tienen como objetivo a turistas que cometen robos, asesinos, violadores y atracadores.
Afirmó que algunos informes sobre las redadas del ICE en tiendas Home Depot locales probablemente se malinterpretaron.
«En un caso, estaban persiguiendo a un objetivo que se encontraba en el aparcamiento de Home Depot, alguien contra quien tenían una orden de arresto», dijo. «Van tras el objetivo allí donde lo encuentran».
En otro caso, dijo que los agentes del ICE regresaban a su oficina, situada junto a un Home Depot en Paramount.
Las autoridades estatales y locales, entre ellas el gobernador Gavin Newsom y la alcaldesa Karen Bass, respondieron inmediatamente a las operaciones del ICE manifestándose en apoyo de la protección de los inmigrantes ilegales y los manifestantes.
También criticaron la respuesta del presidente Donald Trump de sofocar la violencia utilizando la Guardia Nacional y los marines. Newsom y el fiscal general Rob Bonta demandaron a la Administración Trump el 9 de junio, con el fin de cancelar el despliegue de la Guardia Nacional.
«Donald Trump, sin consultar con los líderes policiales de California, requisó a 2000 miembros de la Guardia Nacional de nuestro estado para desplegarlos en nuestras calles», publicó Newsom en X el 10 de junio. «Ilegalmente y sin motivo alguno. Este descarado abuso de poder por parte de un presidente en ejercicio ha inflamado una situación ya de por sí explosiva, poniendo en peligro a nuestra gente, a nuestros agentes y a la Guardia Nacional».
En las redes sociales, Bass culpó de los disturbios a «la caótica escalada del presidente» esta semana y criticó su decisión de desplegar al ejército y a la Guardia Nacional.
«Los Ángeles no permitirá que se utilice el miedo como arma contra los angelinos que hacen fuerte nuestra ciudad», publicó Bass el 11 de junio.
Según Villanueva, el jefe de la policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, y el sheriff Robert Luna adoptaron una postura de no intervención para no involucrar a sus departamentos en la operación, dejando a los agentes federales indefensos.
«El Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles quiere enfatizar que no participamos en ninguna actividad de control de inmigración civil ni en redadas de deportación masiva», publicó Luna en X el 6 de junio.
La policía de Los Ángeles elogió a los manifestantes que se mantuvieron pacíficos al día siguiente.
«Hoy, las manifestaciones en toda la ciudad de Los Ángeles se han desarrollado de forma pacífica, y felicitamos a todos aquellos que han ejercido sus derechos recogidos en la Primera Enmienda de forma responsable», publicó la policía de Los Ángeles en X el 7 de junio.
Mientras cumplían órdenes judiciales en el distrito textil de la ciudad el 6 de junio, agentes del ICE que viajaban en varias furgonetas camufladas fueron bloqueados por manifestantes, entre ellos David Huerta, presidente de un importante sindicato de California. Huerta fue detenido y arrestado por un delito federal de conspiración para obstruir la labor de un agente, y posteriormente pagó una fianza de 50,000 dólares.

La policía de Los Ángeles no acudió al lugar durante dos horas, a pesar de varias llamadas de ICE solicitando ayuda, según informó la agencia federal.
«Se trató de un esfuerzo muy organizado para intentar bloquear básicamente la capacidad [del ICE] de hacer su trabajo», afirmó Villanueva. «Como pueden ver, a partir de ese momento del viernes, la situación no hizo más que agravarse, ya que cada vez más alborotadores decidieron unirse a la refriega y causar más y más daños».
Villanueva describió a los participantes en los actos violentos como «agitadores profesionales».
«No son manifestantes», afirmó. «Su objetivo es la destrucción».

Según el exsheriff, muchas de las personas que se encuentran en las calles también están allí por diversión, entretenimiento y para ganar dinero saqueando tiendas.
«Disfrutan con la anarquía, creando caos. Cuanto más pueden exponer al gobierno como inepto e incompetente, más se emocionan».
Dijo que la policía local y los ayudantes del sheriff están sintiendo el peso de las manifestaciones y trabajando sin descanso.
Ambos departamentos se encuentran en una situación crítica en cuanto a personal, añadió, y las agencias carecen de unos 4000 agentes juramentados que no han sido sustituidos.

En respuesta a los acontecimientos diarios, hay equipos reducidos que están trabajando en turnos dobles, que se espera que aumenten a turnos triples, lo que significa que podrían estar trabajando hasta 20 horas al día, según dijo el exsheriff.
Villanueva explicó que el sheriff del condado es el coordinador de ayuda mutua para los condados de Los Ángeles y Orange y podría haber llamado a la Guardia Nacional el primer día, sabiendo que los departamentos locales carecían de personal suficiente.
«El viernes, ante el indicio de problemas, probablemente debería haber ordenado la movilización de los primeros 500 efectivos de la Guardia Nacional y haber empezado desde ahí», afirmó. «Habrían estado bajo su control, no bajo el del presidente. Habría sido un control local. Estaban tan paralizados por la idea de apoyar de alguna manera a los agentes del ICE que no querían comprometerse a hacer nada».
La Casa Blanca confirmó que más de 330 inmigrantes ilegales han sido detenidos desde que comenzaron los disturbios. De ellos, 113 tenían antecedentes penales, según informó.

En total, 157 personas fueron detenidas por sospecha de agresión y obstrucción a la justicia, entre ellas inmigrantes ilegales y ciudadanos estadounidenses.
Los inmigrantes ilegales detenidos serán deportados, según ha declarado la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
El fiscal del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, anunció el 11 de junio que el condado había acusado a más de una docena de manifestantes de diversos delitos, entre ellos agresión a agentes del orden, hurto mayor y vandalismo.
«Apoyo firmemente el derecho a la protesta pacífica y a la libertad de expresión, pero mi oficina también perseguirá con firmeza a quienes decidan cruzar la línea hacia la conducta delictiva», afirmó Hochman en un comunicado.
Villanueva declaró a «California Insider» que esperaba que las protestas y los disturbios continuaran durante unos días más.
«Si nos fijamos en la historia de los disturbios, probablemente durarán un día más o menos», afirmó. «Podría haber otros acontecimientos que reavivaran los ánimos».
Advirtió a ICE que se mantuviera en su misión actual de perseguir a los delincuentes, y no a los jardineros que trabajan todos los días o a otras personas que llevan años en la ciudad y se ocupan de sus propios asuntos.
«Si intentan desviarse y hacer otras cosas, o ampliar su búsqueda a otras personas, es cuando se empieza a perder el apoyo de la ciudadanía».
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