WASHINGTON—El gobierno de Estados Unidos acusó penalmente a David Huerta, presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) de California, por presuntamente conspirar para obstruir una detención relacionada con la inmigración en Los Ángeles.
El 6 de junio, Huerta presuntamente conspiró con otros manifestantes para compartir la ubicación de un lugar al que habían llegado agentes especiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para ejecutar una orden de registro en negocios que supuestamente empleaban a inmigrantes ilegales sin autorización.
Según la denuncia penal presentada contra él en la Corte de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Central de California, cuando llegó al lugar, Huerta se sentó delante de un vehículo del ICE para obstaculizar su paso y animó a otros a hacer lo mismo.
«HUERTA y otra persona se sentaron con las piernas cruzadas frente a la puerta para vehículos. HUERTA saludó con la mano a los que lo rodeaban y gritó: '¡Todos al suelo, al suelo!'... HUERTA también gritó a los manifestantes: 'Detengan los vehículos'», se lee en una declaración jurada presentada en apoyo de la denuncia. Huerta fue detenido tras sentarse presuntamente frente a una furgoneta policial blanca que intentaba entrar en el lugar, impidiéndole, según se afirma, acceder a la propiedad.
Los Ángeles se ha visto sacudida por tres días de disturbios y protestas contra las medidas federales de control de la inmigración. El presidente Donald Trump activó la Guardia Nacional para sofocar los disturbios, a pesar de la oposición del gobernador de California, Gavin Newsom, al despliegue. El estado presentó una demanda contra la administración Trump el 9 de junio, alegando que el despliegue era ilegal.
Al menos 21 manifestantes habían sido detenidos hasta la noche del 8 de junio, según el Departamento de Policía de Los Ángeles.
La denuncia penal alega que Huerta estaba provocando a los agentes federales en el lugar.
«HUERTA también nos gritaba a mí y a otros agentes, llegando a gritar en un momento dado: 'Explíquenme, ¿quieren ir a [palabrota] a hablar con su [palabrota] cara?', y se asomaba por la verja para hacer gestos con el brazo», declaró Ryan Ribner, agente especial del Departamento de Seguridad Nacional, según se cita en la denuncia. «HUERTA también gritó a los manifestantes: 'Detengan los vehículos'».
Huerta ha sido acusado de un delito de «conspiración para obstaculizar a un agente» en virtud del título 18, sección 372, del Código de los Estados Unidos. El delito conlleva una pena máxima de seis años de prisión, así como una multa. Las imágenes de vídeo de la actuación de Huerta fueron compartidas en las redes sociales por Bill Essayli, el fiscal federal interino cuya oficina dirige la acusación.
Algunos funcionarios electos demócratas y grupos sindicales criticaron la detención de Huerta y pidieron su liberación.
«La violenta agresión y detención del presidente del SEIU de California, David Huerta, es inaceptable. El Sr. Huerta debe ser liberado inmediatamente y se deben retirar todos los cargos», escribió en un comunicado el representante Hakeem Jeffries (D-N.Y.), líder de la minoría en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
La Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) también se pronunció sobre la detención en una declaración, en la que afirmaba: «Dado que el programa de deportaciones masivas de la Administración Trump atacó innecesariamente a nuestros hermanos y hermanas inmigrantes trabajadores, David estaba ejerciendo sus derechos constitucionales y llevando a cabo una observación legal de la actividad del ICE en su comunidad.
«El movimiento sindical está con David y seguiremos exigiendo justicia para nuestro compañero sindicalista hasta que sea puesto en libertad».
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