La miocarditis provocada por las vacunas contra el COVID-19 está causada por la acción conjunta de dos sustancias químicas, según un nuevo estudio de Stanford publicado el miércoles.
"Como cardiólogos, nos preguntan constantemente: "¿Cómo provoca exactamente [la vacuna la miocarditis?"", explicó a The Epoch Times el Dr. Joseph Wu, autor principal del estudio y director del Instituto Cardiovascular de Stanford. "Pensamos que era una cuestión científica y clínica muy importante a la que dedicar recursos y abordar".
Cuando se administra una vacuna de ARNm, las células inmunitarias liberan una oleada de citocinas llamadas CXCL10 e IFN-gamma, que dañan los músculos cardíacos y hacen que las células inmunitarias entren en el lugar de la lesión.
El estudio se realizó en células humanas y ratones.
Estudios anteriores también demostraron que estos dos compuestos químicos se encuentran en niveles elevados en personas que sufrieron lesiones por las vacunas de ARNm.
Un proceso de dos pasos
La miocarditis provocada por la vacuna se produce a través de un proceso de dos pasos, según escribieron los autores del estudio.Al administrar las vacunas de Pfizer y Moderna a células humanas, las primeras células inmunitarias que entran en contacto con la vacuna, llamadas macrófagos, liberan CXCL10 para reclutar más células inmunitarias en la zona.
En la segunda fase, llegan a la zona células más especializadas, que liberan IFN-gamma en respuesta, y son estas dos sustancias químicas juntas las que dañan directamente las células cardíacas. Este daño favorece la entrada de más células inflamatorias en el corazón, lo que provoca miocarditis.
Wu afirmó que es probable que las células inmunitarias liberen estas dos sustancias químicas porque detectan ARNm extraño procedente de las vacunas.
Los ratones a los que se les administró la vacuna experimentaron daño cardíaco, un aumento de estas dos sustancias químicas, así como niveles más altos de inflamación en otros órganos, como el hígado y los riñones.
Wu señaló que tuvieron que utilizar concentraciones más altas de la vacuna de ARNm que las que recibiría una persona por dosis en el estudio. Por lo tanto, las reacciones pueden ser más graves que las observadas en la vida real.
"Estas dos citocinas causan inflamación en los vasos sanguíneos. Podrían causar inflamación en el corazón", dijo Wu, y añadió que también pueden causar inflamación en otras áreas como los músculos y las articulaciones, lo que podría ser la razón por la que algunas personas experimentan dolores articulares y musculares.
Dijo que la miocarditis por las vacunas contra COVID-19 es poco frecuente y que la infección viral es más preocupante.
La soja como prevención
Administrar a los ratones una dosis de genisteína, un compuesto vegetal natural de la soja, antes de la vacunación bloqueó el daño cardíaco, al tiempo que permitió que la vacuna hiciera su trabajo.Los ratones a los que se les administró genisteína continuaron liberando señales antivirales en su organismo cuando se les administró la vacuna, lo que indica que su sistema inmunológico reconoció la vacuna.
La genisteína es antiinflamatoria y actúa como el estrógeno dentro del organismo. Dado que la miocarditis afecta principalmente a hombres jóvenes, Wu afirmó que pensaban que el estrógeno, una hormona femenina, podría proteger contra la miocarditis.
"Pero no podemos administrar estrógeno a los niños, ¿verdad? Por eso les damos genisteína, que es un fitoestrógeno débil, un estrógeno de origen vegetal muy débil".
El Dr. Joseph Varon, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Houston y presidente de la Alianza Médica Independiente, declaró a The Epoch Times que el estudio ofrece una opción médica para prevenir los daños causados por la vacuna.
Aún en busca de la causa principal
El estudio sólo exploró una posible causa de miocarditis por las vacunas contra COVID-19, según Wu, que es la miocarditis causada por una respuesta inflamatoria a la vacuna.Otros estudios realizados también especularon sobre otras causas de miocarditis por vacunación. Una posible razón es la autoinmunidad, que se produce cuando el sistema inmunológico del cuerpo se ataca a sí mismo por error. Debido a que la proteína de pico producida por la vacuna de ARNm contra el COVID-19 tiene ciertas características que son iguales a las de las proteínas humanas, cuando el sistema inmunológico ataca estas proteínas de pico, algunos de los anticuerpos que produce también pueden atacar los propios tejidos del cuerpo. Esto puede provocar ataques al corazón y dar lugar a miocarditis.
Otras investigaciones también especularon sobre otras causas de miocarditis por vacunación, como el daño causado por las proteínas de pico de la vacuna o razones hormonales.
El cardiólogo Dr. Peter McCullough afirmó que el estudio no investigó por qué las vacunas de ARNm podrían provocar la liberación de sustancias químicas, como la presencia de ARNm y proteínas de pico, que él considera la causa principal de la miocarditis por vacunación.
En estudios anteriores se detectó la presencia de ARNm y proteínas de pico en los tejidos cardíacos de personas que sufrieron miocarditis tras la vacunación.
