Esta es la quinta parte de «Aprovechar el poder del nervio vago».
El nervio vago actúa como una autopista que conecta los órganos vitales con el cerebro. Dominar la forma de estimularlo puede proporcionar alivio a afecciones persistentes, al tiempo que fomenta una mayor calma y resistencia.
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Un niño autista luchaba contra graves ataques de ira y tenía dificultades para controlarse y expresarse.
Karlien Balt, neurocientífica, utilizó elementos de estimulación sensorial, como una manta con peso, un columpio y una hamaca, para calmar con éxito su sistema nervioso.
El sistema nervioso autista suele funcionar en un estado más rígido, sensible y vulnerable, lo que dificulta la adaptación a las demandas sensoriales y emocionales. El nervio vago desempeña un papel fundamental en la regulación del sistema nervioso y puede restaurar el equilibrio. Técnicas como la estimulación sensorial y el movimiento pueden mejorar este equilibrio, lo que aporta muchos beneficios a las personas con autismo.
El sistema nervioso autista
«El sistema nervioso autista es vulnerable y sensible», explicó a The Epoch Times Megan Neff, psicóloga especializada en autismo y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y doctora en psicología clínica.«Cuando trabajo con mis clientes neurodivergentes, parte de mi labor consiste en ayudarles a comprender lo que ocurre en su sistema nervioso».
Las personas neurodivergentes son aquellas cuyo cerebro funciona de forma diferente a lo que se espera normalmente y entre ellas se incluyen aquellas con trastornos como el autismo y el TDAH.
Cuando el sistema nervioso está en equilibrio, nos encontramos en lo que se denomina «ventana de tolerancia». En este estado, la mente y el cuerpo pueden responder eficazmente al estrés, mantener la calma y la presencia y recuperarse rápidamente de los retos.
Sin embargo, la ventana de tolerancia tiene sus límites. Cuando el estrés se vuelve abrumador o crónico, especialmente sin el apoyo necesario o el tiempo para procesarlo, uno puede salir de esta ventana y caer en la hiperactivación (un estado de alerta elevado) o la hipoactivación (desapego o desconexión).
Los sistemas nerviosos neurodivergentes suelen ser más rígidos que los neurotípicos, lo que significa que el umbral de tolerancia de estas personas suele ser menor, según Neff, quien señala que hay pruebas de que la estimulación del nervio vago mejora el comportamiento de las personas con autismo.
Se ha demostrado que las personas con autismo y otros trastornos del desarrollo neurológico tienen un tono vagal reducido (menor actividad del nervio vago) y que la reducción del tono vagal puede empeorar aún más la interacción social, según explicó el Dr. Priyal Modi, médico especialista en medicina integrativa, a The Epoch Times. Mejorar el tono vagal puede ampliar el margen de tolerancia.
La estimulación del nervio vago aumenta los niveles de oxitocina. La oxitocina es la hormona asociada al amor y al vínculo afectivo.
Cuando el sistema de oxitocina está desregulado, puede contribuir a las dificultades de procesamiento social y emocional que suelen experimentar las personas con autismo, según explicó a The Epoch Times Janet Ottersberg, terapeuta ocupacional y directora de educación del Metabolic Terrain Institute of Health de California.
Ampliar la ventana de tolerancia
Para ampliar la ventana de tolerancia, primero hay que entenderla.«Al comprobarlo de forma constante a lo largo del tiempo, empezamos a ver patrones en el sistema nervioso y podemos rastrear y observar cuándo nos encontramos en nuestra ventana de tolerancia», afirma Neff. «Una vez que tenemos esa información, podemos introducir ejercicios para ampliar esa ventana».
Estimulación sensorial
Las personas con autismo suelen enfrentarse a dificultades en el procesamiento sensorial relacionadas con una alteración de la regulación sensorial. La regulación sensorial permite al sistema nervioso mantenerse dentro de la ventana de tolerancia. Se refiere a la capacidad del cerebro para filtrar y priorizar los estímulos sensoriales, lo que nos permite centrarnos en los estímulos relevantes e ignorar los innecesarios o que nos distraen.
Cuando la regulación sensorial se ve alterada, puede provocar una mayor sensibilidad a los sonidos, las luces o el tacto, lo que reduce la ventana de tolerancia.
«Piense en la regulación sensorial como la puerta de una granja», dijo Balt. «Normalmente, la puerta deja entrar algunos estímulos y mantiene fuera otros. Pero para alguien con sobrecarga sensorial y un sistema nervioso simpático excesivamente activo, la puerta está rota; permanece abierta de par en par, dejando entrar todo a la vez. No pueden distinguir lo que es importante de lo que no lo es, lo que les deja gravemente abrumados».
Las técnicas de estimulación sensorial pueden ayudar. Por ejemplo, sensaciones específicas, como el cepillado o el uso de un juguete o una manta con peso, proporcionan al cerebro algo concreto en lo que concentrarse, lo que puede anular otros ruidos sensoriales abrumadores. En el aula, un juguete con peso en el regazo del niño puede ayudarle a sentirse más tranquilo y evitar la sobrecarga sensorial, explica Balt.
El masaje es otra forma eficaz de estimular el tono vagal. El contacto humano es esencial para nuestro bienestar, pero muchos de nosotros vivimos con una gran carencia de contacto físico. El contacto consciente e intencionado no solo estimula el nervio vago, sino que también aumenta la oxitocina. Aunque recibir un masaje de otra persona puede ser beneficioso, Neff afirma que también existen técnicas sencillas para darse un masaje uno mismo.
Por ejemplo, puedes utilizar las yemas de los dedos para aplicar una ligera presión con movimientos circulares a lo largo de los lados del cuello, centrándote en las zonas situadas justo debajo de las orejas y cerca de la clavícula. Otro método es el masaje de las manos, amasando la base de las palmas y estirando los dedos. Masajear las plantas de los pies con los pulgares también puede activar puntos de presión que ayudan a regular el sistema nervioso.
Movimiento
El movimiento vigoroso (como dar largos paseos o salir a correr), el levantamiento de pesas y el movimiento somático son excelentes opciones para aumentar el tono vagal, según Neff. El levantamiento de pesas tiene el beneficio adicional de ejercer una presión profunda sobre las articulaciones, lo que muchas personas neurodivergentes encuentran relajante.
Los movimientos somáticos o conscientes, centrados en el cuerpo, como los estiramientos lentos e intencionados, las posturas de yoga suaves y los ejercicios de conexión con el suelo, son útiles para sanar traumas.
Los resultados
Después de incorporar más movimiento y estimulación sensorial en la rutina del niño autista, junto con prácticas de corregulación con sus padres, sus síntomas comenzaron a mejorar, según Balt.La escritura y la lectura del niño mejoraron, sus arrebatos se hicieron menos frecuentes, su estado de ánimo general se alegró y comenzó a elegir mejor los alimentos, ya que las texturas le molestaban menos. Incluso su sueño mejoró con la ayuda de un juguete con peso.
«Cuando aprendemos sobre nuestro sistema nervioso, podemos empezar a recuperar nuestro poder», dijo Neff. «Aprendemos las razones por las que nuestro sistema nervioso se comporta de la manera en que lo hace, para poder aprender a influir en él y regularlo».
Siga nuestra serie: "Aprovechar el poder del nervio vago".
Primera parte: El papel del nervio vago en la salud de los órganos vitales
Segunda parte: Cómo estimular la función del nervio vago para contrarrestar la depresión
Tercera parte: ¿Mejor que Ozempic? Active el nervio vago para perder peso
Cuarta parte: Activación del nervio vago: Un enfoque poco estudiado para mejorar la función cardíaca
Y no se pierda la sexta parte…
Estimular el nervio vago podría retrasar el deterioro cognitivo: Así es como se logra
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