A lo largo de la vida, hay unos pocos momentos en los que la estructura y la función del cerebro cambian significativamente, según indican los investigadores en un nuevo estudio.
Estos momentos se producen alrededor de los 9, 32, 66 y 83 años, según dicen investigadores de la Universidad de Cambridge y la Universidad de Pittsburgh en el estudio, publicado el 25 de noviembre por Nature Communications.
Eso deja cinco "épocas importantes", desde el nacimiento hasta los 9 años aproximadamente. Durante esa fase, se mantienen las conexiones más activas entre las neuronas, conocidas como sinapsis, mientras que otras se descartan, según descubrieron los investigadores. Esta fase también se caracteriza por la rápida expansión de la materia gris y blanca, que ayuda en el procesamiento de la información y en la transmisión de las señales nerviosas del cerebro, y por un aumento general de la capacidad cognitiva.
En la siguiente fase, los cambios complejos incluyen el aumento continuo de la materia blanca, el perfeccionamiento de las comunicaciones del cerebro y un aumento general de la eficiencia.
"La eficiencia neuronal es, como usted puede imaginar, una buena conexión mediante trayectos cortos, y la adolescencia es la única etapa en la que esta eficiencia aumenta", dice en un comunicado Alexa Mousley, investigadora de la Universidad de Cambridge y autora principal del artículo.
"Si bien la pubertad ofrece un comienzo claro, el final de la adolescencia es mucho más difícil de determinar científicamente. Basándonos únicamente en la arquitectura neural, descubrimos que los cambios en la estructura cerebral propios de la adolescencia terminan alrededor de los treinta años", añadió más tarde.
En la tercera etapa, que comienza alrededor de los 32 años, el cerebro empieza a ser menos eficiente y más segregado, según el estudio. La maduración de la materia blanca se ralentiza y la red cerebral se estabiliza.
Entre los 66 y los 83 años, cambios como la rápida disminución de la integridad de la materia blanca muestran cómo envejece la arquitectura cerebral, un proceso que continúa después de los 83 años.
Los hallazgos provienen de 4216 imágenes de resonancia magnética que abarcan edades comprendidas entre los 0 y los 90 años. Las imágenes proceden de conjuntos de datos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, la Universidad de Minnesota y la Unidad de Cognición y Ciencias del Cerebro del MRC de la Universidad de Cambridge.
"Sabemos que las conexiones del cerebro son cruciales para nuestro desarrollo, pero carecemos de una visión global de cómo cambian a lo largo de nuestra vida y por qué", dice Mousley. "Estas etapas proporcionan un contexto importante para saber en qué puede destacar nuestro cerebro o a qué es más vulnerable en las diferentes etapas de nuestra vida. Podría ayudarnos a comprender por qué algunos cerebros se desarrollan de forma diferente en momentos clave de la vida, ya sea por dificultades de aprendizaje en la infancia o por demencia en la vejez".
Entre las limitaciones se encuentran la falta de estratificación por sexo y el reducido número de imágenes de personas de 83 años o más.
La financiación fue financiada en parte de la Fundación Gates Cambridge y del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido. El único conflicto de intereses que se mencionó fue que uno de los autores era cofundador de la empresa Centile Bioscience.
















