El Promedio Industrial Dow Jones cerró la última semana con un récord en el año y las acciones de pequeña capitalización subieron mientras el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, allana el camino para recortes de tasas de interés en su discurso en Jackson Hole el 22 de agosto.
Mientras tanto los titulares corporativos y económicos dispares así como las preocupaciones sobre las valoraciones durante la semana frenaron las ganancias del mercado en general. A la vez, las acciones tecnológicas no recuperaron el terreno perdido en las sesiones bursátiles previas.
El S&P 500 cerró la semana que finalizó el 22 de agosto en 6466.91 puntos, con un aumento del 0.27 por ciento durante la semana y ligeramente por debajo de otro récord que alcanzó el 14 de agosto.
El Dow ganó un 1.53 por ciento para cerrar en 45,631.74 en su primer récord del año.
El Nasdaq, con gran presencia tecnológica, perdió 0.58 por ciento y cerró en 21,496.54 puntos, mientras el Russell 2000 fue el que tuvo mejor desempeño, subiendo un 3.3 por ciento, además del 3.07 por ciento que ganó la semana anterior.
La volatilidad del mercado, medida según el índice de volatilidad del Chicago Board Options Exchange, disminuyó drásticamente tras el discurso del presidente de la Fed, indicando una creciente complacencia entre los participantes del mercado de valores.
Tras coquetear con máximos históricos la semana anterior, las acciones estadounidenses abrieron a la baja el 18 de agosto, lideradas por la debilidad de los mercados europeos y la ansiedad por las próximas ganancias de los grandes minoristas del país.
A la presión de venta se sumaron las preocupaciones por las elevadas valoraciones del mercado entre las acciones relacionadas con la tecnología de IA que se negocian a una alta relación precio-beneficio (PE).
Aun así, todos los principales índices bursátiles terminaron la jornada prácticamente sin cambios, resultando ser la calma antes de la tormenta para el sector tecnológico.
La presión de venta en acciones con PE alto se aceleró en la mañana del 19 de agosto, y las acciones de Palantir, Oracle y AMD registraron pérdidas considerables.
Las ventas persistieron durante todo el día, pero los principales índices terminaron mixtos gracias a las ganancias en Home Depot, que dio una guía de ganancias optimista para el resto del año, y la rotación del mercado desde los sectores de alto PE a los de bajo PE.
Las preocupaciones por la valoración continuaron presionando al mercado en la mañana del 20 de agosto, ayudadas por dos informes de ganancias débiles (uno de Target y otro de Estée Lauder) que generaron dudas sobre la resiliencia de las ganancias y el gasto del consumidor, un factor crítico del mercado en los últimos meses.
“Las valoraciones del mercado bursátil están al máximo en este momento, lo que deja poco margen para la decepción”, dijo a The Epoch Times Carol Schleif, estratega jefe de mercado de BMO Private Wealth en Minneapolis.
“El mercado bursátil actualmente desestima un futuro brillante. Esta evaluación se justifica en gran medida gracias a los beneficios, que han sido mucho mejores de lo previsto inicialmente, y a la creciente claridad en la política comercial y fiscal. Las empresas, los consumidores y la economía en general han mostrado mucha más resiliencia de la que muchos habían proyectado”, agregó.
Sin embargo, una vez más, la rotación sectorial moderó las pérdidas, ayudando a que el mercado operara lateralmente, un patrón que se extendió durante las operaciones del 21 de agosto entre titulares mixtos corporativos y económicos.
En el frente corporativo, Boeing subió ante las noticias de venta de 500 aviones a China, mientras que Walmart perdió terreno ya que no alcanzó las expectativas de ganancias debido a reclamos de seguros, costos legales y cambios por reestructuración.
En el frente económico las solicitudes iniciales de desempleo aumentaron en 11,000 respecto a la semana anterior a 235,000 en la segunda semana de agosto, por encima de las expectativas del mercado.
Siendo el segundo recuento semanal más pronunciado en ocho semanas, reavivó el debate de los expertos sobre el debilitamiento del mercado laboral y sus implicaciones en la política monetaria.
Si bien es poco probable que el informe de solicitudes de desempleo de esta semana influya en la Reserva Federal —y no debería—, la desaceleración general del mercado laboral pronto ha puesto en duda su verdadera solidez. Dada la importancia del gasto de los consumidores para la economía estadounidense, tanto los mercados como los inversores no quieren una mayor debilidad del empleo, dijo a The Epoch Times el analista de inversiones estadounidense de eToro, Bret Kenwell.
Mientras tanto, el índice de gerentes de compras del sector manufacturero estadounidense del S&P Global subió a 53.3 en agosto desde el 49.8 de julio, superando las expectativas del mercado de 49.5 e indicando una mejora en las condiciones de fabricación que lleva a que cualquier conversación sobre una influencia de la Fed sea prematura.
La situación cambió dramáticamente en la mañana del 22 de agosto cuando el presidente de la Reserva Federal, en su muy esperado discurso en Jackson Hole, pronunció lo que los mercados querían oír: un cambio en el equilibrio de riesgos requiere un ajuste de la política, allanando el camino para recortes de las tasas de interés.
Heather Long, economista jefe de la Navy Federal Credit Union, dijo que Powell “claramente abrió la puerta a un recorte de tasas en septiembre”.
“Justifica este cambio de opinión reconociendo los riesgos a la baja para el empleo tras el impactante informe de empleo de julio”, le dijo a The Epoch Times.
Paul Stanley, director de inversiones de Granite Bay Wealth Management, coincidió en que un recorte de tasas en septiembre ya está sobre la mesa.
Aún se desconoce si serán 25 o 50 puntos básicos, pero la idea de que la Fed esté dispuesta a recortar los tipos de interés es alcista para las acciones. Los inversores han estado preocupados en los últimos meses por la repentina y pronunciada desaceleración de la contratación, y unos tipos más bajos ayudarían a aliviar las condiciones financieras y podrían dar a los empleadores más confianza para expandirse y contratar, dijo Stanley.
La perspectiva de recortes en las tasas de interés dio a los inversores mucha confianza para comprar acciones en todos los ámbitos, y ayudó al Dow a alcanzar su primer récord del año, mientras las empresas de pequeña capitalización sensibles a las tasas de interés continuaron su incesante repunte, ganando más del 6 por ciento en las últimas dos semanas.
Aún así, Stanley dijo que es algo cauteloso debido a las valoraciones del mercado. “El mercado de valores tiene un precio de perfección en este momento, y no nos sorprendería ver que la debilidad histórica de septiembre se materialice en las próximas semanas”, dijo.
Si bien septiembre suele ser un mes negativo para las acciones, los últimos meses del año también son estacionalmente positivos, lo que convierte cualquier debilidad de septiembre en una oportunidad de compra.
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