Al menos 28 personas han muerto a causa de una fuerte explosión en el mayor puerto iraní de Bandar Abbas, que también ha dejado más de 700 heridos, según informaron los medios de comunicación iraníes el 27 de abril.
Los bomberos siguen trabajando para extinguir el incendio provocado por la explosión del sábado, que se produjo en la sección Shahid Rajaee del puerto, el mayor centro de contenedores de Irán. La explosión hizo pedazos las ventanas de varios kilómetros a la redonda, arrancó tiras de metal de los contenedores y dañó su contenido, según los medios de comunicación estatales.
También arrojó grandes columnas de humo negro rojizo al cielo alrededor del puerto, situado en el estrecho de Ormuz.
El incidente se produjo mientras Irán realizaba su tercera ronda de conversaciones nucleares con Estados Unidos en Omán.
Mehrdad Hasanzadeh, funcionario provincial de gestión de catástrofes, declaró a los medios de comunicación estatales iraníes que los servicios de emergencia estaban intentando llegar a la zona mientras otros intentaban evacuar el lugar.
Se cree que la explosión fue provocada por productos químicos del puerto, pero los dirigentes de Teherán aún no han dado una explicación oficial tras haber negado anteriormente que la explosión estuviera relacionada con la industria petrolera iraní o que se debiera a una mala manipulación del combustible sólido utilizado para misiles.
Hossein Zafari, portavoz de la organización iraní de gestión de crisis, sugirió que la explosión se debió a las malas condiciones de almacenamiento de productos químicos en algunos contenedores del puerto.
Aunque aún no está claro qué causó exactamente la explosión, el puerto tenía previsto recibir en los últimos meses dos cargamentos de China de un componente utilizado en el combustible para cohetes, de los que el Financial Times informó por primera vez en enero. El régimen iraní recibe desde hace tiempo el apoyo de la China comunista, que ha ayudado a la potencia de Oriente Próximo a eludir las sanciones intercambiando inversiones en infraestructuras por petróleo iraní.
Según un informe publicado en febrero por la Foundation for Defense of Democracies, un grupo de expertos con sede en Washington, cada uno de los dos envíos chinos transportaba aproximadamente 1000 toneladas de perclorato sódico, un componente utilizado para fabricar combustible para los misiles balísticos iraníes. Las reservas de misiles de Irán se agotaron en 2024, después de que el país lanzara ataques contra Israel en apoyo del grupo terrorista Hamás.
Un portavoz del Ministerio de Defensa iraní declaró a los medios de comunicación estatales que las informaciones que apuntaban a que la explosión podría haberse producido por una mala manipulación del combustible estaban «alineadas con las operaciones psicológicas del enemigo», afirmando que la zona afectada por la explosión no contenía ningún cargamento militar.
El Ministerio del Interior iraní sigue investigando la explosión, y el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, declaró a principios de semana que los servicios de seguridad de Teherán permanecen en alerta máxima ante posibles actos de sabotaje y asesinato.
Andrew Thornebrooke y Reuters contribuyeron a este artículo.
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